lunes, 28 de julio de 2008

San Joaquin y Santa Ana



Joaquín y Ana según los textos apócrifos

El "Libro sobre la Natividad de María" es un texto que algunos fechan en el siglo IX y se basa en otro libro apócrifo titulado "Evangelio de Pseudo Mateo", este último escrito durante los siglos V-VI.

En él se nos explica que Joaquín era de Galilea, del pueblo de Nazaret y que se casó con Ana, natural de Belén. Ambos eran personas justas hasta el punto que para cumplir rectamente la voluntad del Señor, hacían tres partes de lo que ganaban: una la daban para el templo y para los que cuidaban de él, otra para los peregrinos y los pobres, y la tercera se la guardaban para ellos y para su familia. Joaquín y Ana, a pesar del amor y de la felicidad que les unía, no habían tenido hijos durante sus primeros veinte años de matrimonio. Ante tal situación, hicieron una promesa al Señor que consistía en que si les daba un descendiente, lo consagrarían a su servicio. Para obtener tal gracia, todos los años se desplazaban a Jerusalén en las tres fiestas principales. El día de la Fiesta de la Dedicación, Joaquín fue a Jerusalén con los de su tribu y se acercó con los demás al altar para presentar la ofrenda de sus cosechas, pero el sacerdote, al verlo, lo rechazó con gran indignación diciéndole que no tenía derecho a acercarse al altar porque un hombre estéril como él que no había hecho crecer el pueblo de Dios, no podía andar con los que no estaban bajo su misma condición. Cabe decir, que en aquellos tiempos, el pueblo de Israel consideraba como una maldición la esterilidad..

Como te puedes imaginar Joaquín quedó muerto de vergüenza, y así lo narra también el evangelio del "Libro sobre la Natividad de María" que explica que ante tal situación injusta, nuestro santo se retiró a las praderas donde estaban los pastores con sus rebaños, sin querer volver a su casa para no exponerse a los desprecios por parte de los paisanos que habían presenciado la escena y oído lo que el sumo sacerdote le había echado en cara.

Después de unos meses de gran soledad, se le presentó un ángel de Dios, rodeado de un inmenso resplandor que le comunicó: "Joaquín, no tengas miedo ni te asustes por mi visión. Has de saber que soy un ángel del Señor. Él me ha enviado a ti para anunciarte que tus plegarias han sido escuchadas y que tus limosnas han subido hasta su presencia. Ha tenido a bien poner sus ojos en tu confusión, después de que llegó a sus oídos el desprecio de esterilidad que injustamente se te dirigía. Dios es verdaderamente vengador del delito, pero no de la naturaleza. Y por eso, cuando tiene a bien cerrar la matriz, lo hace para poder abrirla de nuevo de una manera más admirable y para que quede bien claro que la prole no es fruto de la pasión, sino de la libertad divina".

El ángel le pone a Joaquín diferentes ejemplos, como los de Sara que a los 80 años engendró a Isaac, o el de Raquel que tuvo a José. El ángel le comunica que la hija que van a tener llevará por nombre María y que esta vivirá consagrada a Dios desde su niñez en consonancia con el voto que realizaron. El libro apócrifo añade: "... siendo virgen, engendrará a su vez de manera incomparable al Hijo del Altísimo. El nombre de éste será Jesús, porque de acuerdo con sus significado ha de ser el salvador de todos los pueblos". El mismo ángel se apareció después a Ana notificándole su conversación con Joaquín, y ésta salió al encuentro de su esposo que se abrazaron ante la gran alegría.

Nota: aunque en el "Libro sobre la Natividad de María" menciona que María habría nacido en Nazaret, otros textos apócrifos señalan la natividad de María en Jerusalén, concretamente en el actual templo dedicado a Santa Ana. Esta última versión, es la más apoyada por la mayoría de historiadores y teólogos.

Aspectos positivos del texto apócrifo

La narración que te he explicado es sin lugar a dudas de gran belleza, y, a pesar de que no la podemos tomar como oficial, si que encontramos en ella datos que nos confirman, en primer lugar, el gran amor al Señor que tenían Joaquín y Ana y el deseo de que su hija formara parte de los planes de Dios. Hechos evidentes que más tarde se revelaron en los evangelios canónicos o oficiales, donde María sería la madre de Jesús, el Dios hecho hombre. Supongo que ni ellos mismos se imaginaron lo que "les caería encima". Es más, con este texto apócrifo podemos sacar muchos aspectos positivos:

1) Joaquín y Ana ya tenían claro que la riqueza se tenía que distribuir. Fíjate que de todo lo que ganaban, solamente se quedaban con una tercera parte, las otras dos iban a los pobres y a la vida religiosa. Nosotros también podemos contribuir a imitar el ejemplo de los padres de María, aportando nuestra solidaridad en las diferentes campañas que realiza nuestra Iglesia para los más necesitados: Cáritas, Manos Unidas ... También muchas Organizaciones No Gubernamentales (ONG) trabajan con los más pobres: Médicos Sin Fronteras, Unicef ... Es extraño ver como mucha gente puede pagarse la cuota de socio de su gimnasio o de su club de fútbol, y en cambio no pague una cuota de socio de una entidad benéfica. Y el mismo ejemplo nos sirve también para poder apoyar a aquellas entidades que luchan por otro tipo de pobreza: la naturaleza -cada vez menos protegida- o los animales -cada vez más maltratados-. Tenemos ejemplos de asociaciones como Greenpace, Adena, Adda ... El modelo de Joaquín y Ana nos puede servir para reflexionar sobre ello.

2) El ángel que se aparece a Joaquín nos transmite la idea que Dios está siempre al lado de los que más sufren, de los marginados, de los pobres. El "Libro sobre la Natividad de María" nos invita a no rechazar nunca a las personas que sufren una desgracia. Ya te he comentado antes que la esterilidad era vista por el antiguo pueblo de Israel como una maldición, un aspecto totalmente falso y desafortunado y realmente impensable hoy en día, más cuando vemos que nuestro Dios solamente transmite amor. ¡Cuántas veces rechazamos a alguien por algún defecto! y ¡cuántas veces rechazamos a personas que consideramos marginales!: mendigos, inmigrantes ...

3) Y el tercer aspecto positivo, este ya de ámbito general, es la condición de Joaquín y Ana como abuelos de Jesús. En muchos países, sobre todo en África, los abuelos son el pilar de la familia, la fuente de la sabiduría. Me explicó una vez un misionero, que en un país africano unos europeos tuvieron la idea de construir un asilo. Al cabo de unos meses de funcionamiento, lo tuvieron que cerrar porque el número de inscritos era mínimo y no cubrían los gastos para pagar la luz y el agua. ¿Cuánta gente hay que aparca a sus padres en un asilo como si fuera éste un parking de coches usados?. El ejemplo de Joaquín y Ana, como abuelos de Jesús, nos tiene que ayudar a tomar un aprecio mucho más grande de nuestros abuelos. ¿No estás arto de ver a personas mayores que acuden solas en la consulta del médico?, ¿que cuesta acompañarles?. Escuchar a nuestros abuelos, estar con ellos, mostrarles nuestro cariño, no dejarlos solos...

Por otra parte, y en algunas familias, los abuelos también se han convertido como unos segundos padres. En una sociedad en la que el hombre y la mujer trabajan, muchas veces son ellos quienes cuidan a los niños, los van a buscar al colegio o a la guardería, los pasean ... Es interesante ver en este trabajo de los abuelos, no como unos "canguros" que nos salen gratis, sino como una forma de cariño y una fuente del saber. Ellos también les pueden educar con sus consejos, son en definitiva una fuente de sabiduría.

Y ... ¡ más tradiciones !

Una tradición muy viva en la edad media, narra que unos años después del nacimiento de María, Joaquín falleció y Ana se casó por segunda vez con un hombre llamado Cleofás, del que tuvo una hija que se llamó también María. Esta segunda hija fue la madre de Santiago el Menor (el apóstol), José Barsabá, Judas Tadeo y Simón el Zelote, estos dos últimos también apóstoles. Estos hijos serían lo que los evangelios de Mateo 13,55 y el de Marcos 6,3, nombra bajo el nombre de "hermanos", cuando lo correcto sería el de "primos", los primos de Jesús. La tradición explica también que Cleofás falleció y que Ana se volvió a casar por tercera y última vez, con un hombre llamado Salomás, con quien tuvo una tercera hija, llamada María Salomé que contrajo matrimonio con Zebedeo y que fue la madre de los apóstoles Santiago el Mayor y de Juan el evangelista.

