miércoles, 27 de enero de 2010

Próximo Evento de Hombre Nuevo. Volver a Empezar...Es Posible Retomar Mi Vida"

SÁBADO 30 DE ENERO A PARTIR DE LAS 10:30 HRS.
CENTRO UNIVERSITARIO MÉXICO
CONCEPCIÓN BEISTEGUI NO. 1106
COL. DEL VALLE.


Consulta el Horario y Temas de las conferencias:

ACTIVIDADES GRATUITAS DE 7:30 A 10:30 HRS.
- ORIENTACIONES PSICOLÓGICAS
- PROYECCIÓN DEL PELÍCULA: DE PUERTA EN PUERTA

A PARTIR DE LAS 10:30 HRS:
CONFERENCIA 1: MARÍA SANZ: “¿CÓMO LOGRO LO QUE QUIERO EN LA VIDA?”.

CONFERENCIA 2: DIANA RODRÍGUEZ: “CON LA FUERZA Y ACTITUD DE VOLVER A EMPEZAR”.

Preventa para el Evento de Hombre Nuevo 30 de Enero de 2010

LIBRERÍA CASA DE MARÍA INMACULADA
Adolfo Prieto 1605
casi esp. con Parroquia
Col. Del Valle

Tel.- 55-34-42-00
Tel.- 55-34-42-14


HORARIO: DE MARTES A DOMINGO DE 8:30 A 19:00 HRS.

Costo del Boleto en Preventa: $50.00
Costo del Boleto el día del Evento: %100.00

Credencial y Pulcera de Vida Nueva: 2 X 1

martes, 19 de enero de 2010

El Papa en el Ángelus: “Nuestro anuncio del Evangelio de Cristo será tanto más creíble y eficaz cuanto más estemos unidos en su amor”..."

El Papa en el Ángelus: “Nuestro anuncio del Evangelio de Cristo será tanto más creíble y eficaz cuanto más estemos unidos en su amor”; nuevo llamamiento por Haití

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – La Jornada del Migrante y del Refugiado, el diálogo religioso con los Judíos y la unidad de los Cristianos han sido los tres temas tocados por el Santo Padre Benedicto XVI en su discurso en el Ángelus del domingo 17 de enero. La presencia de la Iglesia al lado de los Migrantes “ha sido constante en el tiempo, alcanzando metas importantes a inicios del siglo pasado”, dijo el Santo Padre, recordando que la Jornada de este año pone la atención en los migrantes y refugiados menores de edad. “También el niño, en efecto, de cualquier nacionalidad y color de piel, debe ser considerado ante todo y siempre como persona, imagen de Dios, que debe ser promovida y tutelada contra toda marginación y explotación”.

Anunciando el encuentro de la tarde con la Comunidad judía de la ciudad de Roma, el Santo Padre lo ha definido “una ulterior etapa en el camino de concordia y amistad entre católicos y judíos”, y ha reafirmado que “a pesar de los problemas y las dificultades, entre los creyentes de las dos religiones se respira un clima de gran respeto y de diálogo, atestiguando cuánto han madurado las relaciones, y el empeño común de valorar lo que nos une”.
Finalmente, Benedicto XVI recordó la Semana de oración por la unidad de los Cristianos, del 18 al 25 de enero, que “constituye, para cuantos creen en Cristo, un tiempo propicio para reavivar el espíritu ecuménico, para encontrarse, conocerse, rezar y reflexionar juntos”. Refiriéndose al tema bíblico escogido para este año – “Vosotros seréis testigos de todo esto” (Lc 24,48) – el Papa afirmó: “nuestro anuncio del Evangelio de Cristo será tanto más creíble y eficaz cuanto más estemos unidos en su amor, como verdaderos hermanos. Invito por tanto a las parroquias, a las comunidades religiosas, a las asociaciones y a los movimientos eclesiales a rezar incesantemente, de modo particular durante las celebraciones eucarísticas, por la plena unidad de los cristianos”.
Inmediatamente después del Ángelus, el Pontífice volvió de nuevo a la dramática situación de Haití con estas palabras: “Nuestro pensamiento, en estos días, está dirigido a las queridas poblaciones de Haití, y se hace oración de corazón. El Nuncio Apostólico, que gracias a Dios está bien, me tiene constantemente informado, y así he sido enterado de la dolorosa desaparición del arzobispo, como también de tantos sacerdotes, religiosos y seminaristas. Sigo y animo el esfuerzo de las numerosas organizaciones caritativas, que se están haciendo cargo de las inmensas necesidades del país. Rezo por los heridos, por los sin techo, y por cuantos han perdido trágicamente la vida”. (SL) (Agencia Fides 18/01/2009; líneas 30 palabras 433)

Todos los Espiritinos se encuentran bien salvo un seminarista

Port au Prince (Agencia Fides) – “Ha sido confirmado que todos los Espiritinos (Congregación del Espíritu Santo), con excepción de un seminarista, Stephane Douge, han sobrevivido al terremoto de Haití”, comunica a Agencia Fides el Secretario General de la Congregación, P. John McFadden.

La noticia fue confirmada por el Superior local, P. Paulin Innocent, quién sobrevivió al derrumbe de una parte del College St. Martial. También los otros Espiritinos de Cap Haitien, Cote Plage y Furcy han sobrevivido. “Agradecemos a Dios porque tantos de nuestros hermanos han sobrevivido a este terrible desastre –concluye P. John- y aseguramos nuestras oraciones y nuestro apoyo para las obras de socorro y por los operadores pastorales que se han quedado, y que deben realizar su ministerio con la población en tan terribles situaciones”. (SL) (Agencia Fides 18/1/2010; líneas 10, palabras 138)

Monfortianos: son 10 los seminaristas muertos, confirmada la muerte del sacerdote perdido

Port au Prince (Agencia Fides) – A partir de las actualizaciones enviadas por P. Maurice sobre la situación de los Montfortianos, resulta que fallecieron 10 estudiantes, que habían participado en una Conferencia en el IFOR (Instituto de estudios para religiosos y religiosas), cuando la estructura se desmoronó sobre el autobús que ocupaban mientras se disponían a dejar el lugar. Además se ha confirmado la muerte del P. Jean-Baptiste en Baussan. (SL) (Agencia Fides 18/1/2010; líneas 7, palabras 82)

Hermanos de las Escuelas Cristianas: ningún herido, el noviciado acoge a las religiosas que se han quedado sin casa

Port au Prince (Agencia Fides) – “En Haití tenemos a 15 hermanos distribuidos en Ile de la Tortua, en Port de Paix y en Port au Prince. No ha habido ni muertos ni heridos, ni lesiones a nuestras casas.

Solo leves daños al noviciado de Port au Prince que sin embargo ha abierto las puertas a las religiosas que se han quedado sin casa”, dice a Fides el Procurador general de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, P. Leonardo Tejeiro. En Haití los religiosos administran escuelas primarias para unos 6 mil alumnos, una escuela profesional, un Centro para la formación de maestros, un Centro para la Pastoral, además de ofrecer su aporte a las actividades pastorales. (SL) (Agencia Fides 18/01/2010; líneas 9, palabras 135)

Encontrados vivos los tres clérigos de San Viator, dispersos en Grand Goave

Port au Prince (Agencia Fides) – La Procura general de los Clérigos de San Viator, contactada por la agencia Fides, afirma que según las noticias que le han llegado desde sus comunidades en Haití, la Villa Manrères (casa de la comunidad de Port au Prince) ha sido destruida y la encargada de la recepción fue sepultada por los escombros. Los hermanos de Cazeau (lugar del postulantado y del noviciado) están bien, así como los de Gonaives.

Sus casas no han sido tan afectadas por el terremoto. Y precisamente mientras el encargado de la Comunidad hablaba con la Agencia Fides llegó la noticia de que los tres clérigos (Jean Michelin, Alex Monfiston y el postulante Christophe) que se encontraban en Grand Goave han sido encontrados vivos, aunque heridos y con fracturas. El Superior General de los Clérigos de San Viator, p. Mark Francis, ha invitado a todos los miembros de la congregación a participar en el esfuerzo global humanitario para ayudar al pueblo haitiano, exhortando a la comunidad Viatoriana a rezar por los difuntos y por los sobrevivientes de esta terrible tragedia. Los primeros clérigos de San Viator llegaron a Haití en 1965 para sostituir a los Jesuitas – expulsados por el presidente Duvalier en 1964 – como directores y profesores del Seminario Mayor de Teología. La comunidad de los Clérigos de San Viator en Haití es parte de la provincia de Canadá. (CE) (Agencia Fides 18/01/2010 – líneas: 16, palabras: 243)

lunes, 18 de enero de 2010

Familia Dominica: todos los padres están a salvo, una religiosa herida

Port au Prince (Agencia Fides) – La Agencia Fides ha contactado al Secretario General de la Curia de los Padres Dominicos, quien refirió una reciente comunicación con el padre Manuel Rivero op (Vicario de Haití) sobre la situación después del terremoto en la zona de Port au Prince, en donde trabaja los religiosos.

En Haití trabajan 7 religiosos dominicos (incluido el p. Manuel Rivero), y todos los religiosos están vivos. La Familia Dominica en Haití cuenta también con la presencia de las Hermanas de la Caridad Dominicas de la Presentación de la Santísima, Virgen, que tienen 2 casas en Haití, una en Port au Prince (Maison Marie Poussepin) y otra en La Plaine, Notre Dame della Presentation. El Secretario General refirió a Fides que una de las hermanas ha quedado herida y las demás han sido salvadas de la furia del terremoto que destruyó completamente una de sus casas.
El p. Manuel Rivero refirió asimismo que ayer por la tarde han logrado extraer de los escombros el cuerpo de uno de los estudiantes de la escuela administrada por los Dominicos, y a transportar el cuerpo a pie, porque las calles están completamente bloqueadas. Muchos otros sobrevivientes han sido acogidos en la casa de las Hermanas de Cluny, que ha resistido el terremoto. La familia Dominica está presente en Haití desde hace 50 años y depende de la Provincia Dominica de Toulouse. (CE) (Agencia Fides, 16/01/2010; líneas 16 palabras 231)

Redentoristas: la iglesia de San Gerardo reducida a escombros, los estudiantes duermen en el jardín

Port au Prince (Agencia Fides) – El padre Joseph P. Dorcey, C.Ss.R., Secretario general de la Congregación de los Redentoristas, ha enviado a la Agencia Fides un reporte sobre la situación de los hermanos presentes en el país afectado por el terremoto, según las informaciones dadas por el p. Mario Boies, C.Ss.R., Superior Provincial de la Provincia de Sainte-Anne de Beaupré (Quebec, Canadá), de la que Haití es una Región.

Estas son las informaciones: “Ningún Redentorista ha muerto por el terremoto. Todos están vivos. Un Redentorista ha quedado levemente herido. Un Redentorista ha perdido a su madre y a su hermana (quizás hay otras víctimas entre los familiares). La iglesia de San Gerardo de Port-au-Prince ha sido reducida a escombros. La parte nueva de la casa de los estudiantes ha sido destruida y los estudiantes viven ahora en el jardín. Debemos pensar a los fondos. La reconstrucción costará alrededor de 2 millones de dólares (con una estimación prudente)”. Estos datos han sido confirmados también poco después por el padre Adonai Jean Juste, Superior regional.
Los Redentoristas en Haití tienen una casa principal: casa e iglesia de San Gerardo fundada en 1929. Están en Haití, oficialmente como región misionera de Port au Prince, desde el 11 de setiembre de 1984 y tienen 41 miembros (hasta el 14 de diciembre de 2008). Los miembros están repartidos en 6 casas de las cuales 5 en Haití y 1 en Guadalupe, en la Isla María Galante. La casa madre está en Port au Prince, en la casa di San Gerardo junto a la parroquia di San Gerardo que sirve a una numerosa población de gente modesta de cerca 100.000 habitantes. La casa de San Clemente acoge el estudiantado con 13 estudiantes de filosofía y 5 de teología. (CE) (Agencia Fides, 15/01/2010; líneas 19 palabras 293)

Hijas de la Sabiduría: 3 religiosas muertas, otras 3 debajo de los escombros

Port au Prince (Agencia Fides) – Tres religiosas de la Congregación de las Hijas de la Sabiduría, de la familia Montfortiana, fallecieron en la casa de acogida en Carrefour, que se derrumbó por el terremoto: sor Marie-Flore de St Cyrille, sor Marguerite du Calvaire y sor Christine-Marie de Montfort (francesas, en misión desde hace más de 40 años). Las tres fueron enterradas ayer, 15 de enero. Otras 3 religiosas permanecen aún bajo los escombros de la misma casa y hay pocas posibilidades de encontrarlas aún con vida. (SL) (Agencia Fides 16/1/2010; líneas 7, palabras 101)

Aquí escribes el resto del contenido que no se vera.

Monfortianos: 9 seminaristas muertos, un sacerdote desaparecido

Port au Prince (Agencia Fides) – “Es la hora de las lágrimas, hay desolación por todas partes”, escribe P. Maurice, SMM, desde Haití, donde los monfortianos (Compañía de María) están presentes desde 1871 con una docena de comunidades en las que trabajan unos 50 sacerdotes religiosos.

