jueves, 16 de enero de 2014

Robo Sacrílego en nuestra Ciudad de Oaxaca. Texto de Mons. José Luis Chávez Botello Arzobispo de Antequera-Oaxaca


Enero 12 de 2014.

Con gran dolor y tristeza nos enteramos anoche del robo sacrílego perpetrado el día de ayer en el templo de San José en nuestra ciudad de Oaxaca; era el primer día del Jubileo Circular de las Cuarenta Horas.

Eran las 2.45 de la tarde cuando un hombre aproximadamente de 50 años de edad entró al templo, se dirigió al altar mayor, tomó la custodia en la que estaba expuesto el Santísimo Sacramento y la metió en una bolsa negra; una mujer de inmediato le llamó la atención pero el hombre sacó una pistola revólver y apuntándole le dijo: "cállate y quédate quieta, no vengo solo"; se dirigió rápidamente hacia la puerta principal del templo sin dejar de apuntar con la pistola a la mujer y se fue.

De inmediato se dio aviso al Apoderado Legal y éste a las autoridades correspondientes, se inició la denuncia y las investigaciones con el apoyo de las diferentes corporaciones policiacas y la revisión de cámaras instaladas en las diferentes partes de la ciudad. Se hizo la averiguación previa y se cuenta con el retrato hablado de la persona.

Para los católicos no se trata solo de un robo entre tantos, se trata de un grave sacrilegio por tratarse de lo más grande para nosotros: la presencia viva de Jesucristo Sacramentado en la Hostia Consagrada. Ante este hecho reprochable que nos ofende gravemente no podemos quedar indiferentes, por esto mi exhortación urgente a todos los sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles laicos: 

1- Preparar y organizar bien una Hora Santa de desagravio, como momento fuerte de oración, en todas las capillas y templos de nuestra Diócesis en un día de la semana; en los templos y capillas de nuestra ciudad de Oaxaca promuévase este acto de desagravio ante Jesús Sacramentado durante todos los días de la semana a partir de mañana lunes, de preferencia inmediatamente antes o después de la celebración de la Eucaristía por la tarde; yo mismo participaré en esa Hora y presidiré la Eucaristía el martes y viernes en el templo de San José. Pido a los diferentes Movimientos y Asociaciones animar en sus templos y con su párroco este acto; a las casas religiosas y monasterios unirse desde sus comunidades a esta intención. Reflexionemos todos como Iglesia y pidamos perdón al Señor.

2- En los Jubileos y templos donde se tiene adoración perpetua o la exposición de Jesús Sacramentado por varias horas, organícese siempre la adoración asegurando que, en las horas menos visitadas, al menos seis personas acompañen al Señor para no exponernos a este tipo de atropellos.

3- Tomar precauciones y mejorar la vigilancia de nuestros templos implementando las medidas pertinentes incluyendo vasos y objetos sagrados, imágenes y alcancías para evitar sean sustraídas. Son patrimonio de la comunidad cristiana, a través de ellos nuestros abuelos nos transmitieron y fortalecieron la fe; muchos son también patrimonio artístico; seamos buenos custodios para pasarlos a la siguiente generación.

4- Tener siempre a la mano los números de teléfono del Apoderado Legal, Procuraduría de Justicia, Secretaría de Seguridad Pública y Policía Municipal.

5- Organizar una red estable de aviso y apoyo para casos de emergencia como este apoyándose en los Medios de Comunicación y en las redes sociales.

6- Difundir la información en los tableros de los templos, el retrato hablado de esta persona para que pronto se haga posible su ubicación y recuperar principalmente la Hostia Consagrada y la custodia.

Participemos de manera activa para erradicar toda clase de delitos en nuestras comunidades. Mi llamado a quien cometió este grave delito, si familiares o vecinos llegan a identificarlo es importante exhortarle a que entregue la Hostia Consagrada y la custodia a través de otra persona u otro medio; en todo caso dar aviso a las autoridades. Cambiemos de actitud, limpiemos nuestra sociedad y protejamos la vida, nuestros valores y lo más sagrado que tenemos.

Que María Santísima, que sufrió los agravios y atropellos a su Hijo, nos acompañe y proteja en este camino de fe.

Con mi saludo y bendición para todos.

