miércoles, 4 de julio de 2012

Oración a la Virgen del Refugio


Concédeme, oh Reina del Cielo, que nunca se aparten de mi corazón el temor y el amor de tu Hijo Santísimo; que por tantos beneficios recibidos, no por mis méritos, sino por la largueza de su piedad, no cese de alabarle con humildes acciones de gracias; que a las innumerables culpas cometidas suceda una leal y sincera confesión y un firmísimo y doloroso arrepentimiento y finalmente, que logre merecer su gracia y su misericordia.


Suplico también, oh puerta del cielo y abogada de pecadores, no consientas que jamás se aparte y desvíe este siervo tuyo de la fe, pero particularmente que, en la hora postrera, me mantenga con ella abrazado; si el enemigo esforzare sus astucias, no me abandone tu misericordia y tu gran piedad.


Por la confianza que tengo en ti puesta, alcánzame de tu Santísimo Hijo el perdón de todos mis pecados y que viva y muera gustando las delicias de tu santo amor.

Amén.

Fue bruja quince años, pero las novelas de terror y un superhéroe católico la llevaron a la Iglesia. Con información de: Religionenlibertad.com

Libby Edwards es una mujer que nació en Halloween y fue, desde los 20 a los 35 años, neopagana y bruja. Realizaba rituales, organizaba eventos paganos y practicaba talentos "ocultos" (en el sentido de sobrenaturales): "Yo parecía tener un don particular para la adivinación y el trato con los muertos, y aprendí a sanar y a maldecir, aunque decididamente tenía más éxito con lo segundo que con lo primero".


¿Cómo llegó a eso? Por los libros. ¿Y como salió de allí? Por las novelas, los cómics, los juegos de rol y la gracia de Dios, "que vino a buscarme donde yo estaba".