A ellos se agregan unos veinte estudiantes en las diversas etapas de su camino formativo. Según las informaciones enviadas a Agencia Fides por P. Alfio, de la Secretaría provincial de los Misioneros Montfortianos, 9 seminaristas han muerto y se teme la suerte de un sacerdote, P. Jean Baptiste. Probablemente ha sido aplastado por los bloques de cemento precipitados desde los diversos pisos de la casa de acogida de Baussan, que se desmoronó en su totalidad cuando el sacerdote trataba de salir precipitosamente de la casa. Los 9 seminaristas, 8 teólogos y otro seminarista recientemente llegado del Perú, estaban participando en una conferencia en el Cifor (Instituto de estudios para los religiosos y las religiosas), cuando la estructura se desmoronó sobre el pulman que ocupaban mientras se aprestaban a dejar el lugar: fueron así aplastados por las placas de cemente y ha sido imposible intervenir.
En 1871 los primeros religiosos de la Compañía de María, tras haber dejado Francia, desembarcaron en Haití. Fundaron la misión, dirigiendo al mismo tiempo en Pontchâteau, Francia, un seminario para la formación de sacerdotes haitianos. Hoy son unos 50 los montfortianos haitianos ayudados en su apostolado en Haití por algunos misioneros de Francia y Canadá. Se encargan de algunas parroquias de la diócesis Port-de-Paix al noroeste del país, y también están presentes en las diócesis de Port-au-Prince y Gonaives y en una misión en Bahamas y una en las Antillas Francesas. Además del ministerio parroquial, los religiosos de la Provincia dirigen diversas iniciativas destinadas sobre todo a la ayuda de los más pobres. Un religioso de la Provincia trabaja también en Nassau, Bahamas, en un Centro de Orientación para los numerosos prófugos haitianos que viven ahí. (SL) (Agencia Fides 16/1/2010; líneas 24, palabras 333)

Salesianos: “estoy vivo por milagro” afirma un misionero salesiano italiano, mientras 200 estudiantes son dados por muertos

Port au Prince (Agencia Fides) - “Estoy vivo por milagro” escribe don Attilio Stra, salesiano italiano, misionero en Haití, en un mail con algunas actualizaciones. Don Stra ha confirmado la destrucción de la obra “San Juan Bosco” de Port au Prince Enam y de la obra de las pequeñas escuelas de P. Bonhem (OPEPB), confiadas a los Salesianos.

Los más de 200 estudiantes deben ser considerados muertos, junto a algunos adultos del personal laico. El salesiano concluye su mail pidiendo recordar en la oración a las víctimas de esta catástrofe. También ha llegado la noticia de que en la jornada de ayer, el 15 de enero, han sido celebrados los funerales de dos estudiantes post novicios de filosofía, Atsime Wilfrid y Vibrun Valsaint, muertos con la destrucción del Instituto “San Francisco de Sales” en Fleuriot-Tabarre, Port au Prince. Don Olibrice Zucchi, salesiano de la comunidad de Port au Prince Droullard, logró salvarse tirándose por la ventana de la sala donde estaba trabajando. Una secretaria que trabajaba en un ambiente limítrofe quedó en cambio sepultada bajo los restos de la estructura.
Don Calixte Iguintz, de la comunidad de Gonaives, Ecónomo de la Inspectoría de las Antillas, y Alberto Rodríguez, Ecónomo provincial, y el director de la Oficina para el desarrollo en Haití, Franklin Ortega, lograron conseguir tres teléfonos satelitales con carga baterías solar para tratar de establecer un puente comunicativo en grade de sostener la organización logística de la ayuda salesiana. Tales instrumentos deberían estar operativos desde el 19 de enero próximo con las debidas autorizaciones gubernamentales. La Procura misionera salesiana de New Rochelle ya ha enviado un container con arroz, cuya llegada se espera el lunes 18 de enero. (AP) (16/1/2010 Agencia Fides; líneas 21, palabras 296)

Las Hijas de María Auxiliadora comprometidas activamente con la emergencia del terremoto

Port-au-Prince (Agencia Fides) – En Port-au-Prince las Hijas de María Auxiliadora (FMA) cuentan con 6 comunidades. Además de la sede de la Inspectoría, que según le informaron a Fides no ha sufrido daños importantes, en otras comunidades si se han producido daños considerables. Una joven religiosa se encuentra herida en un hospital.

La FMA cuenta con escuelas, internados, orfanatos, centros promocionales, centros de acogida para niños de la calle, centros de alfabetización y formación profesional, oratorios y centros juveniles, donde hay una importante presencia de jóvenes, niñas y niños. Esta Inspectoría, llamada Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, cuenta actualmente con 79 FMA distribuidas en 14 comunidades. 63 religiosas de votos perpetuos, 16 de votos temporales y 7 novicias. Desde Santo Domingo, las hermanas de la Inspectoría Antillana, la más cercana, han escrito informando que están tratando de entrar en Haití para poder ver personalmente como ayudar a quienes han sido golpeados por esta tragedia. (AP) (16/1/2010 Agencia Fides; Líneas: 13; Palabras: 167)

Solidaridad con las víctimas de Haití por parte de las Conferencias Episcopales de América Latina

Santiago (Agencia Fides) - Las Conferencias Episcopales de México, Brasil, Bolivia, Ecuador y Chile han anunciado una colecta nacional para ayudar a la población haitiana en este momento de necesidad. Las Iglesias en América Latina le han pedido a la comunidad internacional de proveer con las necesidad inmediatas y han invitado a todos los cristianos a la solidariedad.

Con este fin, la Conferencia Episcopal de Chile anunció una segunda colecta los días sábado 23 y domingo 24 de enero, “en todas las Misas, depositando lo recabado en la cuenta corriente de Caritas Chile, que está canalizando la ayuda de las Iglesias locales en Haití”. También los Obispos de Bolivia, Brasil y Ecuador están organizando iniciativas similares en dichos países. “Con la ayuda de equipos especializados de Caritas Internacional, los recursos serán distribuidos en coordinación con los organismos locales en Haití”, comunica la Conferencia episcopal chilena. Por su parte, el episcopado mexicano invitó “a todos los católicos y a las personas de buena voluntad a rezar por esta nación hermana y ha colaborar generosamente con nuestros hermanos haitianos”. (AP) (16/1/2010 Agencia Fides; Líneas: 14; Palabras: 194)

El mundo católico chino, desde China continental hasta Hong Kong y Taiwán, comprometidos con la ayuda a las víctimas del terremoto en Haití

Pekín (Agencia Fides) – Oraciones y donaciones, son las palabras que se escuchan en estas horas. Desde todo el continente hasta Hong Kong y Taiwán, el mundo católico chino se está movilizando con todas sus fuerzas para responder al llamado del Papa en favor de las hermanas y hermanos de Haití golpeados por el terrible terremoto. Según la información recibida por la Agencia Fides, Mons. John Tong, Ordinario de la diócesis de Hong Kong, invitó a todas las parroquias a rezar y a realizar donaciones a favor de la población haitiana.

En un comunicado de la Secretaria General del Obispado se puede leer: “Además de la colecta de las misas del domingo 17 y 24 de enero, las parroquias deben organizar también otras ocasiones para recolectar fondos extraordinarios destinados a Haití”. Los modos concretos para poder hacer la donación se pueden encontrar en la página web de Caritas Hong Kong.
En el sitio de la Caritas de Taiwán, que ya destinó 10 mil dólares apenas supo del terremoto, se señala una cuenta corriente hacer las donaciones. Además del llamado urgente, dirigido a todas las personas de buena voluntad, la Caritas ha invitado a que cada uno contribuya con la población de Haití que se encontraba ya en una situación de extrema pobreza.
Además de la oración, de las colectas y del llamado solidario lanzado apenas se tuvo noticias del terremoto, Jinde Charities, la asociación caritativa católica del continente, continúa una extensa movilización para coordinar la ayuda destinada a la población haitiana. El nuevo Presidente de Jinde Charities, elegido el 19 de diciembre del 2009, Mons. Li Lian Gui, Obispo de la diócesis de Xian Xian (Cang Zhou), invitó a todos los católicos chinos a responder al llamado del Papa dando cada uno lo que puede. Ha alentado a “todos los miembros de Jinde Charities a activar todos los canales de la solidariedad, como ya se hizo durante el tsunami del 2004, el terremoto en Si Chuan de hace dos años, el tifón de Taiwán del pasado agosto y el terremoto en Abruzzo, Italia, del pasado abril”. (NZ) (Agencia Fides 16/01/2010 - líneas 25, palabras: 370)

Misioneras de la Inmaculada Concepción: se salvaron las religiosas, enormes daños a los edificios

Port au Prince (Agencia Fides) – La Congregación de las Misioneras de la Inmaculada Concepción (MIC), presentes en Haití con 49 religiosas (contando también las postulantes y las novicias) ha sufrido mucho con el terremoto de Haití. El trabajo de las Misioneras se realiza principalmente en las escuelas, en los centros de salud, en los centros de catecismo y en las parroquias. Sor Louise Denis, Superiora General de las Misioneras de la Inmaculada Concepción, declaró a Fides: “He logrado hablar con nuestras hermanas un día después del terremoto y, gracias a Dios, están todas bien. Lamentablemente los daños a los edificios son enormes. Las hermanas están acampando fuera por temor a un derrumbe. Estamos profundamente conmovidas con todo lo que está sucediendo... Rezamos al Señor para que acompañe a las víctimas, y para que la ayuda que está llegando pueda de algún modo aliviar el sufrimiento de las víctimas”.

La MIC, fundada por Délia Tétreault en 1902, tienen casas religiosas en algunos países de misión: Filipinas, Japón, Cuba, Perú y muchos otros. En Haití las MIC trabajan con los más pobres en la educación y en la pastoral parroquial. La última iniciativa se realizó en Dubuisson, con los campesinos, en una zona lejana de la ciudad. Tuvieron que comenzar desde cero con al escuela, los centros de salud y la animación misioneras, así como con otras iniciativas pastorales. (CE) (Agencia Fides 15/01/2010 – líneas: 17, palabras: 243)

Oblatos de María Inmaculada (OMI): un estudiante muerto, la casa provincial dañada y el teologado destruido

Port au Prince (Agencia Fides) – Los Misioneros Oblatos de María Inmaculada llegaron a Haití en enero de 1943, en la actualidad cuentan con unos 130 miembros, de los cuales dos Obispos, la mayor parte haitianos. Como confirmó a la Agencia Fides p. Loudeger Mazile, OMI de Haití, Consejero general para América Latina, los Oblatos manejan en Haití unas veintes parroquias, además del Seminario menor Colegio de Mazenod en Camp Perrin, el Colegio San Juan en Les Cayes, el Colegio San Dominique en Port Salut, la escuela S. André de Rendel, a la que hay que agregar un centro para enfermos de Sida manejado junto con las Misioneras de la Caridad, y un orfanato en Les Cayes.

El terremoto ha dañado seriamente la sede de la casa provincial mientras la nueva construcción, que estaba junto a ésta, se derrumbó. El Superior provincial, p. Gaspar Joint, le ha comunicado al Superior General de los OMI, que también el teologado ha sido destruido. Felizmente los formadores y los estudiantes que se encontraban en ese momento en el edificio se salvaron. Los otros estudiantes OMI estaban en el Centro de estudio para religiosos, Cifor, participando en una conferencia, el edificio se derrumbó y uno de los estudiantes oblatos falleció, se trata de Weedy Alexis, 28 años. Según la información recibida en la zona de Les Cayes las consecuencias del terremoto han sido menos violentas que en la capital. (S.L.) (Agencia Fides 15/1/2010, líneas: 18, palabras: 252)

“Haití ya era un país pobrísimo antes del terremoto, ahora estamos en la desesperación” afirma el director del hospital pediátrico “Saint Camille”

Port au Prince (Agencia Fides) - Padre Lovera, misionero camiliano, es el director del hospital pediátrico “Saint Camille” en Port Au Prince, que en estas horas está siendo literalmente asediado por los padres que piden salvar a sus hijos. “La situación es dramática – nos cuenta p. Lovera –. El terremoto ha sido tremendo. El hospital, que si bien ha sido construido según normas antisísmicas, ha sufrido graves daño, aunque no han impedido las actividades de nuestros médicos y de nuestras religiosas. Hay decenas de niños internados en los cuartos que usamos para las visitas y para los internos. Tenemos capacidad para 100 pacientes pero en este momento serán unos 300-400. No nos olvidemos que Haití era ya un país pobrísimo antes del terremoto. Ahora estamos en la desesperación”.

El p. Lovera continúa: “La fuerza del terremoto ha sacudido muros, camas, roperos, incluso la silla del dentista fue lanzada fuera del edificio por el sismo. En la ciudad todo está destruido, derrumbado, sepultado. No se sabe cuantos han sobrevivido, es una hecatombe. No hay alimentos, no hay agua, es una verdadera tragedia”. La misión de los Camilianos en Port au Prince cuenta con un hospital, un centro nutricional y un centro para niños discapacitados entre 0 y 18 años. La Fundación PRO.SA ong onlus, ha abierto una suscripción para ayudar al Hospital Pediátrico “St. Camille” de Port Au Prince, manejado por los misioneros Camilianos. (AP) (15/1/2010 Agencia Fides; Líneas: 18, Palabras: 257)

Jesuitas: casas, obras y personas de la Compañía de Jesús no han sido mayormente afectadas

Port au Prince (Agencia Fides) – La Curia general de los Jesuitas envió a la Agencia Fides la carta del P. François Kawas, delegado del P. Provincial de la Provincia de Canadá francesa de la que forma parte Haití, en la que se describe la situación después del terremoto. En conjunto las casas y las obras de los Jesuitas han sido afectadas menos que las demás, y todos los Jesuitas que se encuentran en Haití han sobrevivido el sismo y están sanos y salvos, menos el P. Dérino Sainfariste, herido durante el derrumbe de un edificio.

