
Queridos amigos, muchísimas gracias por este entusiasmo. Estoy muy feliz de
estar con vosotros. He hecho muchos viajes, pero nunca he sido recibido con
tanto entusiasmo. Llevaré conmigo, en mi corazón, la impresión de estos días.
México estará siempre en mi corazón. Puedo decir que desde hace años rezo cada
día por México, pero en el futuro rezaré todavía muchos más. Ahora entiendo por
qué el Papa Juan Pablo II dijo: «Yo me siento un Papa mexicano».
Queridos amigos, aunque estoy contentísimo de este encuentro, perdonarme si
me retiro, porque mañana será un día exigente. Termino esta jornada con mi
bendición: Que os bendiga Dios Omnipotente, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Buenas
noches.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario sobre este artículo u oración, nos será de gran utilidad