Ana tuvo también otra hermana llamada Sobé, madre de Santa Isabel. Como sabes, Isabel se casó con Zacarías y los dos fueron los padres de Juan el Bautista, primo de Jesús.

Por tradiciones no quedemos, ya que en algún libro devocional también he encontrado los nombres de los padres de Ana: Matán y Emerenciana

Como ves, hay en todas estas tradiciones alguna cosa cierta que nos narran los evangelios oficiales: que Isabel estuvo casada con Zacarías y que engendraron a Juan el Bautista o que María Salomé se casó con Zebedeo y que fue la madre de los apóstoles Santiago el Mayor y de Juan el evangelista. Por contra, en ningún pasaje del Nuevo Testamento se especifica que Ana se casara tres veces. Ya te he dicho anteriormente que no sabemos nada de cierto de los padres de María y que todo lo que conocemos es gracias a tradiciones y a los textos de los evangelios apócrifos.

El culto a Santa Ana y a San Joaquín

La devoción a Santa Ana es más popular y más antigua que la de San Joaquín. Tal y como explica Josep Lligadas en el libro "Santa Ana y San Joaquín" de la colección "Santos y Santas" del Centro de Pastoral Litúrgica de Barcelona, el 25 de julio del año 550 se dedicó una basílica dedicada a Santa Ana en Constantinopla, la actual ciudad turca de Estambul. Desde entonces, las iglesias orientales celebraron su fiesta en esa fecha. Siglos más tarde, y sobre todo a raíz de las cruzadas, la onomástica se difundió en Occidente, pero la celebración no se colocó en el mismo día sino en el siguiente, el 26. Finalmente, en 1584 la fiesta quedó fijada para toda la Iglesia, tanto en los países orientales como en los occidentales.

El culto de San Joaquín se introduce hacia el siglo XIV, época en la que también se populariza el culto de San José, y se consolida dos siglos más tarde. La fiesta se celebraba primero el 20 de marzo; luego, en 1738 se trasladó al domingo siguiente al 15 de agosto (Asunción de la Virgen); y finalmente, a principios del siglo XX, el Papa Pío X la fijó en el día siguiente de la Asunción, el 16 de agosto. Pero ... a raíz de la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II, en 1969, se unió la conmemoración de los padres de María en una única fiesta, la del 26 de julio. Una decisión acertada.

Patronazgos y devoción

Las personas que hacen puntilla tienen como patrona a Santa Ana, ya que la voz popular dice que ella enseñó con gran afán este oficio a su hija hasta tal punto que a partir de nuevas combinaciones perfeccionó y superó el arte de la punta del cojín. Aún hoy, en algunos países, el tipo más simple y elemental de punta de cojín es llamado "Puntilla de la Virgen" o "Puntilla de la Madre de Dios". Por extensión, es también la patrona de todas las costureras, que la imploran para ... ¡no pincharse con la aguja!. Cabe señalar que aunque todos aquellos que están involucrados en negocios textiles pueden invocar a Santa Ana, hay otros santos que llevan también dicha protección, como es el caso de San Francisco de Asís.

Santa Ana es también junto a San Joaquín la protectora de las personas casadas y de los abuelos. Muchas chicas que quieren tener hijos imploran a Santa Ana, un patronazgo compartido también con nuestro inefable amigo San Ramón Nonato. Hay unos bellos gozos escritos en catalán en los que se pide a Santa Ana protección durante el embarazo para que alivie del dolor a la madre que va a tener al recién nacido.

Les dones que vos reclamen
amb molta devoció,
que fills o filles demanen,
atorgueu-los aquest do,
i el part amb alegría,
sense pena,
dany ni dolor.

Aunque los versos no rimen, la traducción al español sería esta:"Las mujeres que os reclaman con mucha devoción, que hijos o hijas os suplican, otorgadles este don, y el parto con alegría, sin pena, daño ni dolor".

A lo largo de la historia se ha puesto a Santa Ana como la mejor intercesora para que Dios nos ayude en diferentes vicisitudes y oficios, aquí hay algunos: los que trabajan en oficios angustiosos, los fabricantes de alpargatas, los mercaderes de objetos antiguos y, debido a su condición de ama de casa, a las madres para que cuando cocinen les salga un buen guiso, a los que pastan pan en sus casas, y como no, a las amas de casa en general. Una bonita leyenda cuenta que Santa Ana, a fin que su hijita fuera bien vestida cuando saliera a pasear por la calle, le hizo unos bellos vestiditos de punta para sus manos, es decir, lo que hoy conocemos como guantes. De allí, que gracias a esta tradición, se la considera la inventora de esta pieza. No nos ha de extrañar pues, que los guanteros la veneren junto a Santa Magdalena.

Muy cerca del Santuario de Nuestra Señora del Far (Mare de Déu del Far), que pertenece a la parroquia de Sant Martí Sacalm, en la diócesis catalana de Vic, pero en los límites de la provincia de Girona, hay una pequeña ermita dedicada a Santa Ana que tiene mucha devoción. Todos los que acuden al Santuario del Far pasan por delante de ella y no hay quien no pare el coche para hacer una pequeña visita. Normalmente el templo está cerrado, a excepción del día de su fiesta, pero en la puerta hay una pequeña ventana donde se puede ver el interior. Los gozos escritos en catalán dedicados a la santa rezan:

Oh Santa Anna, gran senyora,
àvia plena de bondat,
sigueu sempre protectora
de la nostra tercera edat.

La traducción al español sería: "Oh Santa Ana, gran señora, abuela llena de bondad, seas siempre protectora de nuestra tercera edad".

Plegarias a San Joaquín y a Santa Ana

Del Misal Romano

Señor, Dios de nuestros padres, tu concediste a San Joaquín y a Santa Ana la gracia de traer a este mundo a la madre de tu Hijo, concédenos, por la plegaria de esos santos, la salvación que has prometido a tu pueblo.

Del Centro de Pastoral Litúrgica de Barcelona

Allí en Nazaret, en vuestra casa, vivíais con fe, con esperanza, con amor. Ana y Joaquín, erais una pareja generosa, y confiabais honradamente en Dios, el Dios liberador, amigo de los pobres, fiel y misericordioso. Ana y Joaquín, de vuestra familia hemos recibido el regalo de vuestro nieto Jesús, el hijo de María, Dios hecho hombre: Dios que ha venido a compartir nuestra vida. Os agradecemos vuestra fe, vuestra esperanza, vuestro espíritu generoso, vuestra confianza. Y os pedimos que ayudéis a todos los padres y madres para que sepan amar, educar, estar junto a sus hijos, como vosotros supisteis hacer con María.

Fuente: El Ángel de la Web

sábado, 26 de julio de 2008

Tributo a la Madre Teresa de Calcuta

Nos llegó esta presentacion por correo electrónico, disfrutala y reflexiona



Aquí escribes el resto del contenido que no se vera.

viernes, 25 de julio de 2008

Tránsito de San Francisco de Asís

Conmemoración de su muerte con Vísperas incluidas

"Los pocos días que faltaban para su tránsito (Francisco) los empleó en la alabanza,
animando a sus amadísimos compañeros a alabar con él a Cristo.
Él, a su vez, prorrumpió como pudo en este salmo:
Clamé al Señor con mi voz, con mi voz supliqué al Señor (Sal 141), etc.
Invitaba también a todas las criaturas a alabar a Dios,
y con unas estrofas que había compuesto anteriormente él
las exhortaba a amar a Dios (cf. 1 Cel 109).
Aun a la muerte misma, terrible y antipática para todos, la exhortaba a la alabanza,
y, saliendo con gozo a su encuentro, la invitaba a hospedarse en su casa:
«Bienvenida sea -decía- mi hermana muerte"..