En Ouanaminthe la residencia Pedro Arrupe y las obras (Solidarité Fwontalyé y Fe y Alegría) no han sufrido daños, y tanto los jesuitas cuanto los colaboradores están bien. En Biassou la residencia Karl Lévêque está intacta y los jesuitas están bien. En Canapé-Vert la residencia Ignace de Loyola ha sido levemente dañada pero los jesuitas están bien, aunque en estado de shock. El noviciado de Tabarre ha sido dañado en parte. El depósito de agua instalado en el techo cayó causando algunos daños. Los padres, los novicios del primer año y los demás están bien. El GADRU (Groupe d’Appui au Développement Rural) tiene la casa destruida, pero todos han logrado abandonar el edificio en el momento de las sacudidas. (SL) (Agencia Fides 15/1/2010; líneas 13 palabras 215)

“Los movimientos continúan, aunque menos violentos. ¡Tenemos necesidad de todo y aún por mucho tiempo!” dijo a Fides el Nuncio apostólico

Port au Prince (Agencia Fides) – “Nos encontramos en grandes dificultades. No tenemos reservas de agua, las estaciones de gasolina están cerradas y no hay electricidad. Aquí en Port au Prince las cosas están muy difíciles, falta todo, tenemos necesidad de todo y aún por mucho tiempo” dijo a la Agencia Fides el Arzobispo Bernardito Auza, Nuncio apostólico en Haití.

El Arzobispo de Port-au-Prince, Mons. Miot, recordado como un hombre “bueno y sonriente”, murió porque la fuerza del terremoto lo lanzó por el balcón de su habitación, mientras esperaba que lo vengan a buscar para ir juntos a una ceremonia. “Aún falta verificar el número de sacerdotes, religiosos y religiosas muertos, algunos están enterrados bajo los escombros - prosiguió el Nuncio-. También el Vicario General de Port au Prince, Mons. Charles Benoit, y el Canciller Don Cherie están aún bajo los escombros. El Arzobispado de cuatro pisos quedó reducido a un cúmulo de cemento”.
En su primera salida luego del terremoto, Mons. Auza visitó el Seminario mayor, también reducido a un montón de cemento, a excepción de un edificio. Todos los formadores menos uno, pudieron escapar de las ruinas, tres o cuatro seminaristas están aún perdidos y nueve han sido encontrado muertos, incluyendo a siete del seminario filosófico. “También visite las comunidades religiosas y los centros para ver la situación y para expresar la preocupación del Santo Padre: todos están agradecidos y piden ayuda para los propios hermanos de comunidad que aún están enterrados bajo los escombros. Queremos juntar a los religiosos y sacerdotes que se han quedo sin nada”. El Nuncio cuenta que las personas “duermen o vagan sin sentido por las calles, mientras tantos otros se fueron hacia las montañas, por miedo a un tsunami”. Algunos Obispos pudieron arribar a la Nunciatura para coordinar las acciones a seguir y tomar decisiones conjuntas. (SL) (Agencia Fides 15/1/2010 líneas 21, palabras 305)

Los 5 seminaristas Camilianos perdidos han regresado a casa y ya están trabajando en el hospital donde se opera sin anestesia

Port au Prince (Agencia Fides) - “Los 5 seminaristas camilianos han regresado a nuestra casa, están bien y ya están trabajando en nuestro hospital”. Es esta la bella noticia llegada a Agencia Fides, noticia que el superior de la Comunidad camiliana de Port au Prince, P. Crescenzo Mazzella, dio a P. Antonio Menegon de la Secretaría Misiones Camilianas de Torino. “Nuestro hospital está en un discreto estado y funciona a pleno ritmo: ya han sido curados y dados de alta más de 500 heridos; al momento hay unos cien, que ocupan todo espacio posible –cuenta el P. Menegon-. Llegan en continuación heridos, con fracturas, hemorragias, traumas internos. Actualmente, acomodados bajos los pórticos, en los cortiles del hospital, hay cientos de enfermos. Aquí trabajan día y noche solo 3 médicos y 5 enfermeros, además de todos los miembros de la comunidad. Lamentablemente la tierra sigue temblando, pero no hay tiempo para detenerse: se continúa dando socorro”.

“Faltan agua, alimentos, medicinas. La gente tiene hambre y no tiene nada que comer o beber- continúa P. Menegon-, las necesidades inmediatas son alimentos y medicinas, sobre todo antibióticos, anestésicos, antitetánicas, suero, curitas, desinfectantes. Alimentos: arroz, pasta, aceite, enlatados (tomates, frijoles, alverjitas), atún, carne en conserva. Un container ya partió, otros partirán durante la semana. Estamos recibiendo fondos que serán utilizados para las primeras intervenciones y para la reconstrucción. Se temen saqueos, violencia, no hay fuerzas del orden, la policía ha sido diezmada. Os pedimos que recen para que esta pobre y desesperada gente pueda levantarse, ponerse en pie y continuar viviendo a pesar de todo”.
Según cuanto afirma otro religioso camiliano, padre Joaquín Paulo Cipriano, todos los niños que frecuentan la escuela camiliana están vivos, y la estructura ha resistido los movimientos, los edificios del hospital han sido ligeramente dañados, solo el chateau d’eau corre peligro. El hospital trabaja a ritmo pleno, llegan heridos y moribundos que son tratados sin el auxilio de anestésicos pues estos se han acabado, afirma P. Cipriano. También el Staff de la Camillian Task Force Central de Roma está organizando un team guiado por Fr. Luca Perletti, Consultor General de las Misiones Camilianas, compuesto por personal médico enfermero, y con mucha probabilidad religiosas Camilianas Ministras de los Enfermos para dirigirse lo más pronto posible a Haití. El único problema, por el momento, es que no es garantizada la seguridad en el aeropuerto de Port au Prince y existe el peligro de epidemias. (AP) (15/1/2010 Agencia Fides; líneas 30, palabras 425)

Reporte de Monseñor Ramón Benito De la Rosa y Carpio Arzobispo Metropolitano de Santiago de los Caballeros, Republica Dominicana

Señores
Agencia FIDES
Ciudad del Vaticano


Estimados hermanos de la Agencia FIDES:

Les envío la nota que ha preparado la Oficina de Prensa del Arzobispado de Santiago de los Caballeros, dirigida por el Lic. Virgilio Apolinar Ramos, en donde se recogen los datos más importantes sobre la difícil situación por la que atraviesa el hermano y vecino pueblo haitiano a raíz del Sismo ocurrido el pasado 12 de enero del año 2010 y que destruyó la ciudad de Puerto Príncipe.

En estos momentos, nuestros hermanos de Haití necesitan con urgencia medicina, leche, agua, jugos, galletas, alimentos enlatados listos para consumir, lonas, pañales desechables, toallas sanitarias, colchones, sábanas, lonas, carpas…

Lo que está haciendo en Estado Dominicano:

1) El Gobierno Dominicano ha suspendido las repatriaciones de nacionales haitianos.
2) El País ha abierto las puertas de todos sus hospitales para ofrecer ayuda a los afectados del terremoto en Haití. La Secretaría de Estado de Salud Pública ha enviado a la zona fronteriza especialistas en traumatología y anestesia. Se han creado centros móviles de atención primaria para atender a los heridos.
3) Ha sido reforzado el personal médico en todos los centros del País a fin de dar mayor atención a los necesitados.
4) Han sido instalados en la frontera comedores móviles para ofrecer raciones alimenticias a nuestros hermanos haitianos, ante la tragedia ocurrida el pasado día 12 de enero.
5) El Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones ha enviado equipos de técnicos que tratarán de restablecer el servicio Telefónico en la hermana nación.

El pueblo dominicano, una vez más, ha demostrado su generosidad con el pueblo haitiano. Diferentes sectores de la vida nacional están organizando actividades pro-fondos para ser enviados a Haití.

En cada Diócesis de nuestro país se están organizando actividades para llevar ayuda inmediata hacia Haití.

En la Arquidiócesis de Santiago de los Caballeros, cada parroquia está organizando colectas en especies para ser enviadas a Haití. Y Cáritas Arquidiocesana ya comenzó a recibir ayudas para esta causa.

Para el sábado 16 de enero, la institución Santiago Solidario, una corporación formada por las instituciones más representativas de la Ciudad, y coordinada por el Arzobispado de Santiago, ha organizado un Telemaratón llamado: Santiago Solidario, hoy por Haití, el cual pretende recaudar fondos, medicina, agua, alimentos… que se enviarán hacia la república de Haití. Esta institución tiene experiencia en mitigación de desastres.

El Servicio Jesuita de Migrantes y Refugiados también ha desplegado varias acciones muy puntuales para aliviar el dolor que embarga al noble pueblo haitiano.

Anexamos la Carta enviada por Monseñor Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez,
Presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano al Presidente de la Conferencia Episcopal de Haití, Mons. Louis Kébreau:

S. E. Rvdma.
Luis Kébreau, S. D. B.
Arzobispo de Cabo Haitiano
Presidente de la Conferencia Episcopal de Haití
Haití.

Excelencia Reverendísima:
Ante la grave situación que está viviendo la hermana República de Haití, quiero expresarle a S. E. como Presidente de la Conferencia Episcopal, la solidaridad del pueblo dominicano, de todas nuestras instituciones eclesiales, de los Arzobispos y Obispos de la República Dominicana, de los sacerdotes y diáconos, los miembros de Ordenes, Congregaciones Religiosas y demás personas consagradas, los movimientos apostólicos y nuestras comunidades, de la feligresía de todas nuestras Diócesis y del pueblo dominicano en general.
La Conferencia del Episcopado Dominicano hará de inmediato una colecta en todas nuestras Iglesias particulares para acudir en ayuda de las muchas víctimas provocadas por esta catástrofe. Entre tanto, disponemos que en todas nuestras parroquias y comunidades se ofrezcan sufragios por los fallecidos y oraciones por los que han sido afectados. Somos conscientes de que nuestros pueblos haitiano y dominicano han sido vinculados históricamente y por esta razón nuestro pueblo siente en lo más íntimo de su corazón los terribles sufrimientos que hoy afligen a la Nación con la que compartimos la misma isla.
Como Conferencia Episcopal Dominicana queremos invitar las Naciones hermanas de América y de otros Continentes a ofrecer a Haïtí toda la ayuda económica y de otro género para contribuir a la reconstrucción de las zonas destruidas y asistir a las personas desamparadas. Lo reclaman los más elementales sentimientos humanos y cristianos.
Le ruego, Excelencia, transmitir nuestros más sinceros sentimientos de dolor y compasión a los queridos hermanos de esa Conferencia Episcopal y a todo el noble pueblo haitiano.
Aprovecho para saludarle con fraterna estima en el Señor,

+ Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez
Presidente de la CED
Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo,
Primado de América

Espero haber satisfecho las inquietudes que se me han planteado. Cualquier otra información que ustedes necesiten, estoy en la mejor disposición de sumunistrársela.
Queda de ustedes,

Monseñor Ramón Benito De la Rosa y Carpio
Arzobispo Metropolitano de Santiago de los Caballeros
República Dominicana

14 de enero del año 2010.-

AMÉRICA/REPÚBLICA DOMINICANA - Desde el Arzobispado de Santiago de los Caballeros: “El país ha abierto las puertas de todos los hospitales..."

AMÉRICA/REPÚBLICA DOMINICANA - Desde el Arzobispado de Santiago de los Caballeros: “El país ha abierto las puertas de todos los hospitales y reforzado el personal médico”, mañana la telemaratón para recoger fondos

Santiago de los Caballeros (Agencia Fides) – Mons. Ramón Benito de La Rosa y Carpio, Arzobispo Metropolitano de Santiago de los Caballeros, en la República Dominicana, ha sido contactado por Agencia Fides para tener actualizaciones sobre la situación y la ayuda de la Iglesia hacia Haití. “En este momento nuestros hermanos de Haití necesitan con urgencia leche, agua, galletas, productos enlatados, vestidos y carpas en las cuales poder dormir”, informa el texto enviado a Fides por el Arzobispado.

“El país ha abierto las puertas de todos los hospitales para ofrecer ayuda a las víctimas del terremoto en Haití –prosigue el mensaje-. El Ministerio de la Salud ha enviado a la zona de frontera especialistas en traumatología y anestesia. Han sido instituidos centros móviles para socorrer a los heridos. Ha sido reforzado el personal médico en todos los centros del País. Han sido instalados en la frontera comedores móviles para ofrecer raciones alimenticias a nuestros hermanos haitianos. El Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones ha enviado equipos de técnicos que tratarán de restablecer el servicio Telefónico en la hermana nación”.
La Iglesia Dominicana se está organizando a nivel de diócesis y de parroquias en toda la República Dominicana. La Arquidiócesis de Santiago de los Caballeros ya ha organizado colectas para ayudar Haití y el sábado 16 de enero está en programa un telemaratón durante el cual la institución “Santiago Solidario”, corporación de las instituciones de la ciudad en coordinación con la Arquidiócesis, promoverá la colecta principal de la ayuda para Haití. (CE) (Agencia Fides, 15/01/2010; líneas 20, palabras 282)

viernes, 15 de enero de 2010

Salesianos viven dramática situación en Haití

PUERTO PRÍNCIPE, 14 Ene. 10 / 11:11 pm (ACI)

El Superior de los Salesianos en Haití, P. Ducange Sylvian, describió la trágica situación que viven los religiosos en el país, luego de la muerte del coadjutor P. Hubert Sanón de 85 años y la desaparición de 200 alumnos que permanecen sepultados bajo los escombros del Colegio Don Bosco.

Según señala el P. Sylvian, “el colegio San Juan Bosco y la Obra de las Pequeñas Escuelas de Padre Bonhem han sido de las más afectadas en la ciudad”.

“Otras dos casas salesianas de Puerto Príncipe, la casa provincial y el postnoviciado, han sufrido graves daños. Dos jóvenes salesianos que estudiaban en la universidad, según las noticias conocidas hasta este momento, están desaparecidos”, señala.

Asimismo, el Superior de los Salesianos en Haití indicó que “la casa de formación del prenoviciado de Carrefour-Thorland ha sufrido también importantes daños. Una parte de la casa y el centro de acogida se han derrumbado. Los edificios de la obra Domingo Savio, en Petion-Ville también han sufrido graves daños”.