CARTA PASTORAL del Obispo Miguel Patiño Velázquez, al pueblo de Dios que peregrina en la diócesis de Apatzingán y demás personas de buena voluntad

Para bajar el documento original en formato PDF, da clic en la imagen

“Aunque camine por valle de tinieblas,
ningún mal temeré, porque Tú vas conmigo;
tu vara y tu cayado me dan seguridad” (Salmo 23,4). 

Estimados hermanos y hermanas:

Los hechos recientes, de este nuevo año 2014, han llenado de indignación a nuestro pueblo al cerciorarse de que ni los políticos ni el gobierno dan muestras de querer solucionar el problema de Tierra Caliente. En lugar de buscar a los criminales que dañan a la comunidad, el ejército mexicano, por órdenes superiores, fue a desarmar a las autodefensas de Nueva Italia y Antúnez agrediendo a la gente indefensa con el resultado de tres hombres muertos. La situación se les salió de control y al verse rodeados por la población comenzaron a disparar, primero al aire y después a las personas.

Las palabras distan mucho de los hechos. Apatzingán está desde el viernes pasado hundida en el miedo y la zozobra. La quema de carros, negocios y hasta la presidencia municipal por parte del crimen organizado, que actuaron impunemente, mientras dos batallones de soldados estaban acuartelados. En la autopista Apatzingán – Nueva Italia, los enviados del crimen organizado quemaron autobuses, tráileres y camiones de carga sin que los federales ni los militares lo impidieran 

El crimen organizado sigue obligando a la gente a asistir a sus manifestaciones, sus líderes están plenamente identificados y no hay autoridad que los pare.

Como resultado del Acuerdo para el apoyo de la Federación a la seguridad de Michoacán, firmado el pasado lunes, el día de ayer llegaron a Apatzingán cientos de militares y federales con todo un despliegue de fuerzas para integrar la policía militar. Hoy, en su presencia, el crimen organizado quemó una farmacia en pleno centro de la ciudad, alrededor de las 7:30 de la mañana. 

El pueblo está exigiendo al gobierno que primero agarren y desarmen al crimen organizado. El ejército y el gobierno han caído en el descrédito porque en lugar de perseguir a los criminales han agredido a las personas que se defienden de ellos. ¿No han comprendido que nos encontramos en un “Estado de necesidad”?

Dietrich Bonhoeffer, líder religioso alemán que murió durante el Nazismo, escribía a su novia desde la prisión diciéndole: “Se precisa un concilio de todas las Iglesias… ¿Para qué? Nosotros somos conscientes de que alguien debe consolar a las víctimas, pero también alguien debe frenar a la máquina que asesina” (Cartas de amor desde la prisión).

Les pedimos a los políticos, al gobierno y al Secretario de Gobernación que den a los pueblos de nuestra región signos claros de que en realidad quieren parar a la “máquina que asesina”. La gente espera una acción más eficaz del Estado en contra de los que están provocando este caos.

Deseamos que la venida del Sr. Gobernador Fausto Vallejo Figueroa a esta ciudad de Apatzingán manifieste que sí hay voluntad política de buscar la paz anhelada.

Al pueblo de Dios que peregrina en nuestra diócesis los exhortamos a no perder la esperanza, Dios está con nosotros y no nos deja solos en los momentos de peligro. Sigamos orando más fervientemente por la paz, con la confianza de que María, Reina de la Paz intercede por nosotros.

Con mi profundo cariño y oraciones por el pueblo de Dios que camina en Tierra Caliente, tan castigado por el flagelo de la violencia absurda y fratricida.

“¡La bondad y el amor me escoltan todos los días de mi vida!
Y habitaré en la casa del Señor a lo largo de mis días” (Salmo 23,6).

+Miguel Patiño Velázquez, msf.
Obispo de Apatzingán.

Apatzingán, Mich., 15 de Enero de 2014

Aviso de la Arquidiócesis de Antequera-Oaxaca



Presentamos el retrato hablado del hombre que hurtó la custodia con el Santísimo Sacramento, en el Templo de San José de Gracia. pedimos su difusión y por instrucciones del Arzobispo se ponga una copia en lugares visibles de los templos, parroquias, capillas, capellanias y santuarios de nuestra Arquidiócesis.