INTRODUCCIÓN
Cel. - En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos - Amén.
Cel. - La gracia y la paz de Dios nuestro Padre, y de Jesucristo el Señor, esté con todos vosotros.

HIMNO DE ENTRADA
Las huellas del crucificado, de Cesáreo Gabaraín, u otro canto franciscano.

SALMODIA
Ant. 1. Francisco, varón católico y del todo apostólico, enviado con la buena noticia de la paz

Salmo 111
Dichoso quien teme al Señor y ama de corazón sus mandatos.
Su linaje será poderoso en la tierra, la descendencia del justo será bendita.

En su casa habrá riquezas y abundancia, su caridad es constante, sin falta.
En las tinieblas brilla como una luz el que es justo, clemente y compasivo.

Dichoso el que se apiada y presta, y administra rectamente sus asuntos.
El justo jamás vacilará, su recuerdo será perpetuo.

No temerá las malas noticias, su corazón está firme en el Señor.
Su corazón está seguro, sin temor, hasta que vea derrotados a sus enemigos.

Reparte limosna a los pobres; su caridad es constante, sin falta,
y alzará la frente con dignidad.

El malvado, al verlo, se irritará, rechinará los dientes hasta consumirse.
La ambición del malvado fracasará.

Gloria al Padre...

Ant. Francisco, varón católico y del todo apostólico,
enviado con la buena noticia de la paz.

Ant. 2. En sus días sostuvo la casa de Dios y reparó el templo.

Salmo 147
Glorifica al Señor, Jerusalén; alaba a tu Dios, Sión;
que ha reforzado los cerrojos de tus puertas, y ha bendecido a tus hijos dentro de ti;
ha puesto paz en tus fronteras, te sacia con flor de harina.

Él envía su mensaje a la tierra, y su palabra corre veloz;
manda la nieve como lana, esparce la escarcha como ceniza;

hace caer el hielo como migajas y con el frío congela las aguas;
envía una orden y se derriten, sopla su aliento, y corren.

Anuncia su palabra a Jacob, sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así, ni les dió a conocer sus mandatos.

Gloria al Padre...

Ant. En sus días sostuvo la casa de Dios y reparó el templo.

Ant. 3. Sácame de la prisión: me rodearán los justos cuando me devuelvas tu favor.

Salmo 141
A voz en grito clamo al Señor, a voz en grito suplico al Señor;
desahogo ante él mis afanes, expongo ante él mi angustia,
mientras me va faltando el aliento.

Pero tú conoces mis senderos, y que en el camino por donde avanzo
me han escondido una trampa.

Mira a la derecha, fíjate: nadie hace caso;
no tengo a dónde huir, nadie mira por mi vida.

A ti grito, Señor; te digo: "Tú eres mi refugio y mi lote en el país de la vida".

Atiende los clamores, que estoy agotado;
líbrame de mis perseguidores, que son más fuertes que yo.

Sácame de la prisión, y daré gracias a tu nombre:
me rodearán los justo cuando me devueltas tu favor.

Gloria al Padre...

Ant. Sácame de la prisión: me rodearán los justos cuando me devuelvas tu favor.

LECTURA BREVE
Si Cristo está en vosotros, el cuerpo está muerto por el pecado, pero el espíritu vive por la justificación obtenida. Si el Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó de entre los muertos a Cristo Jesús vivificará vuestros cuerpos también vuestros mortales, por el mismo Espíritu que habita en vosotros. (Rm 8, 10-12)

LECTURA FRANCISCANA (a elegir)
A. De la Leyenda Mayor de San Buenaventura:
Acercándose, por fin, el momento de su tránsito, (Francisco) hizo llamar a su presencia a todos los hermanos que estaban en el lugar y, tratando de suavizar con palabras de consuelo el dolor que pudieran sentir ante su muerte, los exhortó con paterno afecto al amor de Dios. Después se prolongó, hablándoles acerca de la guarda de la paciencia, de la pobreza y de la fidelidad a la santa Iglesia romana, insistiéndoles en anteponer la observancia del santo Evangelio a todas las otras normas.
Sentados a su alrededor todos los hermanos, extendió sobre ellos las manos, poniendo los brazos en forma de cruz por el amor que siempre profesó a esta señal, y, en virtud y en nombre del Crucificado, bendijo a todos los hermanos tanto presentes como ausentes. Añadió después: «Estad firmes, hijos todos, en el temor de Dios y permaneced siempre en él. Y como ha de sobrevenir la prueba y se acerca ya la tribulación, felices aquellos que perseveraren en la obra comenzada. En cuanto a mí, yo me voy a mi Dios, a cuya gracia os dejo encomendados a todos».
Concluida esta suave exhortación, mandó el varón muy querido de Dios se le trajera el libro de los evangelios y suplicó le fuera leído aquel pasaje del evangelio de San Juan que comienza así: Antes de la fiesta de Pascua (Jn 13,1). Después de esto entonó él, como pudo, este salmo: A voz en grito clamo al Señor, a voz en grito suplico al Señor, y lo recitó hasta el fin, diciendo: Los justos me están aguardando hasta que me des la recompensa (Sal 141).
Cumplidos, por fin, en Francisco todos los misterios, liberada su alma santísima de las ataduras de la carne y sumergida en el abismo de la divina claridad, se durmió en el Señor este varón bienaventurado (San Buenaventura, Leyenda Mayor 14, 5-6).

B. De la carta de fray Elías comunicando la muerte de san Francisco:
Al querido hermano en Cristo fray Gregorio, ministro de los hermanos que están en Francia, y a todos los hermanos suyos y nuestros, un saludo de fray Elías pecador.
Antes de empezar a hablar, un gemido, y con razón: mi gemido es como aguas desbordantes, porque nos ha llegado lo que temíamos, a mi y a vosotros; y lo que me aterraba me ha sobrevenido, a mi y a vosotros. Porque se ha alejado de nosotros el consolador; el que nos llevaba en brazos como corderos se ha marchado a una región lejana. El amado de Dios y de los hombres, el que enseñó a Jacob el camino de la vida y de la disciplina y entregó a Israel un testamento de paz, ha sido recibido en las mansiones de luz...
La presencia del hermano y padre nuestro Francisco era, en verdad, luz verdadera, no sólo para los que estábamos cerca, sino también para los que estaban alejados de nosotros por profesión y vida. Era, en efecto, una luz procedente de la verdadera luz , que iluminaba a los que yacían en sombras de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz. Como auténtica luz luz meridiana eso es lo que hizo. El sol que nace de lo alto iluminaba su corazón y encendía su voluntad con el fuego del amor, predicando el reino de Dios y convirtiendo los corazones de los padres a los hijos, y el de los imprudentes a la prudencia de los justos, y en todo el mundo preparó para Dios un pueblo nuevo.
Su nombre se ha divulgado hasta en las islas lejanas y toda la tierra se maravilla por sus obras admirables. Por eso, hijos y hermanos, no queráis entristeceros en exceso, porque Dios, padre de huérfanos, os consolará con su santa consolación. Y si lloráis, hermanos, llorad por vosotros mismos, no por él. Pues nosotros, en medio de la vida, vivimos en la muerte, mientras él ha pasado de la muerte a la vida. Y alegraos, porque antes de separarse de nosotros, como otro Jacob, ha bendecido a todos sus hijos y ha perdonado todas las culpas que cualquiera de nosotros hubiese cometido o pensado contra él.
Y ahora os anuncio un gran gozo y un nuevo milagro. El mundo no ha conocido un signo tal, a no ser en el Hijo de Dios, que es Cristo el Señor.
No mucho antes de su muerte, el hermano y padre nuestro apareción crucificado, llevando en su cuerpo cinco llagas que son, ciertamente, los estigmas de Cristo. Sus manos y sus pies estaban como atravesadas por clavos de una a otra parte, cubriendo las heridas y del color negro de los clavos. Su costado aparecía traspasado por una lanza y a menudo sangraba.
Mientras su alma vivía en el cuerpo no había belleza en él, sino un rostro despreciable, y ninguno de sus miembros quedó sin sufrimientos. Sus miembros estaban rígidos por la contracción de los nervios, como sucede con los difuntos, pero después de su muerte su aspecto se volvió hermosísimo, resplandeciente de un candor admirable, agradable a la vista. Y sus miembros, que antes estaban rigidos, se volvieron blandos como los de un niño tierno, pudiéndose doblar a un lado u otro, según su posición.
Por tanto, hermanos, bendecid al Dios del cielo y proclamadlo ante todos, porque ha sido misericordioso con nosotros, y recordad a nuestro padre y hermano Francisco, para alabanza y gloria suya, porque lo ha engrandecido entre los hombres y lo ha glorificado delante de los ángeles. Rezad por él, como antes nos pidió, e invocadlo para que Dios nos haga participes con él de su santa gracia. Amén... Fray Elías pecador.