“Las Hijas de María Auxiliadora han sufrido daños en las obras de Puerto Príncipe y Santa María Mazarelo en Pétion-Ville. En estos momento se está recuperando en el hospital una salesiana”, agregó.

Ante ello, se informó que la Congregación Salesiana a través de sus organismos centrales en Roma, se está movilizando para hacer llegar la ayuda necesaria a sus hermanos en Haití.

Colecta para Haití . Obispado de San Cristobal de las Casas

A toda la comunidad diocesana:


Con mi atento saludo, les invito a la solidaridad humana y eclesial con el hermano pueblo de Haití, el país más pobre de todo el Continente. Por los medios informativos, saben del devastador terremoto de hace dos días, en que se colapsaron la casa presidencial, la casa arzobispal, hospitales, universidades, el Seminario, la catedral de Puerto Príncipe, el edificio de la ONU, etc. Si esto pasó con edificios que se consideran bien hechos, ¡qué no habrá pasado entre los miles de viviendas pobres y miserables que abundan en el país! Murió entre los escombros el arzobispo de la capital; ¡y cuántos miles de pobres de quienes nada se informa!

Les sugiero hacer, de inmediato y si es posible este próximo domingo 16, una colecta en efectivo, para remitirla de inmediato a Caritas Diocesana, y ésta la haga llegar a Caritas Mexicana y a Caritas Internacional, que son las instituciones eclesiales de confianza y que ya están actuando directamente allá. Pueden entregar sus aportes, sólo en efectivo, a Caritas Diocesana, o a la Curia, tan pronto les sea posible. No conviene colectar alimentos, ni otras cosas, por la dificultad de su traslado. Lo más inmediato es lo económico, que estamos seguros llegará pronto a su destino, para cubrir las necesidades que allá requieran.


Que el Señor nos aliente con su Espíritu, para servir a estos pobres, que son los más pobres.


+ Felipe Arizmendi Esquivel
Obispo de San Cristóbal de las Casas


Donaciones en efectivo para el pueblo haitiano desde Italia

La Comunidad Católica Mexicana de Roma (Italia) solicita respetuosamente a nuestros amigos y a las personas allegadas a nuestra Comunidad promover y divulgar el contenido de la presente nota.

La Caritas Diocesana de Roma informa que, con motivo de la situación de emergencia que vive la población civil de la República de Haiti, se ha procedido a la apertura de una cuenta de banco, a través de la cual se podrán canalizar las donaciones en efectivo que permitan contribuir a aliviar las necesidades más apremiantes de los damnificados, asi como aquellas que apoyen las labores de rehabilitación que deberán realizarse de manera urgente.

La cuenta bancaria habilitada en Italia para recibir donaciones en efectivo en moneda local es la siguiente:

Caritas Diocesana di Roma
Causale "HAITI - terremoto"
Piazza S. Giovanni in Laterano 6 - 00184 Roma
Conto corrente postale N. 82881004 (IBAN: IT77K0760103200000082881004)
Bonifico bancario: Banca Intesa - filiale Roma 081 - IBAN: IT13R0306905032000009188568
Roma


La Caritas Diocesana de Roma agradece a nombre del Gobierno y del pueblo haitiano las muestras de solidaridad ante la situación de emergencia que por el momento priva en las zonas afectadas.

Atentamente,

jueves, 14 de enero de 2010

Artículos Solicitados por la Embajada de Haití en México

AMBASSADE
DE LA REPUBLIQUE D’HAÏTI
MEXICO, D.F.


ARTÍCULOS SOLICITADOS
1. Agua Embotellada (presentaciones de 1 Lt, 1 ½ Lt, 2 lt)
2. Enlatados (atún)
3. Arroz
4. Frijol
5. Leche en polvo
6. Pañales
7. Biberones y chupones
8. Toallas femeninas
9. Jabón (polvo y barra)
10. Alcohol en gel
11. Sopas Instantáneas
12. Galletas
13. Medicamentos (antibióticos,
antimicóticos, antidiarreicos, analgésicos,
gasas, vendas, algodón)

**Le rogamos entreguen estos artículos ya
empaquetados en cajas, sellados con cinta canela
y con la leyenda HAITÍ en cada caja** ¡GRACIAS!

Emergencia en Haití. Mensaje de Mons. Carlos Aguiar Retes Presidente de la Conferencia del Espiscopado Mexicano y Arzobispo de Tlalnepantla

A los Sres. Cardenales, Arzobispos y Obispos
A los animadores de la Pastoral Social - Caritas
A todos los Hermanos católicos



Estimados hermanos:


Un saludo fraterno, deseando la paz de Cristo, El Señor de la vida.


Es conocido el devastador terremoto que golpeó a nuestro hermano país de Haití, este martes 12 de enero, por la tarde, así como un número importante de réplicas que aún se registran, causando daños masivos y sobre todo graves pérdidas en vidas humanas, en ellas sentimos la muerte de S.E. Mons. Serge Miot, Arzobispo de Puerto Príncipe. Es en estos momentos de emergencia que nos unimos en la oración, suplicando a Dios consuele el sufrimiento del pueblo haitiano, por las víctimas, por los heridos, para que en su amor y misericordia dé alivio a los que lloran.

El mundo ha vuelto la mirada a Haití, ya de por sí vulnerable por la extrema situación de pobreza y el azote de anteriores fenómenos meteorológicos. Ante estos lamentables hechos, la caridad de Cristo nos urge a actuar. Su Santidad Benedicto XVI, también nos convoca a la oración y solidaridad concreta y es a través de Caritas Internationalis como la Iglesia responderá organizadamente para atender las necesidades más inmediatas de la población afectada.


Es la hora para que la Iglesia de México se haga presente y ayude materialmente a estos hermanos, y que seamos, particularmente nosotros los Obispos, los promotores de las acciones que hagan efectivo este llamado. Es muy oportuno señalar que la mejor forma de ayudar será enviando aportaciones económicas de acuerdo a la solicitud de la Cáritas Internationalis. Un equipo de respuesta está viajando a Haití para valorar los daños y la capacidad local y para proporcionar ayuda a los sobrevivientes y apoyar al equipo de Caritas Haití.


La ayuda económica se puede recaudar por alguna colecta, o bien por el medio que vean más oportuno en su propia Iglesia Particular. Para enviar lo destinado a este fin pueden depositarlo, a la mayor brevedad, en la cuenta de la Federación Nacional de Cáritas Mexicana:


Nombre: Cáritas Mexicana, I.A.P.
Banco: Banamex
Cuenta: 100
Sucursal: 746


Agradezco su atención y respuesta solidaria a este llamado. Aprovecho la ocasión para reiterarles mi aprecio fraterno y asegurarles mi plegaria ante nuestro Buen Pastor.


+ Carlos Aguiar Retes
Arzobispo de Tlalnepantla
Presidente de la CEM


Nuevo Comunicado de Prensa de la Embajada de Haiti en México


Para ver el documento completo da clic en la imagen

AMÉRICA/HAITÍ - Las dramáticas declaraciones del Nuncio Apostólico a Fides: “Port-au-Prince está completamente devastada..."

AMÉRICA/HAITÍ - Las dramáticas declaraciones del Nuncio Apostólico a Fides: “Port-au-Prince está completamente devastada. Por todas partes gritos y escombros”

Port-au-Prince (Agencia Fides) – “Port-au-Prince está completamente devastada. La Catedral, el Arzobispado, todas las grandes iglesias y todos los seminarios han sido reducidos a escombros. El párroco de la Catedral, que logró salvarse, me ha dicho que el Arzobispo de Port-au-Prince habría fallecido bajo los escombros, junto a centenares de seminaristas y sacerdotes”. Es el dramático testimonio del Nuncio Apostólico en Haití, el Arzobispo Bernardito Auza, contactado por la Agencia Fides después del violento terremoto que arraso el país el día de ayer.

El Arzobispo continuó afirmando: “El palacio nacional está por los suelos. En la mañana fui a expresarle mis condolencias y mi solidariedad al Presidente que se salvó gracias a que se encontraba fuera del palacio junto con su familia. Su casa privada ha sido también destruida. Todos los ministerio, menos el de cultura, están destruidos. El parlamento con los senadores, las escuelas con niños, los supermercados, todo ha sido reducido a escombros. El Cuartel General de la Minustah (sede de la ONU para la ayuda a Haití) se ha convertido en un cerro de cemento y centenares de personas han quedado atrapadas, incluyendo el Jefe de la delegación Hedi Annabi, según me han informado algunas personas que viven frente al cuartel general”.
El Nuncio recorrió como pudo la ciudad desvastada, según le cuenta a Fides: “Acabo de regresar esta mañana. He encontrado sacerdotes y religiosas en la calle, sin casas. El Rector del seminario se salvó, también el decano de estudios, pero muchos seminaristas han quedado atrapados entre los escombros. Por todas partes se escuchan gritos bajos los escombros. El Cifor – instituto de estudios para religiosos y religiosas – colapsó con varios estudiantes dentro que estaban participando en una conferencia. La nunciatura ha resistido, ¡ningún herido pero todos estamos chocados! Muchas cosas se han roto, incluyendo el tabernáculo, pero hemos tenido suerte dentro de todo. Muchos familiares del personal han muerto y sus casas han sido destruidas. Todos piden ayuda. Dentro de poco vamos a tener problemas de agua y alimentos. No podemos entrar o estar mucho rato dentro de la casa pues la tierra sigue temblando, así que estamos acampando en el jardín”. (CE) (Agencia Fides, 13/01/2010 – líneas: 26, palabras: 374)

AMÉRICA/HAITÍ - FICHA de la nación. Agencia FIDES. Congregación para la Evangelización de los Pueblos

Port-au-Prince (Agencia Fides) – La República de Haití con una superficie de 27 mil kilómetros cuadrados, se encuentra a 80 Km. de Cuba, y cuenta con 9,035,536 habitantes, de los cuales sólo el 3,4% tiene la esperanza de vivir más de 64 años. El rédito anual per capita es de apenas 1,300 dólares, lo que coloca a Haití en el puesto 203 entre los 229 países del mundo. Haití ocupa la mitad occidental de la isla ‘la Española’, donde Cristobal Colón llegó en 1492 en su primer viaje.

La tasa de alfabetización es del 45% y la expectativa de vida cerca de los 50 años. La población total está conformada en un 95% por negros y un 5% de blancos y mulatos. Muchas veces el país ha sido víctima del paso de huracanes que provocan muerte y destrucción. En el 2008 fueron cuatro (Fay, Gustav, Hanna e Ike), que causaron la muerte de 330 personas y muchas desaparecidos en todo el país. El paso de los cuatros huracanes en el arco de un mes fue considerado por las autoridades la principal catástrofe de los últimos años, antes del terremoto de ayer. Además de la capital, las otras ciudades importantes son Cap-Haiten y Gonaives. A pesar de la fuerte exportación de azúcar, café, bananas y mango, Haití sigue siendo uno de los países más pobres y atrasados del mundo. La desocupación afecta a más del 60% de la población. Fue fundada en 1749 por colonos franceses dedicados a la cultivación de la caña de azúcar, el país, inicialmente posesión española, se convirtió en colonia francesa en el siglo XVII y en 1804 fue la primera república ‘negra’ en obtener su independencia. El 70% de la población es católica y el 23% protestante. La Iglesia católica cuenta con 7,039,000 fieles, 10 circunscripciones eclesiásticas, 18 Obispos, 485 sacerdotes diocesanos y 306 sacerdotes religiosos, 332 religiosos no sacerdotes, 1,851 religiosas y 421 seminaristas mayores. La Iglesia maneja 26 hospitales, 213 postas médicas, 4 leprosarios, 23 casas para ancianos y enfermos crónicos y 39 orfanatos. (CE) (Agencia Fides, 13/01/2010 – líneas: 22, palabras: 344)

Entrevista al Sr. Moisé Dorsé Ministro Consejero de la Embajada de Haití en México

Escucha la entrevista que Alfredo Martínez realizó al Sr. Maisé Dorsé Ministro Consejero de la Embajada de Haití en México.
Miércoles 13 de Enero de 2010



Fallece en el terremoto el arzobispo de Haití; los misioneros se movilizan

La Iglesia está sufriendo terribles pérdidas

ROMA, miércoles, 13 enero 2010 (ZENIT.org).- El obispo de Puerto Príncipe, monseñor Joseph Serge-Miot, ha fallecido en el violento terremoto que flageló este martes la capital de Haití y su cuerpo ha sido encontrado en los escombros del arzobispado, según han confirmado en Roma fuentes misioneras.

El vicario general de la arquidiócesis, monseñor Benoît Seguiranno, al cierre de esta edición se encontraba desaparecido, ha añadido la agencia Missionary International Service News Agency (MISNA), citando a los misioneros de la Sociedad de Santiago presentes en Haití desde hace cuarenta años.

Monseñor Miot, de 63 años, era arzobispo desde hace dos años y había sido coadjutor de esa arquidiócesis durante más de diez. Fue consagrado obispo en 1997 por monseñor Christophe Pierre, entonces nuncio apostólico en Haití, actual representante papal en México.

Testimonio de misioneros

"Estamos por los suelos" ("Nou atè nèt", en creole), ha explicado en un mensaje de correo electrónico enviado a MISNA el padre André Siohan, de los misioneros de Santiago.

"He estado en el centro de la ciudad esta mañana para visitar a las comunidades religiosas amigas: la zona está totalmente devastada y hay miles de víctimas. Es terrible. Todos nosotros estamos bien, pero no tenemos noticias de algunos de nuestros seminaristas. Alguno ha quedado herido, quizá alguno haya muerto. Rezad por nosotros", pide el misionero que logra comunicar a través de un sistema por satélite.

El hermano de esa institución religiosa, el padre Pierre Le Beller, informa a MISNA que "bajo tiendas de campaña instaladas en el jardín de nuestra casa dañada por el terremoto, se encuentran en este momento nuestros hermanos, algunos seminaristas, amigos y vecinos del barrio de Pacot. Tenemos miedo de que haya un numero altísimo de heridos: la verdadera emergencia será atenderles", dice Le Beller, subrayando que ya, en tiempos normales, los hospitales sufren muchas limitaciones en el país más pobre de esa zona del Caribe.

"Los testimonios son aterradores, se escuchan los gritos y el llanto de los heridos, nos preguntamos cuántos habrán quedado bajo los escombros... Nos dicen que la catedral se ha derrumbado, al igual que el palacio nacional y el de la ONU, un edificio de cinco pisos".

El padre Le Beller revela que también ha quedado destruido el Centro Cáritas, en el barrio de San Antonio, una institución de ayuda, acogida y reintegración para muchachos de la calle, que él mismo había creado y al que se había dedicado con todas sus energías. Gracias a Dios, añade, por ahora, parece que todos los jóvenes del centro están vivos.

Caritas se moviliza para socorrer a los damnificados por el terremoto de Haití

La organización española se volcará en esta nueva emergencia

MADRID, mieroles, 13 enero 2010 (ZENIT.org).- Cáritas Española, en estrecha coordinación con la red internacional de Cáritas, se ha movilizado para apoyar a la Cáritas Haitiana en las labores de auxilio a los miles de damnificados a causa del fuerte terremoto que anoche sacudió Haití.

Según las primeras informaciones recibidas, uno de los epicentros del seísmo, que alcanzó una fuerza de 7 grados en la escala Richter, se localizó a 15 kilómetros al sudoeste de Puerto Príncipe, la capital de Haití, y otro a 143 kilómetros al noroeste de la ciudad de Barahona, al suroeste de la República Dominicana.


Poco después del terremoto, se han produjeron dos réplicas, de 5,4 y 5,9 grados, respectivamente, que sacudieron de nuevo la capital haitiana.

El impacto ha sido devastador y cientos de edificios en Puerto Príncipe se han derrumbado, entre ellos un hospital. Asimismo, la sede de Naciones Unidas, el Palacio Presidencial y la catedral de Puerto Príncipe han sufrido graves daños.

Aunque hasta el momento el número real de víctimas se desconoce, algunas fuentes han indicado que las consecuencias del seísmo son “potencialmente catastróficas”.

A la espera de una confirmación oficial del coste en vidas humanas de este desastre natural, los testimonios que llegan desde la isla dibujan un panorama de destrucción y caos, especialmente en Puerto Príncipe.

Dado el colapso de las comunicaciones terrestres, las comunicaciones con Cáritas Haití son sumamente precarias. A pesar de ello, la red Cáritas ha activado sus mecanismos de respuesta a las emergencias, con objeto de identificar, mano a mano con el personal y los voluntarios locales de Cáritas, cuáles son las áreas prioritarias de intervención y movilizar las partidas de ayuda humanitaria necesarias para socorrer a las víctimas, además de evaluar los daños causados por el terremoto para diseñar de manera preliminar los futuros planes de rehabilitación y reconstrucción.

La Confederación Cáritas Española va a volcarse en la respuesta esta nueva emergencia con la misma intensidad con la que habitualmente responde a los llamamientos de ayuda de las Cáritas hermanas de todo el mundo.

El especial esfuerzo que se viene realizando en los últimos meses para atender dentro de España a las personas que acuden a la red estatal de Cáritas de Acogida y Atención primaria no va a impedir, en palabras del secretario general, Sebastián Mora, que “Cáritas manifieste también ahora su compromiso inequívoco con todos los últimos y no atendidos allí donde se encuentren. Y ahora son nuestros hermanos haitianos los que necesitan de toda nuestra cercanía y solidaridad”.

“La respuesta a los efectos de la crisis en España no va a restar ni un ápice el firme compromiso de Cáritas a la hora de seguir canalizando nuestra ayuda en el campo de la cooperación internacional hacia los países menos favorecidos, como es el caso de Haití”, ha añadido.

Cáritas Española desarrolla desde hace años un acción preferente de ayuda humanitaria y de cooperación al desarrollo con Cáritas Haitiana, a la que durante el último ejercicio ha apoyado con ayudas por un importe total de 340.000 euros, que se destinaron, principalmente, a impulsar proyectos centrados en la cobertura de necesidades sociales básicas, como acceso al agua, alimentos, atención sanitaria y educación.

Una de las mujeres más grandes de la historia de Brasil muere en Haití

La pediatra Zilda Arns, 75 años, fundadora de la Pastoral de la Infancia

ROMA, miércoles, 13 enero 2010 (ZENIT.org).- La fundadora de la Pastoral de la Infancia de Brasil, institución que ha logrado a nivel mundial algunos de los mayores éxitos en la lucha contra la mortalidad infantil, la pediatra Zilda Arns, de 75 años, ha fallecido en el terremoto que devastó Haití este martes.

Según informaciones distribuidas por el Gobierno de Brasil, en el momento del terremoto, la doctora estaba caminando por las calles de Puerto Príncipe, junto a dos soldados. Se encontraba en Haití realizando una misión a favor de la Pastoral de la Infancia.

Zilda Arns, pediatra, hermana del arzobispo emérito de São Paulo, el cardenal Paulo Evaristo Arns, madre de cinco hijos y viuda desde 1978, dedicó toda su vida a la caridad cristiana a través de causas humanitarias y solidarias.

Alexandre Ribeiro, de Brasil, coordinador de la edición en portugués de ZENIT, considera que es "una de las personalidades femeninas más importantes de la historia de Brasil", "amada por la Iglesia y por la sociedad civil en general".

La Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB), golpeada por la tragedia, ha enviado al secretario general de ese organismo, monseñor Dimas Lara Barbosa, a Puerto Príncipe, en un avión de la Aeronáutica Brasileña.

En 1983, Zilda fundó la Pastoral de la Infancia, organismo ligado a la CNBB, que tiene como objetivo el desarrollo integral de los niños pobres. Hoy cuenta en Brasil con 261.000 volontarios (en su mayoría mujeres), que atienden a más de 1,8 millones de niños (desde el nacimiento hasta los seis años), y 95.000 madres gestantes, en más de 42.000 comunidades y en 4.066 municipios.

En el seno de la Conferencia Episcopal de Brasil, Zilda Arns fundó también la Pastoral para las personas con sida, que atiende a más de 100 mil enfermos, acompañados por 12 mil voluntarios de 579 municipios, en 141 diócesis de 25 estados brasileños.

Su hermano, el cardenal Arns, en una nota informa que ha "recibido con dolor la noticia de que mi queridísima hermana ha sufrido con el buen pueblo de Haití los efectos trágicos del terremoto".

"Que Dios en su misericordia acoja en el cielo a quienes en la tierra lucharon por los niños y los indefensos. No es el momento de perder la esperanza", añade.

Reconocida como "Heroína de la Salud Pública de las Américas", en 2002, por la Organización Panamericana de la Salud, en 2001, Zilda Arns había sido candidata al Premio Nobel de la Paz.

En una entrevista concedida a ZENIT en ese año, explicaba que los mayores éxitos que había alcanzado hasta ese momento eran "la reducción del 60% de la mortalidad infantil y de la desnutrición en un 50%, y la disminución de la violencia dentro de las familias. Nunca ha habido este tipo de educación popular en la historia de Brasil. El porcentaje de niños que viven en la miseria es altísimo".

"Donde hay analfabetismo, pobreza, falta de oportunidades, es más probable que haya delincuencia y tráfico de drogas. Por ello, la Pastoral se centra en los niños de menos de seis años y las madres gestantes, para que se liberen de este contexto hostil y tanto el niño nacido como el nascituro puedan desarrollar el máximo de sus capacidades", explicaba.

Por lo que se refiere al aborto, Zilda Arns consideraba que su legalización no disminuye la mortalidad materna. Según decía, esto se hace con un buen servicio prenatal y mejorando las condiciones de vida de las personas.

Por Jesús Colina

SOLIDARIDAD CON HAITI, PIDE EL CARDENAL NORBERTO RIVERA

martes, 12 de enero de 2010


El Cardenal Norberto Rivera Carrera, Arzobispo Primado de México, con profunda preocupación se une a la pena por la que está pasando el hermano pueblo de Haití a causa de los sismos registrados este martes, y eleva y pide a sus fieles eleven sus oraciones a dios Nuestro Señor para que esta noble nación encuentre consuelo en la fe y obtenga la fortaleza y la ayuda necesaria para salir delante de esta trágica situación.

El Arzobispado de México hace un llamado solidario a todos los católicos para que tengan la generosa disposición de ayudar a nuestros hermanos en desgracia. En su momento, Cáritas hará la convocatoria para brindar nuestro apoyo a este país hermano.


Con especial cariño, enviamos un saludo a la Conferencia Episcopal de Haití y nuestros hermanos de Puerto Príncipe, al saber los lamentables daños que ha sufrido su Catedral, hospitales, viviendas y oficinas de gobierno.


Elevamos nuestras oraciones a la Santísima Virgen de Guadalupe y a su amado Hijo, nuestro Señor Jesucristo, para que reciban de todas partes el gesto amoroso de su misericordia y protección.

Conferencia del Episcopado Mexicano. Boletín de Prensa con motivo del terremoto que azotó al pueblo de Haití

Los Obispos de México nos solidarizamos con nuestros hermanos del Episcopado de Haití ante el dolor y la tragedia que este pueblo hermano sufre por el devastador terremoto que ha dejado cientos de muertos, personas atrapadas entre los escombros y miles de damnificados.


Lamentamos profundamente la destrucción de cientos de casas, edificios y monumentos históricos, entre los que se encuentra la Catedral de Puerto Príncipe y la irreparable pérdida del Arzobispo Joseph Serge Miot, quien falleció a causa del derrumbe.

Confiamos en la ayuda que viene de lo Alto y en la respuesta de las naciones. México en décadas pasadas experimentó una tragedia similar y vivió la solidaridad de la comunidad internacional; por lo que nos unimos al llamado que ha hecho el Sr. Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, a todos los mexicanos para donar medicinas, alimentos y otro tipo de ayuda útil.


La Iglesia Católica a través de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social – Caritas – nos dará a conocer las acciones que se llevarán a cabo para apoyar al pueblo de Haití, ante la magnitud de esta tragedia.


Exhortamos a todos los católicos de México y personas de buena voluntad a elevar sus plegarias por esta nación hermana y a colaborar con generosidad y disposición en apoyo de nuestros hermanos haitianos.


Elevamos nuestra súplica por todos los fallecidos para que Dios nuestro Señor los tenga en su Santa Gloria y brinde pronto consuelo a sus familiares.


Que Santa María de Guadalupe, Reina de América, sea la fortaleza y esperanza del pueblo de Haití.


+ Víctor René Rodríguez Gómez
Obispo Auxiliar de Texcoco
Secretario General de la CEM


AIN pide intensa oración por Haití tras terremoto y promete ayuda

KONIGSTEIN, 13 Ene. 10 / 03:54 pm (ACI)

La organización internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) pidió a las personas de buena voluntad en el mundo rezar intensamente por la población de Haití, tras el terremoto que ha afectado a unas tres millones de personas y que habría cobrado la vida de varios miles.

Los coordinadores de AIN han dedicado todo este día a intentar conectarse con alguno de los obispos de los miembros de los proyectos que tienen en la isla. Lamentablemente no lo han logrado todavía. Entre los informes recibidos, aún no confirmados, indican que el seminario de Puerto Príncipe ha sido sumamente afectado y se desconoce el paradero de los seminaristas.

Regina Lynch, Directora de Proyectos de AIN, comentó al respecto "nuestro corazón está con la gente de Haití en este momento. Estamos haciendo lo mejor que podemos para contactar a alguno de nuestros partners pero la brecha de comunicación nos ha hecho, hasta el momento, imposible hacerlo".

Lynch dijo también "en estos dolorosos momentos, es importante que tengamos a Haití en nuestras oraciones. Rezamos para que Dios consuele a la gente en este momento tan difícil".

"Apenas tengamos información actualizada, enviaremos la ayuda necesaria", precisó. "Gracias a la generosidad de nuestros benefactores, podemos proporcionar ayuda a largo plazo a la Iglesia y sus estructura para permitirles la recuperación que necesitan", explicó Lynch.

Un sacerdote de Puerto Príncipe, P. Maurice, quien resultó ileso tras el terremoto, señaló que "incluso las casas más fuertes en la ciudad están destruidas parcial o totalmente. Una nube de polvo envolvió a la ciudad como resultado del colapso de muchas viviendas".

El sacerdote dijo además que "uno solo puede llorar ante tamaño desastre. Mañana comenzaremos a contar a los muertos y heridos. En los alrededores de la ciudad, en las montañas, la situación debe ser peor".

El Papa Benedicto XVI pide ayuda urgente para Haití tras terremoto

VATICANO, 13 Ene. 10 / 08:14 am (ACI)

En la Audiencia General de esta mañana el Papa Benedicto XVI pidió a la comunidad internacional ayuda urgente para la población de Haití, el país más pobre del continente, que ayer fue golpeada por su sismo de 7 grados en la escala de Richter y que dejó como saldo un número aún no determinado de víctimas.

"Deseo –dijo el Santo Padre– dirigir un llamado por la dramática situación en la que se encuentra Haití. Mi pensamiento va, en particular, a la población duramente golpeada, hace pocas horas, por un devastador terremoto, que ha causado graves pérdidas en vidas humanas, un gran número de damnificados así como cuantiosos daños materiales" y cuyo epicentro se ubicó muy cerca de la capital, Puerto Príncipe, ciudad que ha quedado prácticamente en escombros.

Por ello, el Pontífice invitó a todos "a unirse a mi oración al Señor por las víctimas de esta catástrofe y por aquellos que lloran su desaparición. Aseguro mi cercanía espiritual a quienes han perdido sus hogares y a todas las personas probadas de diversos modos por esta grave calamidad, implorando a Dios el consuelo y alivio en su sufrimiento".