RESPONSORIO BREVE
R. Francisco pobre y humilde * entra rico en el reino de los cielos.
V. Lo aclaman con himnos celestiales * Entra rico en el reino de los cielos.
R. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
V. Lo aclaman con himnos celestiales.

MAGNIFICAT
Ant. Francisco, totalmente sumiso al creador, tuvo sumisas a las criaturas: se servía de ellas para gloria de Dios.

Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador,
porque ha mirado la pequeñez de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles, de generación en generación.

Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres,
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre...

PRECES
Invoquemos, hermanos, a Dios Padre, fuente de toda santidad que, por intercesión y ejemplo de nuestro padre san Francisco, nos guía por el camino de la santidad, y digámosle: Escúchanos, Señor.
Padre Santo, que hiciste a tu siervo Francisco imitador perfecto de tu Hijo,
- haz que nosotros, siguiendo sus huellas, observemos fielmente el Evangelio de Cristo.
Padre de bondad, guía nuestros pasos por el camino de la paz, siguiendo el ejemplo de nuestro padre san Francisco,
- para que, con sincero corazón, vivamos en obediencia, sin propio y en castidad.
Padre altísimo y omnipotente, que dispersas a los soberbios de corazón y enalteces a los humildes,
- concédenos imitar a nuestro seráfico padre en la virtud de la humildad.
Padre de amor y de misericordia, que marcaste con las señales de la pasión de tu Hijo a tu siervo Francisco,
-concédenos gloriarnos siempre de la cruz de Cristo.
Padre indulgente, que por las súplicas de nuestro padre san Francisco otorgaste el perdón a los pecadores,
- muestra tu rostro a nuestros hermanos difuntos.

PADRE NUESTRO...

ORACIÓN
Cel. Oremos:
Dios todopoderoso, que otorgaste a nuestro padre san Francisco la gracia de asemejarse a Cristo por la humildad y la pobreza, concédenos caminar tras sus huellas, para que podamos seguir a tu Hijo y entregarnos a ti con amor jubiloso. Por nuestro Señor Jesucristo...

BENDICIÓN
Cel. El Señor esté con vosotros.
Todos: Y con tu espíritu.
Cel. El Señor os bendiga y os guarde.
Todos: Amén
Cel. Brille su rostro sobre vosotros y os conceda su misericordia.
Todos: Amén.
Cel. Dirija su mirada sobre vosotros y os conceda su paz.
Todos: Amén.
Cel. Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo
descienda sobre vosotros y permanezca siempre.
Todos: Amén.

CANTO DE DESPEDIDA
A elegir del repertorio de cantos franciscanos

jueves, 24 de julio de 2008

Las Quince Oraciones Reveladas Por Nuestro Señor A Santa Brígida de Suecia



Las Quince Oraciones Reveladas Por Nuestro Señor A Santa Brígida de Suecia En La Iglesia De San Pablo, en Roma.




Editadas bajo sanción del decreto del 15 de noviembre de 1966, publicado en la Acta Apostolicae Sedis, tomo 58, número 16, del 29 diciembre de 1966.

ORACIONES aprobadas por El Papa Pio IX




Magníficas promesas transmitidas a Santa Brígida de Suecia Tocante a las Revelaciones de Santa Bridgida, el Papa Benedicto XV se espresó de la siguiente manera: "La aprobación de estas revelaciones implica nada más que esto: Después de una examen lento y detenido, se permite publicar estas revelaciones para el bien espiritual de todos los fieles. Y, aunque no se les atribuye el mismo grado de fe, igual a que se les rinde a las verdades de la religión bajo pena; sin embargo, se les permite creer con fe humana. Es decir, conforme a las reglas de prudencia, por las cuales son probables. Por tanto, estando ya adecuadamente afirmadas y apoyadas por suficientes motivos, pueden ser piadosamente creídas." "



(Les Petits Bollandistes, Tome XII)
El día 14 de junio de 1303 nació Santa Brígida. En ese momento, el Cura de Rasbo, llamado Benito, oraba por un feliz parto de la señora Ingeborde. Súbitamente, se encontró el cura envuelto en una nube luminosa y del la cual se la apareció la Santísima Virgen, diciédole: "Una niña ha nacido en Birger y se oirá su voz por todo el mundo." Sagli, die XXlV Aprilis, 1903. Imprimatur "Sagii, dado XXIV Aprilis 1903 Imprimatur
F. J. GIRARD, V. G.
Estas oraciones y estas promesas fueron copiadas de un libro impreso en Tolosa (Francia) en el año 1740. Fueron publicadas por el Padre Adrien Parvilliers, de la Compañía de Jesús. El Padre Adrien era jesuita, misionario apostólico, en la Tierra Santa. Este sacerdote obtuvo la aprobación, el permiso y la recomendación que se requerían para difundir estas oraciones.



Los padres de familia, maestros y maestras que enseñan estas oraciones a los pequeños, por por lo menos durante un año, serán premiados de Dios. Esta promesa se aplica igualmente a los que se las facilitan a otros. Se les asegura el privilegio de ser preservados durante la vida, de todo accidente grave, que pudiera ocasionar la pérdida de alguno de sus cinco sentidos.



El papa Pio IX declaró conocimiento de estas oraciones con el acto de presentar el Prólogo. De esta manera, el Sumo Pontífice admitió la autenticidad de estas plegaria para el bien de las almas; y firmó la aprobación el día 31 de mayo de 1862.



Esta declaración del Santo Padre Pío IX fue confirmada con actos tangibles y concretos. Las promesas ya se han realizado a favor de todas las personas que han rezado estas oraciones. Además, se han producido numerosos hechos sobrenaturales. Por este medio, Dios se ha dignado dar a conocer la rigurosa veracidad de estas oraciones y promesas. Una colección de pequeños libros, incluyendo estas oraciones, fue aprobada por el Gran Congreso de Malines, el dia 22 de agosto de 1863.



Pregunta -- Para obtener los PRIVILEGIOS, ¿es necesario rezar las oraciones cada dia, y sin interrupción?



Respuesta -- No se debe faltar. Si faltase por alguna vez, se perderán los PRIVILEGIOS. Se deberia de empezar de nuevo otra vez rezando las oraciones diariamente por el año entero. Suponiendo que durante el año completo se rezan 5480 oraciones. Se debe rezar con devoción, concentrando en las palabras que se pronuncian.



Los que visitan a la Iglesia de San Pablo en Roma todavía pueden comtemplar el Crucifijo Milagroso, colocado arriba del Sagrario, se encuentra en la Capilla del Santísimo Sacramento. Este Crucifijo Milagroso fue esculpido por Pierre Cavallini. Es el mismo crucifijo ante cual estuvo arrodillada Santa Brígida cuando recibió estas 15 Oraciones del mismo Nuestro Señor. Además, en esa misma Iglesia de San Pablo hay una inscripción conmemorando este evento, en latín: "Pendentis, Pendente Dei verba accepit aure accipit et verbum corde Bigitta Deum. Anno Jubilei MCCCL."