"Hago un llamado a la generosidad de todos, para que no falte a estos hermanos y hermas que viven un momento de necesidad y dolor, nuestra concreta solidaridad y el efectivo sostenimiento de la Comunidad Internacional".

La Iglesia Católica, concluyó Benedicto XVI, "no dejará de ponerse a trabajar inmediatamente para que a través de sus instituciones de caridad pueda salir al encuentro de las necesidades más inmediatas de la población".

Nuncio en Haití: Cientos de seminaristas y sacerdotes bajo los escombros

ROMA, 13 Ene. 10 / 11:32 am (ACI)

El Nuncio Apostólico en Haití, Mons. Bernardito Auza, informó que la capital de este país, Puerto Príncipe, "está totalmente devastada" y que bajo los escombros se hallarían "cientos de seminaristas y sacerdotes".

Según señala a la agencia vaticana Fides el Nuncio Apostólico en Haití, Arzobispo Bernardito Auza relató que "Puerto Príncipe está totalmente devastada. La Catedral, el Arzobispado, todas las grandes iglesias, todos los seminarios han sido reducidos a escombros".

"La misma suerte ha corrido los ministerios, el Palacio de Gobierno, las escuelas", añadió.

Mons., Auza indicó además que "el Párroco de la Catedral me dijo que el Arzobispo de Puerto Príncipe (Mons. Serge Miot) habría muerto (L'Osservatore Romano confirmó el deceso) bajo los escombros, junto a cientos de seminaristas y sacerdotes que están bajo las ruinas".

Arzobispo de Puerto Príncipe se encuentra entre víctimas mortales de terremoto

MADRID, 13 Ene. 10 / 10:56 am (ACI/Europa Press)

El Arzobispo de Puerto Príncipe, Mons. Serge Miot, se encuentra entre las víctimas mortales del terremoto de 7,3 grados en la escala de Richter que ha arrasado la capital de Haití, según informó la agencia misionera de noticias MISNA.

El cadáver de Mons. Serge Miot apareció entre los restos del Arzobispado, que se ha hundido a causa del sismo, según informaron a MISNA los misioneros de la Sociedad de Saint Jacques, presentes en Haití desde hace más de 40 años.

Aparte, no hay noticias sobre la suerte que ha podido correr el vicario general, Mons. Benoit

Donativos Monetarios a Haití


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Consulado Honorario de la Embajada de Haití en Guadalajara


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Ayuda a Haiti. Boletin de Prensa de la Embajada de Haiti en México



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lunes, 4 de enero de 2010

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viernes, 1 de enero de 2010

El Año Nuevo 2010. Mensaje de Mons. Carlos Quintero Arce Arzobispo Emérito de Hermosillo

“Todo tiene su momento y todo cuanto se hace debajo del sol tiene su tiempo. Hay tiempo de nacer y tiempo de morir, tiempo de plantar y tiempo de arrancar lo plantado” Eclesiástico 3,1-8

Quiero repetir la frase tan usada que tiene gran sentido: FELIZ Y PROSPERO AÑO 2010. A todos les deseo la felicidad, la alegría y la prosperidad durante todos los días de éste año 2010 que vamos a comenzar. Y espero que Dios nos colme de bendiciones durante todos los días de este año nuevo.


Sabemos que las ideologías políticas que caracterizaron la época precedente, parece que ha perdido su virulación, reemplazadas sin embargo, por la nueva ideología de la técnica como una separación entre las capacidades operativas y las preocupaciones más vivas de la comunidad de hoy.

Un segunda elemento que distingue la época actual, es el fenómeno de la globalización que nos hace pensar hoy más en la economía y las finanzas, en el deterioro del ambiente y en la familia, en el aumento de migrantes y en la protección de los derechos de los trabajadores, todas estas cosas que están influenciadas por el fenómeno de la globalización.

Un tercer elemento de cambio que tenemos en este Año Nuevo es lo que respecta a la Religión. De hecho las Religiones han vuelto al escenario de la Política Mundial. A este fenómeno sin embargo se contrapone el Laicismo militante y a veces exasperado que pretende eliminar la Religión de la esfera pública.

Un cuarto elemento que se presenta, es el resurgimiento en algunos países de una situación de franco retraso, que está cambiando notablemente los equilibrios geopolíticos Mundiales. Tenemos el problema de la terminación de los recursos energéticos como el petróleo, las nuevas formas de colonialismo y de explotación; así como la creciente violencia generada por la lucha de poder entre delincuentes. Todo lo cual necesita ser orientado bien.

Por eso para terminar el Año 2009 y empezar el Año 2010, tengamos más que nunca nuestra vista puesta en Jesús, quien ya desde el establo de Belén nos muestra el rostro lleno de ternura de nuestro Padre Dios, y nos ayudará a resolver todos los problemas que se nos presentan en este año que comienza.

Jesús, el Hijo de Dios hecho Hombre, nace y crece en el seno de una Familia como las nuestras. Recordemos por tanto, y encomendémonos en todo este año a ésta familia de Nazaret, formada por Jesús, María y José, para que esté presente y nos ayude en los problemas que hoy recordamos y así nos enseñe el verdadero camino de Dios que se abrirá paso en medio de nuestra condición humana y ante nuestra situación actual.

Dios ha querido que fuéramos familia suya, por eso deseamos que en este nuevo año lleguemos a ser todos una sola familia, y que Dios conserve en este año 2010 la paz y la verdadera concordia.

Que los jóvenes novios que se preparan para el Matrimonio experimenten el Amor de Dios en su amor que crece y, que podamos todos resolver todos los problemas que se nos presenten en este año, y que las familias que pasan dificultades o viven la desunión y la ruptura, rehagan con la fuerza de Dios el camino de la unidad.

Deseo ardientemente que este año, para que sea verdaderamente feliz, encontremos la comprensión y la verdadera caridad en nuestras relaciones con los demás.

FELIZ AÑO NUEVO, lleno de las Bendiciones Divinas.


+ Mons. Carlos Quintero Arce
Arzobispo Emérito de Hermosillo

Un Año termina… un Año comienza… Mensaje de Año Nuevo de Mons. Ramón Castro Castro Obispo de Campeche


Muy queridos hermanos y hermanas:

Termina un año y comienza otro. Como cristianos, como hombres y mujeres de fe, todos queremos agradecer a nuestro buen Padre Dios todos los bienes y las gracias que nos ha dado este año 2009 que termina y también queremos pedirle perdón por los errores cometidos, por las oportunidades para crecer en la fe que hemos desaprovechado.

Termina un año y comienza otro. Como cristianos, también queremos consagrarle el nuevo año 2010 que estamos iniciando y queremos pedirle su ayuda para que podamos vivirlo con esperanza, con fortaleza, con alegría y en paz.

Termina un año y comienza otro. Al finalizar el año 2009 podemos dar una mirada retrospectiva para descubrir todos los acontecimientos que vivimos y para descubrir la presencia de Dios, de ese Dios-con-nosotros, de ese Dios cercano, de ese Dios de corazón tierno y lleno de misericordia, de ese Dios que en Belén se hace nuestro compañero de camino, que con su Gracia nos ha acompañado y ha llevado adelante su obra de salvación en nosotros.

Termina un año y comienza otro. Luces y sombras, alegrías y tristezas, satisfacciones y desilusiones, salud y enfermedad, gracia y pecado… Así es la vida de todos. Pero los cristianos tenemos una esperanza firme porque nuestra vida la vivimos junto a Jesús y a María, Madre de Dios y madre nuestra.

Es el momento de mirar con esperanza el año 2010 que comienza. Nos aguardan grandes e importantes acontecimientos. A nivel eclesial nos espera la celebración de la Pre-Pascua Juvenil, casi en los albores del nuevo año, y la Celebración de clausura del Año Sacerdotal de la Provincia Eclesiástica de Yucatán, en mayo próximo.

Mirar el año 2010 que inicia nos ayuda a renovar la esperanza, pues «estoy convencido de que Dios que comenzó en ustedes una obra tan buena, la llevará a feliz término para el día en que Cristo Jesús se manifieste» (Flp 1,6).

Al inicio de este Año 2010, pido a nuestro Señor Jesucristo, el Príncipe de la Paz, nos conceda a todos un Nuevo Año lleno de paz, de alegría, pero sobre todo de esperanza. Paz, alegría y esperanza que nos da el saber que cumplimos la voluntad de Dios.

A todos los sacerdotes, religiosos y religiosas, a todas las familias de nuestra Diócesis, a los niños, a los jóvenes, a los hombres y mujeres de la tercera edad, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, les deseo un Feliz Año Nuevo. Que sus deseos, anhelos y proyectos puedan realizarlos en este año 2010 que estamos iniciando.

Con san Pablo, de corazón les digo que están siempre presentes en mis oraciones y que «cuando ruego por ustedes lo hago siempre con alegría, porque han colaborado en el anuncio del Evangelio desde el primer día hasta hoy» (Flp 1,4-5). Dios les bendiga abundantemente. ¡Feliz Año Nuevo!

San Francisco de Campeche, Cam., 31 de Diciembre de 2009.

+ Mons. Ramón Castro Castro
XIII Obispo de Campeche

Mensaje de Año Nuevo de la Diócesis de Matamoros

A TODO EL PUEBLO DE DIOS QUE PEREGRINA EN LA DIÓCESIS DE MATAMOROS

«Reciban gracia y paz de Dios nuestro Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor» (Gal 1, 13).

Aun con el gozo de haber contemplado «la Palabra de Dios hecha carne» (Jn 1, 14), hoy tenemos la gracia de recibir un año nuevo, y con el, un cumulo de bendiciones provenientes del Padre que en el Hijo y por gracia del Espíritu plenifica el tiempo. Se abre un horizonte inédito para proseguir reescribiendo la historia de nuestra propia salvación. El año concluido nos ha dejado la grata satisfacción de haber celebrado la fiesta aurea de nuestra querida Diócesis y de nuestro Seminario, no podemos negar que realmente «El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres» (Sal 126, 3). En gratitud por semejantes dones, les exhorto al inicio de este año a seguir caminando con actitudes de gran esperanza que reflejen y den testimonio del credo cristiano que profesamos.

¡Caminemos con un espíritu de certeza!
Un nuevo año se abre ante nosotros y ello, es ya signo real de bendición. Caminemos con la certeza de sabernos acompañados por el Hijo de Dios, que se encarnó hace dos milenios por amor a los hombres y continúa haciéndose presente en medio de nuestras realidades temporales imbuidas de incertidumbre. Indudablemente que en Jesucristo el hombre ha encontrado respuesta a las interrogantes mas acuciantes, incluida la muerte. Los discípulos que hemos conocido a Jesucristo camino, verdad y vida, no podemos ni debemos caminar en la zozobra y desacierto de ideologías parcas y efímeras que proliferan en nuestros entornos.

¡Caminemos con un espíritu de esperanza!
Hoy somos testigos de una vertiginosidad social que ha generado no pocos desequilibrios de orden económico, ecológico y moral, tales desordenes, en consecuencia, han engendrado una desesperanza y desencanto que con facilidad se puede percibir. Ante este panorama, los discípulos que han depositado su confianza en Jesucristo han de mantenerse firmes, más aun, en un espíritu de solidaridad, tal y como lo señala la Constitución conciliar: «Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo» (GS 1).

¡Caminemos con un espíritu de identidad!
Es importante que todo aquello que nos propongamos realizar, esté cimentado en el espíritu de Jesucristo, fundamento absoluto de toda nuestra acción pastoral. La realidad contemporánea es un tiempo de continuo movimiento, que a menudo converge en un acrecentado activismo, corremos el tremendo riesgo de quedarnos en el «hacer» y olvidarnos de nuestro «ser». Somos cristianos y como tales llamados a ser luz y fermento en nuestra historia circundante, tarea nada fácil, pero posible en Aquel que todo lo puede y nos ha llamado a prolongar su Reino en el devenir de la humanidad y concretamente, como misioneros valientes en esta tierra tamaulipeca.

¡Caminemos con un espíritu de oración!
Uno de los propósitos que podemos implementar o afianzar, a nivel personal, familiar y parroquial, es la oración. No habrá poder alguno, que destruya los vínculos que los discípulos estrechen con su Padre Dios. Oremos: por el bienestar de nuestro País que se encuentra asediado por la violencia y desempleo; por nuestros Gobernantes para que no desistan de promover la justicia y la paz; por nuestras familias que gradualmente se ven amenazadas por la desintegración y carencia de auténticos valores humanos y cristianos; por nuestros hermanos más vulnerables que son victimas de atropellos en su dignidad. A ejemplo de Jesucristo que no vino a condenar sino a perdonar, también, oremos por quienes inconscientemente están propiciando un desorden estructural. Les exhorto a seguir orando unos por otros, y especialmente tengo esperanzas que la oración ante el Sagrario se acreciente en nuestras comunidades. Continuemos orando por la santificación de nuestros sacerdotes en este año sacerdotal.

¡Caminemos con un espíritu misionero!
Que el 2010 –año de la renovación parroquial en nuestra Diócesis–, mantenga el acento de que nuestras comunidades se constituyan afectiva y efectivamente en «casa y escuela de comunión» en donde no dejen de seguir formándose discípulos y misioneros de Jesucristo (Cf. DA 170). Que en esta renovación se retomen e integren las acciones de los años precedentes, que las pastorales: Profética, Litúrgica, Social, aunado, al año de la Palabra de Dios, vengan a dinamizar con creces la misión continental desde nuestras parroquias, que la impronta de todo discípulo en este año, sea la misión. Les recuerdo que «la misión forma al discípulo y el discípulo se forma en la misión».