Por mucho tiempo, Santa Brígida deseado saber cuántos latigazos había recibido Nuestro Señor en Su Pasión. Cierto día se le apareció Jesucristo, diciédole: "Recibi en Mi Cuerpo cinco mil, cuatro cientos ochenta latigazos; son 5,480 azotes. Si queréis honrarlos en verdad, con alguna veneración, decid 15 veces el Padre Nuestro; también 15 veces el Ave Maria, con las siguientes oraciones, durante un año completo. Al terminar el año, habréis venerado cada una de Mis Llagas." (Nuestro Señor mismo le dictó las oraciones a la santa.) "



Entonces, Nuestro Señor hizo las siguientes PROMESAS, a las personas que se dedicaran a rezar estas oraciones, por todo un año. He aquí las PROMESAS:


Las Promesas

1.- Libraré del Purgatorio a 15 almas de su parentela o linaje.
2.- 15 almas de su parentela o linaje serán preservadas y confirmadas en la gracia.
3.- 15 pecadores de su linaje serán convertidos.
4.- El que rezare estas oraciones alcanzará el primer grado de la perfección.
5.- 15 días antes de de su muerte, le daré el alimento de Mi Sagrado Cuerpo para que se escape del hambre eterna; y le daré de beber de Mi Preciosísima Sangre para que no padezca de sed eternamente.
6.- 15 días antes de su muerte, sentirá contrición profunda por todos sus pecados, y tendrá conocimiento perfecto de todas sus culpas.
7.- Yo pondré el signo de Mi victoriosa Cruz delante de él, para que sea su amparo y defensa contra las acehanzas de sus enemigos.
8.- Antes de su muerte, vendré a él con Mi carísima y bienamada Madre.
9.- Benignamente recibiré su alma, y le conduciré a las delicias eternas.
10.- Y habiendo conducido a esta alma hasta las mansiones eternas, allí le daré a beber de Manantial de Mi Divinidad; cosa que no haré con los que no hayan recitado Mis oraciones.
11.- Haz saber que el que haya vivido en estado de pecado mortal aún por 30 años, si rezare devotamente estas oraciones, o si hubiere propuesto rezarlas, el Señor le perdonará todos sus pecados.
12.- Yo le defenderé contra graves tentaciones.
13.- Preservaré y guardaré sus 5 sentidos.
14.- Le preservaré de una muerte repentina.
15.- Su alma será librada de la muerte eterna.
16.- Esta alma obtendrá todo cuanto le pidiere a Dios y a la Santísima Virgen.
17.- Si haya vivido haciendo su propia voluntad durante todo su vida y si debiera morir a día siguiente, Yo le prolongaré su existencia para que se confiese bien.
18.- Cada vez que un alma rezare estas Oraciones, ganará 100 días más de indulgencia.
19.- Se le asegura que será colocado junto al Supremo Coro de los Santos Angeles.
20.- Al que enseñare estas Oraciones a otra persona, se le asegura gozo continuo y el mérito perdurable por toda la eternidad.
21.- Dondequiera que se rezaren estas Oraciones, o si se rezan en algún tiempo futuro, allí estará Dios presente con Su gracia.

Primera Oración
Padre Nuestro - Ave Maria.

O Jesucristo! ¡Sois la eterna dulzura de todos los que Os aman; la alegría que sobrepasa toda gozo y deseo; la salvación y esperanza de todos los pecadores! Habéis manifestado no tener mayor deseo que el de permanecer en medio de los hombres, en la tierra. Los amáis hasta el punto de asumir la naturaleza humana, en la plenitud de los tiempos, por amor a ellos. Acordaos de todos los sufrimientos que habéis soportado desde el instante de Vuestra Sagrada Pasión; así como fue decretado y ordanado desde toda la eternidad, según el plan divino.
Acordaos, O Señr, que durante la última cena con Vuestros discípulos les habéis lavado los pies; y después, les distéis Vuestro Sacratísimo Cuerpo, y Vuestra Sangre Preciosísima. Luego, confortándolos con dulzura, les anunciasteis Vuestra próxima Pasión.
Acordaos de la tristeza y amargura que habéis experimentado en Vuestra alma, como Vos mismo lo arirmasteis, diciendo: "Mi alma está triste hasta la muerte." "
Acordaos de todos los temores, las angustias y los dolores que habéis soportado, en Vuestro Sagrado Cuerpo, antes del suplicio de la crucifixión. Después de haber orado tres veces, todo bañado de sudor sangriento, fuisteis traicionado por Vuestro discípulo, Judas; apresado por los habitantes de una nación que habíais escogido y enaltecido. Fuisteis acusado por falsos testigos e injustamente juzgado por tres jueces; todo lo cual sucedió en la flor de Vuestra madurez, y en la solemne estación pascual.
Acordaos que fuisteis despojado de Vuestra propia vestidura, y revestido con manto de irrisión. Os cubrieron los Ojos y la Cara infligiendo bofetadas. Después, coronándoos de espinas, pusieron en Vuestras manos una caña. Finalmente, fuisteis atado a la columna, desgarrado con azotes, y agobiado de oprobios y utrajes.
En memoria de todas estas penas y dolores que habéis soportado antes de Vuestra Pasión en la Cruz, concededme antes de morir, una contrición verdadera, una confesión sincera y completa, adecuada satisfacción; y la remisión de todos mis pecados. Amen.


Segundo Oración
Padre Nuestro - Ave Maria.

¡O Jesús! la verdadera libertad de los ángeles, y paraíso de delicias! Acordaos del horror y la tristeza que fuisteis oprimido, cuando Vuestros enemigos como leones furiosos, Os rodearon con miles de injurias: salivazos, bofetadas, laceraciones, arañazos y otros suplicios inauditos. Os atormentaron a su antojo. En consideración de estos tormentos y a las palabras injuriosas, Os suplico, ¡O mi Salvador, y Redentor! que me librés de todos mis enemigos visibles e invisibles y que, bajo Vuestra protección, hagáis que yo alcance la perfección de la salvación eterna. Amén.


Tercera Oración
Padre Nuestro - Ave Maria.

¡O Jesús! Creador del Cielo y de la Tierra, al que nada puede contener ni limitar! Vos abarcáis todo; todo es sostenido bajo Vuestra amorosa potestad. Acordaos del dolor muy amargo que sufristeis cuando los judíos, con gruesos clavos cuadrados, golpe a golpe, clavaron Vuestras Sagradas Manos y Pies a la Cruz. Y no viéndoos en un estado suficientemente lamentable para satisfacer su furor, agrandaron Vuestras Llagas, thy, agregando dolor sobre dolor. Con indescriptible crueldad, extendieron Vuestro Cuerpo en la Cruz. Y con jalones y estirones violentos, en toda dirección, dislocaron Vuestros Huesos.
O Jesús, en memoria de este santo dolor que habéis soportado con tanto amor en la Cruz, Os suplico concederme la gracia de temeros y amaros. Amen.


Cuarta Oración
Padre Nuestro - Ave Maria.

¡O Jesús, Médico Clestial, elevado en la Cruz para curar nuestras llagas con las Vuestras! Acordaos que las contusiones y los desfallecimientos que habéis sufrido en todos Vuestros Miembros; y que fueron distendidos a tal grado, que no ha habido dolor semejante al Vuestro. Desde la cima de la cabeza hasta la planta de los pies, ninguna parte de Vuestro Cuerpo estaba exenta de tormentos. Sin embargo, olvidando todos Vuestros sufrimientos, no dejasteis de pedir por Vuestros enemigos, a Vuestro Padre Celestial, diciédole: "Padre, perdónalos no saben lo que hacen."
Por esta inmensa misericordia, y en memoria de estos sufrimientos, Os hago esta súplica: conceded que el recuerdo de Vuestra muy amarga Pasión, nos alcance una perfecta contrición, y la remisión de todos nuestros pecados. Amén.


Quinta Oración
Padre Nuestro - Ave Maria.

¡O Jesús, Espejo de Resplendor Eterno! Acordáos de la tristeza aguda que habéis sentido al comtemplar con anticipación, las almas que habían de condenarse. A la luz de Vuestra Divinidad, habéis vislumbrado la predistinación de aquellos que se salvarían, mediante los méritos de Vuestra Sagrada Pasión. Simultáneamente habéis contemplado tristemente la inmensa multitud de réprobos que serían condenados por sus pecados; y Os habéis quejado amargamente de esos desesperados, perdidos y desgraciados pecadores.
Por este abismo de la compasión y piedad, y principalmente por la bondad que demostrasteis hacia el buen ladrón, diciéndole: "Hoy estarás conmigo en el Paraíso.", hago esta súplica, Dulce Jesús. Os pido que a la hora de mi muerte tengáis misericordía de mí. Amén.


Sexta Oración
Padre Nuestro - Ave Maria.

¡O Jesús, Rey infinitamente amado y deseado! Acordaos del dolor que habéis sufrido, cuando, desnudo y como un criminal común y corriente, fuisteis clavado y elevado en la Cruz. También, fuisteis abandonado de todos Vuestros parientes y amigos con la excepción de Vuestra muy amada Madre. En Vuestra agonía, Ella permaneció fiel junto a Vos; luego, la encomendasteis a Vuestro fiel discípulo, Juan, diciendo a María: "¡Mujer, he aquí a tu hijo!" Y a Juan: "¡He aquí a tu Madre!"
Os suplico, O mi Salvador, por la espada de dolor que entonces traspasó el alma de Vuestra Santísima Madre, que tengáis compasión de mi. Y en todas mis aflicciones y tribulaciones, tanto corporales como espirituales, ten piedad de mí. Asistidme en todas mis pruebas, y especialmente en la hora de mi muerte. Amén.


Septíma Oración
Padre Nuestro - Ave Maria.

¡O Jesús, inagotable Fuente de compasión, ten compasión de mi! En un profundo gesto de amore, habéis exclamado en la Cruz: "¡Tengo sed!" Era sed por la salvación del género humano. ¡O mi Salvador! Os ruego que inflaméis nuestros corazones con el deseo de dirigirnos hacia la perfección, en todas nuestras obras. Extinguid en nosotros la concupiscencia carnal y el ardor de los apetitos mundanos. Amén.


Octava Oración
Padre Nuestro - Ave Maria.

¡O Jesús, Dulzura de los corazones y Deleite de espíritu! Por el vinagre y la hiel amarga que habéis probado en la Cruz, por amor a nosotros, oíd nuestros ruegos. Concedednos la gracia de recibir dignamente Vuestro Sacratísimo Cuerpo y Sangre Preciosísima durante nuestra vida, y también a la hora de la muerte para servir de remedio y consuelo a nuestras almas. Amén.
Novena Oración
Padre Nuestro - Ave Maria. ¡O Jesús, Virtud Real y Gozo de alma! Acordaos de dolor que habéis sentido, sumergido en un océano de amargura, al acercarse la muerte. Insultado y ultrajado por los judíos, clamasteis en alta voz que habíais sido abandonado por Vuestro Padre Celestial, diciédole: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?"
Por esta angustia, Os suplico, O mi Salvador, que no me abandonéis en los terrores y dolores de mi muerte. Amén.

Décima Oración
Padre Nuestro - Ave Maria.

¡O Jesús, Principio y Fin de todas las cosas, Sois la Vida y la Virtud plena! Acordaos que por causa nuestra fuisteis sumergido en un abismo de penas, sufriendo dolor desde la planta de los Pies hasta la cima de la Cabeza. En consideración a la enormidad de Vuestras Llagas, enseñadme a guardar, por puro amor a Vos, todos Vuestros Mandamientos; cuyo camino de Vuestra Ley Divina es amplio a agradable para aquellos qu Os aman. Amén.

Undécima Oración
Padre Nuestro - Ave Maria.

¡O Jesús! ¡Abismo muy profundo de Misericordia! En memoria de la Llagas que penetraron hasta la médula de Vuestros Huesos y Entrañas, para atraerme hacia Vos, presento esta súplica. Yo, miserable pecador, profundamente sumergido en mis ofensas, pido que me apartéis del pecado. Ocultadme de Vuestro Rostro tan justamente irritado contra mi. Escondedme en los huecos de Vuestras Llagas hasta que Vuestra cólera y justísima indignación hayan cesado. Amén.

Duodécima Oración
Padre Nuestro - Ave Maria.

¡O Jesús, Espejo de la Verdad, Sello de la Unidad, y Vínculo de la Caridad! Acordaos de la multitud de Llagas con que fuisteis herido, desde la Cabeza hasta los Pies. Esas Llagas fueron laceradas y enrojecidas, O dulce Jesús, por la efusión de Vuestra adorable Sangre. ¡Oh, qué dolor tan grande y repleto habéis sufrido por amor a nosotros, en Vuestra Carne virginal! ¡Dulcísimo Jesús! ¿Qué hubo de hacer por nosotros que no habéis hecho? Nada falta. ¡Todo lo habéis cumplido! ¡O amable y adorable Jesús! Por el fiel recuerdo de Vuestra Pasión, que el Fruto meritorio de Vuestros sufrimientos sea renovado en mi alma. Y que en mi corazón, Vuestro Amor aumente cada día hasta que llegue a contemplaros en la eternidad. ¡O Amabilísimo Jesús! Vos sois el Tesoro de toda alegría y dicha verdadera, que Os pido concederme en el Cielo. Amén.

Décima-Tercia Oración
Padre Nuestro - Ave Maria.

¡O Jesús, fuerte León, Rey inmortal e incencible! Acordaos de inmenso dolor que habéis sufrido cuando, agotadas todas Vuestras fuerzas, tanto morales como físicas, inclinasteis la Cabeza y dijisteis: "Todo está consumado."
Por esta angustia y dolor, Os suplico, Señor Jesús, que tengáis piedad de mí en la hora de mi muerte cuando mi mente estará tremendamente perturbada y mi alma sumergida en angustia. Amén.

Décima-Cuarta Oración
Padre Nuestro - Ave Maria.

¡O Jesús, único Hijo del Padre Celestial, esplendor y semejanza de Su Esencia! Acordaos de la sencilla y humilde recomendación que hicisteis de Vuestra Alma, a Vuestro Padre Eterno, diciéndole: "¡Padre, en Tus Manos encomiendo Mi Espíritu!" Desgarrado Vuestro Cuerpo, destrozado Vuestro Corazón, y abiertas la Entrañas de Vuestra misericordia para redimirnos, habéis expirado. Por Vuestra Preciosa Muerte, Os suplico, O Rey de los santos, confortadme. Socorredme para resistir al demonio, la carne y al mundo. A fin de que, estando muerto al mundo, viva yo solamente para Vos. Y a la hora de mi muerte, recibid mi alma peregrina y desterrada que regresa a Vos. Amén.

Décima-Quinta Oración
Padre Nuestro - Ave Maria.

¡O Jesús, verdadera y fecunda Vid! Acordaos de la abundante efusión de Sangre que tan generosamente habéis derramado de Vuestro Sagrado Cuerpo. Vuestra preciosa Sangre fue derramada como el jugo de la uva bajo el lagar.
De Vuestro Costado perforado por un soldado, con la lanza, ha brotado Sangre y agua, hasta no quedar en Vuestro Cuerpo gota alguna. Finalmente, como un haz de mirra, elevado a lo alto de la Cruz, la muy fina y delicada Carne Vuestra fue destrozado; la Substancia de Vuestro Cuerpo fue marchitada; y disecada la médula de Vuestros Huesos.
Por esta amarga Pasión, y por la efusión de Vuestra preciosa Sangre, Os suplico, O dulcísimo Jesús, que recibáis mi alma, cuando y esté sufriendo en la agonía de mi muerte. Amén.

Conclusión
¡O Dulce Jesús! Herid mi corazón a fin de que mis lágrimas de amor y penitencia me sirvan de pan, día y noche. Convertidme enteramente, O mi Señor, a Vos. Haced que mi corazón sea Vuestra Habitación perpetua. Y que mi conversación sea agradable. Que el fin de mi vida Os sea de tal suerte loable, que después de mi muerte pueda merecer Vuestro Paraíso; y alabaros para siempre en el Cielo con todos Vuestros santos. Amén.

miércoles, 23 de julio de 2008

ORACIÓN POR LAS NEGLIGENCIAS DIARIAS


(Con esta oración NO SE INTENTA REEMPLAZAR la Confesión.)

Padre Eterno, Yo Os ofrezco el Sagrado Corazón de Jesús, con todo Su AMOR, todos Sus SUFRIMIENTOS, y todos Sus MERITOS

Primero - Para expiar todos los pecados que he cometido este día y durante todo mi vida. ¡Gloria al Padre, y al Hijo...!