¡Caminemos con un espíritu Mariano!
Nos acompaña en este camino la Santísima Virgen, primera discípula y misionera, «Estrella de la nueva evangelización». Ella que ha querido quedarse estampada en la tilma del Tepeyac guie nuestros pasos misioneros por sendas de concordia y paz; ¡proteja nuestra Patria y conserve nuestra fe!

Finalmente, pido a todos los Sacerdotes que durante las celebraciones del día primero de enero, se lea este mensaje a todo el Pueblo de Dios. De antemano, agradezco a mis Presbíteros y a todos los Agentes de pastoral, su espíritu de participación y corresponsabilidad mostrado en todos los proyectos evangelizadores, los cuales, han redundado en frutos para nuestra querida Diócesis de Matamoros.

Reciban con afecto un abrazo y mi bendición de Pastor. ¡Feliz Año nuevo para todas las comunidades y familias de nuestra Diócesis!

Dado en la Sede Episcopal de H. Matamoros de Nuestra Señora del Refugio de Pecadores, Tamaulipas, a los veintinueve días del mes de diciembre, del dos mil nueve, año de la Palabra de Dios.


+ Faustino Armendáriz Jiménez
IV Obispo de Matamoros

Mesaje de Año Nuevo de Mons. Rodrigo Aguilar Martínez Obispo de Tehuacán


Muchas personas y familias acostumbran acudir a la iglesia a dar gracias a Dios por el año que termina. Es importante involucrar activamente a los niños y jóvenes en este gesto; es parte de la educación cristiana, en el reconocimiento de que la vida es don de Dios y hay que vivirla con gratitud y responsabilidad.

Hay esquemas de oraciones propias para este día; yo sugiero, como lo he hecho en otros momentos, tres aspectos a tener en cuenta:


• Primero: Dar gracias a Dios por los beneficios que nos ha concedido. Desgraciadamente con frecuencia nuestra oración es para pedir. Ante todo hay que ser agradecidos. Hay mucho de qué darle gracias a Dios. Bien se puede reunir la familia un rato y compartir libremente entre todos de qué dar gracias a Dios. Los adultos ayudan a los pequeños a participar; pero también los adultos podemos quedar sorprendidos de la agudeza y profundidad de los pequeños.
• Segundo: Pedir a Dios perdón por el mal que hemos hecho y por el bien que hemos dejado de hacer, sea por descuido o por flojera. Es muy saludable reconocernos pecadores, especialmente ante un Dios que es rico en misericordia.
• Tercero: Renovar nuestra fe y esperanza en Dios, que no nos abandona, sino que nos ama aun siendo nosotros pecadores, y quiere seguir derramando su amor en nosotros en el año que estamos por iniciar.

Por otro lado, el Año Nuevo nos hace felicitarnos y desearnos que sea próspero para todos. El primer día del año celebramos litúrgicamente -a los ocho días de la Navidad- a la Virgen María, gracias a la cual el Hijo de Dios se ha hecho hombre; por lo mismo, la celebramos con el máximo título: “Madre de Dios”.

También el primer día del año celebramos la Jornada Mundial de la Paz, que el Papa Benedicto XVI nos invita a vivir con el tema “Si quieres promover la paz, protege la creación”. El tema es apremiante, dado el descuido y el abuso de los bienes naturales que Dios nos ha dado y que ha llevado a una “crisis ecológica”. El Papa menciona algunos fenómenos, por ejemplo “el cambio climático, la desertificación, el deterioro y la pérdida de productividad de amplias zonas agrícolas, la contaminación de los ríos y de las capas acuíferas, la pérdida de la biodiversidad, el aumento de sucesos naturales extremos, la deforestación de las áreas ecuatoriales y tropicales, el creciente fenómeno de los llamados «prófugos ambientales», personas que deben abandonar el ambiente en que viven a causa de su deterioro” (el texto en cursiva es parte del Mensaje del Papa)

La crisis ecológica viene acompañada de una profunda crisis cultural y moral.

Desde la vida familiar y en todos los programas de desarrollo, es importante revisar a fondo qué tipo de desarrollo estamos implementando; “el uso de los recursos naturales debería hacerse de modo que las ventajas inmediatas no tengan consecuencias negativas para los seres vivientes, humanos o no, del presente y del futuro.”

“Todos somos responsables de la protección y el cuidado de la creación… Es importante que todos nos comprometamos en el ámbito que nos corresponda, trabajando para superar el predominio de los intereses particulares.

“Contemplar la belleza de la creación es un estímulo para reconocer el amor del Creador…Al cuidar la creación, vemos que Dios, a través de ella, cuida de nosotros. Por otro lado, una correcta concepción de la relación del hombre con el medio ambiente no lleva a absolutizar la naturaleza ni a considerarla más importante que la persona misma. La Iglesia invita en cambio a plantear la cuestión de manera equilibrada, respetando la «gramática» que el Creador ha inscrito en su obra, confiando al hombre el papel de guardián y administrador responsable de la creación, papel del que ciertamente no debe abusar, pero del cual tampoco puede abdicar”

Será bueno que en este año que termina y el que estamos por iniciar, al dar gracias a Dios, pedirle perdón y renovar nuestra fe y esperanza en Él, nos propongamos promover la paz, protegiendo la creación, porque la paz significa armonía en la relación con Dios, con nosotros mismos, con los demás y con la naturaleza.


+ Rodrigo Aguilar Martínez
Obispo de Tehuacán

MENSAJE DE SU SANTIDAD BENEDICTO XVI PARA LA CELEBRACIÓN DE LA XLIII JORNADA MUNDIAL DE LA PAZ


MENSAJE DE SU SANTIDAD
BENEDICTO XVI
PARA LA CELEBRACIÓN DE LA
XLIII JORNADA MUNDIAL DE LA PAZ

1 DE ENERO DE 2010



SI QUIERES PROMOVER LA PAZ, PROTEGE LA CREACIÓN



1. Con ocasión del comienzo del Año Nuevo, quisiera dirigir mis más fervientes deseos de paz a todas las comunidades cristianas, a los responsables de las Naciones, a los hombres y mujeres de buena voluntad de todo el mundo. El tema que he elegido para esta XLIII Jornada Mundial de la Paz es: Si quieres promover la paz, protege la creación. El respeto a lo que ha sido creado tiene gran importancia, puesto que «la creación es el comienzo y el fundamento de todas las obras de Dios»[1], y su salvaguardia se ha hecho hoy esencial para la convivencia pacífica de la humanidad. En efecto, aunque es cierto que, a causa de la crueldad del hombre con el hombre, hay muchas amenazas a la paz y al auténtico desarrollo humano integral —guerras, conflictos internacionales y regionales, atentados terroristas y violaciones de los derechos humanos—, no son menos preocupantes los peligros causados por el descuido, e incluso por el abuso que se hace de la tierra y de los bienes naturales que Dios nos ha dado. Por este motivo, es indispensable que la humanidad renueve y refuerce «esa alianza entre ser humano y medio ambiente que ha de ser reflejo del amor creador de Dios, del cual procedemos y hacia el cual caminamos»[2].

2. En la Encíclica Caritas in veritate he subrayado que el desarrollo humano integral está estrechamente relacionado con los deberes que se derivan de la relación del hombre con el entorno natural, considerado como un don de Dios para todos, cuyo uso comporta una responsabilidad común respecto a toda la humanidad, especialmente a los pobres y a las generaciones futuras. He señalado, además, que cuando se considera a la naturaleza, y al ser humano en primer lugar, simplemente como fruto del azar o del determinismo evolutivo, se corre el riesgo de que disminuya en las personas la conciencia de la responsabilidad[3]. En cambio, valorar la creación como un don de Dios a la humanidad nos ayuda a comprender la vocación y el valor del hombre. En efecto, podemos proclamar llenos de asombro con el Salmista: «Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que has creado, ¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él, el ser humano, para darle poder?» (Sal 8,4-5). Contemplar la belleza de la creación es un estímulo para reconocer el amor del Creador, ese amor que «mueve el sol y las demás estrellas»[4].

3. Hace veinte años, al dedicar el Mensaje de la Jornada Mundial de la Paz al tema Paz con Dios creador, paz con toda la creación, el Papa Juan Pablo II llamó la atención sobre la relación que nosotros, como criaturas de Dios, tenemos con el universo que nos circunda. «En nuestros días aumenta cada vez más la convicción —escribía— de que la paz mundial está amenazada, también [...] por la falta del debido respeto a la naturaleza», añadiendo que la conciencia ecológica «no debe ser obstaculizada, sino más bien favorecida, de manera que se desarrolle y madure encontrando una adecuada expresión en programas e iniciativas concretas»[5]. También otros Predecesores míos habían hecho referencia anteriormente a la relación entre el hombre y el medio ambiente. Pablo VI, por ejemplo, con ocasión del octogésimo aniversario de la Encíclica Rerum Novarum de León XIII, en 1971, señaló que «debido a una explotación inconsiderada de la naturaleza, [el hombre] corre el riesgo de destruirla y de ser a su vez víctima de esta degradación». Y añadió también que, en este caso, «no sólo el ambiente físico constituye una amenaza permanente: contaminaciones y desechos, nuevas enfermedades, poder destructor absoluto; es el propio consorcio humano el que el hombre no domina ya, creando de esta manera para el mañana un ambiente que podría resultarle intolerable. Problema social de envergadura que incumbe a la familia humana toda entera»[6].

4. Sin entrar en la cuestión de soluciones técnicas específicas, la Iglesia, «experta en humanidad», se preocupa de llamar la atención con energía sobre la relación entre el Creador, el ser humano y la creación. En 1990, Juan Pablo II habló de «crisis ecológica» y, destacando que ésta tiene un carácter predominantemente ético, hizo notar «la urgente necesidad moral de una nueva solidaridad»[7]. Este llamamiento se hace hoy todavía más apremiante ante las crecientes manifestaciones de una crisis, que sería irresponsable no tomar en seria consideración. ¿Cómo permanecer indiferentes ante los problemas que se derivan de fenómenos como el cambio climático, la desertificación, el deterioro y la pérdida de productividad de amplias zonas agrícolas, la contaminación de los ríos y de las capas acuíferas, la pérdida de la biodiversidad, el aumento de sucesos naturales extremos, la deforestación de las áreas ecuatoriales y tropicales? ¿Cómo descuidar el creciente fenómeno de los llamados «prófugos ambientales», personas que deben abandonar el ambiente en que viven —y con frecuencia también sus bienes— a causa de su deterioro, para afrontar los peligros y las incógnitas de un desplazamiento forzado? ¿Cómo no reaccionar ante los conflictos actuales, y ante otros potenciales, relacionados con el acceso a los recursos naturales? Todas éstas son cuestiones que tienen una repercusión profunda en el ejercicio de los derechos humanos como, por ejemplo, el derecho a la vida, a la alimentación, a la salud y al desarrollo.

5. No obstante, se ha de tener en cuenta que no se puede valorar la crisis ecológica separándola de las cuestiones ligadas a ella, ya que está estrechamente vinculada al concepto mismo de desarrollo y a la visión del hombre y su relación con sus semejantes y la creación. Por tanto, resulta sensato hacer una revisión profunda y con visión de futuro del modelo de desarrollo, reflexionando además sobre el sentido de la economía y su finalidad, para corregir sus disfunciones y distorsiones. Lo exige el estado de salud ecológica del planeta; lo requiere también, y sobre todo, la crisis cultural y moral del hombre, cuyos síntomas son patentes desde hace tiempo en todas las partes del mundo.[8] La humanidad necesita una profunda renovación cultural; necesita redescubrir esos valores que constituyen el fundamento sólido sobre el cual construir un futuro mejor para todos. Las situaciones de crisis por las que está actualmente atravesando —ya sean de carácter económico, alimentario, ambiental o social— son también, en el fondo, crisis morales relacionadas entre sí. Éstas obligan a replantear el camino común de los hombres. Obligan, en particular, a un modo de vivir caracterizado por la sobriedad y la solidaridad, con nuevas reglas y formas de compromiso, apoyándose con confianza y valentía en las experiencias positivas que ya se han realizado y rechazando con decisión las negativas. Sólo de este modo la crisis actual se convierte en ocasión de discernimiento y de nuevas proyecciones.

6. ¿Acaso no es cierto que en el origen de lo que, en sentido cósmico, llamamos «naturaleza», hay «un designio de amor y de verdad»? El mundo «no es producto de una necesidad cualquiera, de un destino ciego o del azar [...]. Procede de la voluntad libre de Dios que ha querido hacer participar a las criaturas de su ser, de su sabiduría y de su bondad»[9]. El Libro del Génesis nos remite en sus primeras páginas al proyecto sapiente del cosmos, fruto del pensamiento de Dios, en cuya cima se sitúan el hombre y la mujer, creados a imagen y semejanza del Creador para «llenar la tierra» y «dominarla» como «administradores» de Dios mismo (cf. Gn 1,28). La armonía entre el Creador, la humanidad y la creación que describe la Sagrada Escritura, se ha roto por el pecado de Adán y Eva, del hombre y la mujer, que pretendieron ponerse en el lugar de Dios, negándose a reconocerse criaturas suyas. La consecuencia es que se ha distorsionado también el encargo de «dominar» la tierra, de «cultivarla y guardarla», y así surgió un conflicto entre ellos y el resto de la creación (cf. Gn 3,17-19). El ser humano se ha dejado dominar por el egoísmo, perdiendo el sentido del mandato de Dios, y en su relación con la creación se ha comportado como explotador, queriendo ejercer sobre ella un dominio absoluto. Pero el verdadero sentido del mandato original de Dios, perfectamente claro en el Libro del Génesis, no consistía en una simple concesión de autoridad, sino más bien en una llamada a la responsabilidad. Por lo demás, la sabiduría de los antiguos reconocía que la naturaleza no está a nuestra disposición como si fuera un «montón de desechos esparcidos al azar»[10], mientras que la Revelación bíblica nos ha hecho comprender que la naturaleza es un don del Creador, el cual ha inscrito en ella su orden intrínseco para que el hombre pueda descubrir en él las orientaciones necesarias para «cultivarla y guardarla» (cf. Gn 2,15)[11]. Todo lo que existe pertenece a Dios, que lo ha confiado a los hombres, pero no para que dispongan arbitrariamente de ello. Por el contrario, cuando el hombre, en vez de desempeñar su papel de colaborador de Dios, lo suplanta, termina provocando la rebelión de la naturaleza, «más bien tiranizada que gobernada por él»[12]. Así, pues, el hombre tiene el deber de ejercer un gobierno responsable sobre la creación, protegiéndola y cultivándola[13].