Segundo - Para purificar el bien que he hecho mal este día y durante todo mi vida. ¡Gloria al Padre, y al Hijo...!

Tercero - Para supilr por el bien que yo debía de haber hecho y que he omitido este día, y durante toda mi vida. ¡Gloria al Padre, y al Hijo...!

Una religiosa clarisa, recién muerta, se apareció a su abadesa o Madre Superiora, mientras que la abadesa rezaba por el alma de la fallecida. En ese momento, la difunta habló, diciendo: "Yo fui admitida directamente al Cielo porque, mediante esta oración que yo rezaba todas la noches, se pagaron todas mis deudas."



sábado, 19 de julio de 2008

Entrevista a Edmundo Abastoflor, Arzobispo de La Paz, Bolivia.

Alfredo Martínez entrevistó a Mons. Edmundo Abastoflor Arzobispo de La Paz, Bolivia.

Escucha la entrevista

viernes, 18 de julio de 2008

LA CORONILLA DE LA DIVINA MISERICORDIA


LA CORONILLA DE LA DIVINA MISERICORDIA
(se reza utilizando el rosario)


Jesús dijo a Sor Faustina (1, 197): Rezarás este rosario de la siguiente forma:

Primero, dirás un PADRENUESTRO, un AVEMARÍA y un CREDO.

Después, en las cuentas del rosario correspondientes al PADRENUESTRO, dirás las siguientes palabras:

Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de tu amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y de los del mundo entero.

En las cuentas del AVEMARÍA, dirás las siguientes palabras:

Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

Para terminar, díganse tres veces estas palabras:

Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.

SÚPLICA A LA VIRGEN DEL CARMEN. PARA TIEMPOS DIFÍCILES


SÚPLICA PARA TIEMPOS DIFÍCILES

"Tengo mil dificultades:
ayúdame.

De los enemigos del alma:
sálvame.
En mis desaciertos:
ilumíname.
En mis dudas y penas:
confórtame.
En mis enfermedades:
fortaléceme.
Cuando me desprecien:
anímame.
En las tentaciones:
defiéndeme.
En horas difíciles:
consuélame.
Con tu corazón maternal:
ámame.
Con tu inmenso poder:
protégeme.
Y en tus brazos al expirar:
recíbeme.
Virgen del Carmen, ruega por nosotros.
Amén."

lunes, 14 de julio de 2008

Requiem en Honor de las Ánimas del Purgatorio


MODO DE PRACTICAR ESTA PIADOSA DEVOCIÓN

Para hacer este ejercicio, cada uno puede servirse de un rosario común de cinco decenas, recorriéndolo dos veces para formar las diez decenas, o sea la centena de Réquiem.

Se empieza rezando un Padrenuestro y después una decena de Réquiem en esta forma:

Dadles, Señor, el eterno descanso y haced lucir sobre ellas vuestra eterna luz.

En cada cuenta grande se dirá la jaculatoria y ofrenda siguientes:

JACULATORIA

Almas santas, almas purgantes, rogad a Dios por nosotros, que nosotros rogaremos por vosotros para que El os dé la gloria del paraíso.

OFRENDA

Padre eterno, os ofrecemos la sangre, pasión y muerte de Jesucristo, los dolores de la Santísima Virgen y los de San José, por la remisión de nuestros pecados, la libertad de las almas del Purgatorio y la conversión de los pecadores.

En seguida se rezan la segunda y demás decenas de Réquiem sobre las cuentas pequeñas, repitiendo la jaculatoria y la ofrenda sobre cada cuenta grande. Acabadas las diez decenas, o sea la centena de Réquiem, se rezará la siguiente oración:

DE PROFUNDIS
Salmo CXXIX de David

Desde el profundo abismo de mis penas
a Ti clamo, Señor, de noche y día;
oye, mi Dios, los incesantes ruegos
de un corazón contrito que se humilla.

Estén gratos y atentos tus oídos
a mi voz lamentable y dolorida:
a Ti mis ayes y gemidos lleguen
pues a escucharlos tu piedad se inclina.

¿Si siempre airado tus divinos ojos
sobre las culpas de los hombres fijas,
quién estará confiado en tu presencia,
confundiéndonos sólo ante tu vista?

Más la eterna palabra de tu seno
que aplaque espero tus terribles iras;
porque son inefables tus promesas
y con tus gracias pecador invitas.

Así aunque mi alma acongojada gime
contemplando el rigor de tu justicia,
por tu palabra la indulgencia espera,
de que la hacen culpas tan indigna.

¡Oh pueblo electo! De mañana y noche,
en todos tus peligros y fatigas,
acógete al Señor con la confianza
que en su ley soberana nos intima.

Porque es inagotable su clemencia;
se muestra con los flacos compasiva;
de todas sus miserias los redime,
y siempre que le claman los auxilia.

Este Dios abrevie el tiempo
en que logre Israel su eterna dicha
cuando de tus pecados la liberte,
que con tanto rigor la tiranizan.

Encomendémonos ahora a las almas del Purgatorio y digamos:

¡Almas benditas! nosotros hemos rogado por vosotros que sois tan amadas de Dios y estáis seguras de no poderlo más perder: rogadle por nosotros miserables que estamos en peligro de condenarnos para siempre.

¡Dulce Jesús, dad descanso eterno a las benditas almas del Purgatorio!

miércoles, 9 de julio de 2008

Plegaria Silenciosa



Le pedí fuerzas a Dios para llegar más lejos,
y me hizo débil
para que aprendiera la humilde obediencia.

Le pedí salud para hacer cosas grandiosas,
y me hizo frágil para que hiciera cosas mejores.
Le pedí riquezas para ser feliz,
y me dio la pobreza para que fuera sabio.
Le pedí poder para ser admirado por los hombres,
y me dio debilidad
para que sintiera la necesidad de Dios.
Le pedí todas las cosas para disfrutar la vida,
y me dio vida para disfrutar todas las cosas.
No tuve nada de lo que pedí,
pero todo lo que esperaba,
casi a pesar de mí mismo,
mis silenciosas plegarias fueron escuchadas.
Soy el más rico en bendiciones
entre todos los hombres.

La Cruz en mi bolsillo


Llevo una cruz en mi bolsillo
un recordatorio de que soy cristiano.

No importa donde me encuentre.
Esta pequeña cruz no es mágica
ni es un talismán de buena suerte.
No esta hecha para protegerme de todo daño.
No es para identificación
para que todo el mundo la vea.
Es simplemente un acuerdo entre mi Salvador y yo.
Cuando meto la mano en mi bolsillo
para sacar una moneda o una llave,
la cruz esta ahí para recordarme que
El se sacrificó por mí.
Me recuerda también dar las gracias
por mis bendiciones diarias
y esforzarme por servir a Dios mejor en todo
lo que digo y hago.
También es un recordatorio diario por la paz
y el bienestar que comparto con quienes
conocen al Señor y se entregan a su cuidado.
Por lo tanto, llevo una cruz en mi bolsillo.
Recordándome a mi solo
que Jesucristo será Señor de mi vida
únicamente con permitirle que lo sea.

domingo, 6 de julio de 2008

YO EN LA CAMA, TU EN LA CRUZ


YO EN LA CAMA, TU EN LA CRUZ
¡Jesús, Jesús! Yo en la cama y Tu en la cruz.


Yo en la cama, acostado; Tu en la cruz, clavado.

Yo, la cabeza en blanda almohada; Tu, la tuya, de espinas coronada.

Yo, quejándome; Tu, animándome.

Yo, sin pensar que mis dolores unidos a los Tuyos, tienen un valor infinito.

Tu, anhelando sufrir más para pagar nuestros pecados.

Jesús, Jesús, yo en la cama y Tu en la cruz.

Jesús, creo en ti. Jesús, espero en ti. Jesús, voy a ti.

Fuente: Devocionario Católico

viernes, 4 de julio de 2008

CORONA FRANCISCANA

Historia: Los "Siete gozos", también conocidas como la Corona Franciscana o Rosario Seráfico, es una devoción que recuerda siete episodios felices en la vida de la Santísima Virgen María. La costumbre originó entre los franciscanos a principios del siglo quince en Italia, durante la era de San Bernardino de Siena (1380-1444). Los temas, sin embargo, son más antiguos. Se parecen a los Gaudes del siglo doce, alabanzas en latín que ruegan a María que se alegra porque Dios la ha favorecido de varias maneras.

El símbolo tradicional de las Siete Alegrías es el Corazón Inmaculado de María, o sea un corazón circundado de rosas blancas y encima de todo una llama de fuego que representa su amor hacia a Dios y la humanidad.San Francisco "circundaba de amor indecible a la Madre del Señor Jesús, por haber hecho hermano nuestro al Señor de la majestad y haber tenido misericordia de nosotros. En ella sobre todo, después de Cristo, ponía toda su confianza y por eso la hizo abogada suya y de sus hermanos. Ayunaba en su honor con gran devoción, desde la fiesta de los apóstoles Pedro y Pablo hasta la fiesta de la Asunción" (Buenaventura, Leyenda Mayor, 9,3). Los siete gozos de la Virgen es una devoción franciscana parecida al Rosario. Se remonta al siglo XV y está en el origen de la corona de siete misterios que muchos franciscanos y franciscanas llevan colgada en el cordón. Es una oración muy sencilla, asequible para todos los que desean honrar a la Virgen María, reviviendo con ella algunos misterios de la vida de su Hijo Jesucristo. La corona franciscana consta de 72 avemarías, con la meditación de las siete principales alegrías que la Virgen experimentó a lo largo de los 72 años que, según la tradición, duró su peregrinación por este mundo.

Introducción
- Dios mío, ven en mi auxilio.
- Señor, date prisa en socorrerme.
- Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Primer gozo - El ángel Gabriel anuncia a María el Nacimiento de Jesús.
- Lc 1,30-31.38 y reflexión
- Padre nuestro, 10 avemarías y gloria.
Oh María, Virgen de la escucha, tú eres la llena de gracia,tú eres la humilde esclava del Señor. Tú has dado libremente tu sí al anuncio del ángel y te has convertido en madre del Hijo de Dios hecho hombre.Enséñanos a decir siempre sí al Señor, aunque nos cueste.

Segundo gozo - María visita a su pariente Isabel
- Lc 1,39-42 y reflexión
- Padre nuestro, 10 avemarías y gloria
Tú, María, madre del Señor, llevando a Jesús, que ha tomado cuerpoen ti, vas a visitar con gozosa premura a la anciana prima Isabel,para ponerte a su servicio. A tu saludo, su hijo es santificado por la presencia del Salvador. Enséñanos, Madre de Dios, a anunciar y llevar siempre a Jesús a los demás.

Tercer gozo - Jesús, Hijo de Dios, nace de la Virgen María.
- Lc 2,6-7 y reflexión
- Padre nuestro, 10 avemarías y gloria
Oh María, madre siempre Virgen, en la pobreza de una cueva has dado a luz a Jesús, venido al mundo para nuestra salvación.Tú adoras como Hijo de Dios al que has engendrado.Guíanos por el camino de una fe viva en Jesús, nuestro Señor y Salvador.

Cuarto gozo - Unos magos de Oriente adoran al niño Jesús en Belén.
- Mt 2,1.11 y reflexión
- Padre nuestro, 10 avemarías y gloria
Oh María, pobre y humilde de corazón, enséñanos a no juzgar,sino a confiar únicamente en la misericordia de Dios,que no hace distinción de personas. Porque, si nuestra fe no se traduce en obras, muchos "magos" nos irán por delanteen el reino de los cielos.

Quinto gozo - María y José encuentran al niño Jesús en el Templo.
- Lc 2,43.46.48-49 y reflexión
- Padre nuestro, 10 avemarías y gloria
Oh María, Virgen del silencio, tú saltas de gozo al encontrara Jesús en el templo de Jerusalén, y adoras el misteriodel Hijo de Dios Creador, que en Nazaret vive obediente a sus criaturas.Enséñanos a buscar siempre a Jesús y a vivir en su obediencia.

Sexto gozo - Jesús resucita victorioso de la muerte y se aparece a los suyos
- Hc 1,14; 2,1-4 y reflexión
- Padre nuestro, 10 avemarías y gloria
Oh María, fuente del gozo, tú eres la madre del Señor resucitado.Él es quien ha vencido la muerte. El es nuestra esperanzaen el camino de la vida. Enséñanos, María, a vencer la muerte delegoísmo, para vivir en la resurrección del amor.

Séptimo gozo - María es elevada al cielo y coronada como reina y primicia de la humanidad redimida.
- Ap 11,19; 12,1 y reflexión
- Padre nuestro, 10 avemarías y gloria
Oh María, Reina de los ángeles y de los santos, coronada de gloria y honor en el gozo sin fin del paraíso,tú brillas delante de nosotros como estrella de la mañana.Enséñanos, Madre, a caminar por el mundo con la mirada puestaallá donde está el gozo auténtico y definitivo.

Letanías de nuestra Señora
Se recitan las letanías lauretanas u otras semejantes
Saludo a la Virgen
Se puede decir la Salve, o el siguiente Saludo de San Francisco:
Salve, Señora, santa Reina, santa Madre de Dios,que eres Virgen hecha Iglesia,y elegida por el Santísimo Padre del Cielo,consagrada por él con su santísimo Hijo amadoy el Espíritu Santo Paráclito,en la que estuvo y está toda la plenitud de la gracia, y todo bien.
Salve, palacio suyo; salve, tienda suya;salve, casa suya, salve, vestidura suya; salve, sierva suya; salve, madre suya,y todas vosotras, virtudes santas, que por la gracia y la iluminacióndel Espíritu Santo sois infundidas en el corazón de los creyentes,para que de infieles se vuelvan fieles a Dios.

Conclusión
Oremos: Oh Dios, que en la gloriosa resurrección de tu Hijo has devuelto la alegría al mundo entero, concédenos por intercesión de la Virgen María poder gozar de las alegrías sin fin de la vida eterna. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

jueves, 3 de julio de 2008

Proximo evento de Hombre Nuevo. Sábado 12 de Julio


Te invitamos al próximo evento de Hombre Nuevo "Como ser dueño de tu vida". Sábado 12 de Julio a las 3 de la tarde en el Teatro de la Juventud. Calle 10 esq. Canario. Col. Tolteca. enfrente de la Delegación Alvaro Obregón.

Consulta el mapa para llegar:

martes, 1 de julio de 2008

Galería Fenómenos

ORACIÓN POR JUAN PABLO II

ORACIÓN PARA IMPLORAR FAVORES
POR INTERCESIÓN DEL SIERVO DE DIOS
EL PAPA JUAN PABLO II




Oh Trinidad Santa,
Te damos gracias por haber concedido a la Iglesia
al papa Juan Pablo II
y porque en él has reflejado la ternura de Tu paternidad,
la gloria de la cruz de Cristo
y el esplendor del Espíritu de amor.
Él, confiando totalmente en tu infinita misericordia
y en la maternal intercesión de María,
nos ha mostrado una imagen viva de Jesús Buen Pastor,
indicándonos la santidad, alto grado de la vida cristiana ordinaria,
como camino para alcanzar la comunión eterna Contigo.
Concédenos, por su intercesión, y si es Tu voluntad,
el favor que imploramos,
con la esperanza de que sea pronto incluido
en el número de tus santos.
Amén.

Con aprobación eclesiástica
CARD. CAMILLO RUINI
Vicario General de Su Santidad
para la Diócesis de Roma

© Libreria Editrice Vaticana

Bienvenido


Hola! Hoy iniciamos este nuevo medio por el cual estaremos en contacto. Gracias a tí "Fenómenos del Espíritu" se ha convertido en el programa religioso más escuchado, tanto en AM como en FM.

En esta página podrás encontrar en un futuro: Actividades de Hombre Nuevo, Actividades de "Fenómenos del Espíritu", Oraciones e información adicional del Programa "Fenómenos del Espíritu".

"Porque los Fenómenos se hacen posible, sólo si tu le abres el corazón a ellos..."