7. Se ha de constatar por desgracia que numerosas personas, en muchos países y regiones del planeta, sufren crecientes dificultades a causa de la negligencia o el rechazo por parte de tantos a ejercer un gobierno responsable respecto al medio ambiente. El Concilio Ecuménico Vaticano II ha recordado que «Dios ha destinado la tierra y todo cuanto ella contiene para uso de todos los hombres y pueblos»[14]. Por tanto, la herencia de la creación pertenece a la humanidad entera. En cambio, el ritmo actual de explotación pone en serio peligro la disponibilidad de algunos recursos naturales, no sólo para la presente generación, sino sobre todo para las futuras[15]. Así, pues, se puede comprobar fácilmente que el deterioro ambiental es frecuentemente el resultado de la falta de proyectos políticos de altas miras o de la búsqueda de intereses económicos miopes, que se transforman lamentablemente en una seria amenaza para la creación. Para contrarrestar este fenómeno, teniendo en cuenta que «toda decisión económica tiene consecuencias de carácter moral»[16], es también necesario que la actividad económica respete más el medio ambiente. Cuando se utilizan los recursos naturales, hay que preocuparse de su salvaguardia, previendo también sus costes —en términos ambientales y sociales—, que han de ser considerados como un capítulo esencial del costo de la misma actividad económica. Compete a la comunidad internacional y a los gobiernos nacionales dar las indicaciones oportunas para contrarrestar de manera eficaz una utilización del medio ambiente que lo perjudique. Para proteger el ambiente, para tutelar los recursos y el clima, es preciso, por un lado, actuar respetando unas normas bien definidas incluso desde el punto de vista jurídico y económico y, por otro, tener en cuenta la solidaridad debida a quienes habitan las regiones más pobres de la tierra y a las futuras generaciones.

8. En efecto, parece urgente lograr una leal solidaridad intergeneracional. Los costes que se derivan de la utilización de los recursos ambientales comunes no pueden dejarse a cargo de las generaciones futuras: «Herederos de generaciones pasadas y beneficiándonos del trabajo de nuestros contemporáneos, estamos obligados para con todos y no podemos desinteresarnos de los que vendrán a aumentar todavía más el círculo de la familia humana. La solidaridad universal, que es un hecho y beneficio para todos, es también un deber. Se trata de una responsabilidad que las generaciones presentes tienen respecto a las futuras, una responsabilidad que incumbe también a cada Estado y a la Comunidad internacional»[17]. El uso de los recursos naturales debería hacerse de modo que las ventajas inmediatas no tengan consecuencias negativas para los seres vivientes, humanos o no, del presente y del futuro; que la tutela de la propiedad privada no entorpezca el destino universal de los bienes[18]; que la intervención del hombre no comprometa la fecundidad de la tierra, para ahora y para el mañana. Además de la leal solidaridad intergeneracional, se ha de reiterar la urgente necesidad moral de una renovada solidaridad intrageneracional, especialmente en las relaciones entre países en vías de desarrollo y aquellos altamente industrializados: «la comunidad internacional tiene el deber imprescindible de encontrar los modos institucionales para ordenar el aprovechamiento de los recursos no renovables, con la participación también de los países pobres, y planificar así conjuntamente el futuro»[19]. La crisis ecológica muestra la urgencia de una solidaridad que se proyecte en el espacio y el tiempo. En efecto, entre las causas de la crisis ecológica actual, es importante reconocer la responsabilidad histórica de los países industrializados. No obstante, tampoco los países menos industrializados, particularmente aquellos emergentes, están eximidos de la propia responsabilidad respecto a la creación, porque el deber de adoptar gradualmente medidas y políticas ambientales eficaces incumbe a todos. Esto podría lograrse más fácilmente si no hubiera tantos cálculos interesados en la asistencia y la transferencia de conocimientos y tecnologías más limpias.

9. Es indudable que uno de los principales problemas que ha de afrontar la comunidad internacional es el de los recursos energéticos, buscando estrategias compartidas y sostenibles para satisfacer las necesidades de energía de esta generación y de las futuras. Para ello, es necesario que las sociedades tecnológicamente avanzadas estén dispuestas a favorecer comportamientos caracterizados por la sobriedad, disminuyendo el propio consumo de energía y mejorando las condiciones de su uso. Al mismo tiempo, se ha de promover la búsqueda y las aplicaciones de energías con menor impacto ambiental, así como la «redistribución planetaria de los recursos energéticos, de manera que también los países que no los tienen puedan acceder a ellos»[20]. La crisis ecológica, pues, brinda una oportunidad histórica para elaborar una respuesta colectiva orientada a cambiar el modelo de desarrollo global siguiendo una dirección más respetuosa con la creación y de un desarrollo humano integral, inspirado en los valores propios de la caridad en la verdad. Por tanto, desearía que se adoptara un modelo de desarrollo basado en el papel central del ser humano, en la promoción y participación en el bien común, en la responsabilidad, en la toma de conciencia de la necesidad de cambiar el estilo de vida y en la prudencia, virtud que indica lo que se ha de hacer hoy, en previsión de lo que puede ocurrir mañana[21].

10. Para llevar a la humanidad hacia una gestión del medio ambiente y los recursos del planeta que sea sostenible en su conjunto, el hombre está llamado a emplear su inteligencia en el campo de la investigación científica y tecnológica y en la aplicación de los descubrimientos que se derivan de ella. La «nueva solidaridad» propuesta por Juan Pablo II en el Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1990 [22], y la «solidaridad global», que he mencionado en el Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2009 [23], son actitudes esenciales para orientar el compromiso de tutelar la creación, mediante un sistema de gestión de los recursos de la tierra mejor coordinado en el ámbito internacional, sobre todo en un momento en el que va apareciendo cada vez de manera más clara la estrecha interrelación que hay entre la lucha contra el deterioro ambiental y la promoción del desarrollo humano integral. Se trata de una dinámica imprescindible, en cuanto «el desarrollo integral del hombre no puede darse sin el desarrollo solidario de la humanidad»[24]. Hoy son muchas las oportunidades científicas y las potenciales vías innovadoras, gracias a las cuales se pueden obtener soluciones satisfactorias y armoniosas para la relación entre el hombre y el medio ambiente. Por ejemplo, es preciso favorecer la investigación orientada a determinar el modo más eficaz para aprovechar la gran potencialidad de la energía solar. También merece atención la cuestión, que se ha hecho planetaria, del agua y el sistema hidrogeológico global, cuyo ciclo tiene una importancia de primer orden para la vida en la tierra, y cuya estabilidad puede verse amenazada gravemente por los cambios climáticos. Se han de explorar, además, estrategias apropiadas de desarrollo rural centradas en los pequeños agricultores y sus familias, así como es preciso preparar políticas idóneas para la gestión de los bosques, para el tratamiento de los desperdicios y para la valorización de las sinergias que se dan entre los intentos de contrarrestar los cambios climáticos y la lucha contra la pobreza. Hacen falta políticas nacionales ambiciosas, completadas por un necesario compromiso internacional que aporte beneficios importantes, sobre todo a medio y largo plazo. En definitiva, es necesario superar la lógica del mero consumo para promover formas de producción agrícola e industrial que respeten el orden de la creación y satisfagan las necesidades primarias de todos. La cuestión ecológica no se ha de afrontar sólo por las perspectivas escalofriantes que se perfilan en el horizonte a causa del deterioro ambiental; el motivo ha de ser sobre todo la búsqueda de una auténtica solidaridad de alcance mundial, inspirada en los valores de la caridad, la justicia y el bien común. Por otro lado, como ya he tenido ocasión de recordar, «la técnica nunca es sólo técnica. Manifiesta quién es el hombre y cuáles son sus aspiraciones de desarrollo, expresa la tensión del ánimo humano hacia la superación gradual de ciertos condicionamientos materiales. La técnica, por lo tanto, se inserta en el mandato de cultivar y guardar la tierra (cf. Gn 2,15), que Dios ha confiado al hombre, y se orienta a reforzar esa alianza entre ser humano y medio ambiente que debe reflejar el amor creador de Dios»[25].

11. Cada vez se ve con mayor claridad que el tema del deterioro ambiental cuestiona los comportamientos de cada uno de nosotros, los estilos de vida y los modelos de consumo y producción actualmente dominantes, con frecuencia insostenibles desde el punto de vista social, ambiental e incluso económico. Ha llegado el momento en que resulta indispensable un cambio de mentalidad efectivo, que lleve a todos a adoptar nuevos estilos de vida, «a tenor de los cuales, la búsqueda de la verdad, de la belleza y del bien, así como la comunión con los demás hombres para un desarrollo común, sean los elementos que determinen las opciones del consumo, de los ahorros y de las inversiones»[26]. Se ha de educar cada vez más para construir la paz a partir de opciones de gran calado en el ámbito personal, familiar, comunitario y político. Todos somos responsables de la protección y el cuidado de la creación. Esta responsabilidad no tiene fronteras. Según el principio de subsidiaridad, es importante que todos se comprometan en el ámbito que les corresponda, trabajando para superar el predominio de los intereses particulares. Un papel de sensibilización y formación corresponde particularmente a los diversos sujetos de la sociedad civil y las Organizaciones no gubernativas, que se mueven con generosidad y determinación en favor de una responsabilidad ecológica, que debería estar cada vez más enraizada en el respeto de la «ecología humana». Además, se ha de requerir la responsabilidad de los medios de comunicación social en este campo, con el fin de proponer modelos positivos en los que inspirarse. Por tanto, ocuparse del medio ambiente exige una visión amplia y global del mundo; un esfuerzo común y responsable para pasar de una lógica centrada en el interés nacionalista egoísta a una perspectiva que abarque siempre las necesidades de todos los pueblos. No se puede permanecer indiferentes ante lo que ocurre en nuestro entorno, porque la degradación de cualquier parte del planeta afectaría a todos. Las relaciones entre las personas, los grupos sociales y los Estados, al igual que los lazos entre el hombre y el medio ambiente, están llamadas a asumir el estilo del respeto y de la «caridad en la verdad». En este contexto tan amplio, es deseable más que nunca que los esfuerzos de la comunidad internacional por lograr un desarme progresivo y un mundo sin armas nucleares, que sólo con su mera existencia amenazan la vida del planeta, así como por un proceso de desarrollo integral de la humanidad de hoy y del mañana, sean de verdad eficaces y correspondidos adecuadamente.

12. La Iglesia tiene una responsabilidad respecto a la creación y se siente en el deber de ejercerla también en el ámbito público, para defender la tierra, el agua y el aire, dones de Dios Creador para todos, y sobre todo para proteger al hombre frente al peligro de la destrucción de sí mismo. En efecto, la degradación de la naturaleza está estrechamente relacionada con la cultura que modela la convivencia humana, por lo que «cuando se respeta la “ecología humana” en la sociedad, también la ecología ambiental se beneficia»[27]. No se puede pedir a los jóvenes que respeten el medio ambiente, si no se les ayuda en la familia y en la sociedad a respetarse a sí mismos: el libro de la naturaleza es único, tanto en lo que concierne al ambiente como a la ética personal, familiar y social[28]. Los deberes respecto al ambiente se derivan de los deberes para con la persona, considerada en sí misma y en su relación con los demás. Por eso, aliento de buen grado la educación de una responsabilidad ecológica que, como he dicho en la Encíclica Caritas in veritate, salvaguarde una auténtica «ecología humana» y, por tanto, afirme con renovada convicción la inviolabilidad de la vida humana en cada una de sus fases, y en cualquier condición en que se encuentre, la dignidad de la persona y la insustituible misión de la familia, en la cual se educa en el amor al prójimo y el respeto por la naturaleza.[29] Es preciso salvaguardar el patrimonio humano de la sociedad. Este patrimonio de valores tiene su origen y está inscrito en la ley moral natural, que fundamenta el respeto de la persona humana y de la creación.

13. Tampoco se ha de olvidar el hecho, sumamente elocuente, de que muchos encuentran tranquilidad y paz, se sienten renovados y fortalecidos, al estar en contacto con la belleza y la armonía de la naturaleza. Así, pues, hay una cierta forma de reciprocidad: al cuidar la creación, vemos que Dios, a través de ella, cuida de nosotros. Por otro lado, una correcta concepción de la relación del hombre con el medio ambiente no lleva a absolutizar la naturaleza ni a considerarla más importante que la persona misma. El Magisterio de la Iglesia manifiesta reservas ante una concepción del mundo que nos rodea inspirada en el ecocentrismo y el biocentrismo, porque dicha concepción elimina la diferencia ontológica y axiológica entre la persona humana y los otros seres vivientes. De este modo, se anula en la práctica la identidad y el papel superior del hombre, favoreciendo una visión igualitarista de la «dignidad» de todos los seres vivientes. Se abre así paso a un nuevo panteísmo con acentos neopaganos, que hace derivar la salvación del hombre exclusivamente de la naturaleza, entendida en sentido puramente naturalista. La Iglesia invita en cambio a plantear la cuestión de manera equilibrada, respetando la «gramática» que el Creador ha inscrito en su obra, confiando al hombre el papel de guardián y administrador responsable de la creación, papel del que ciertamente no debe abusar, pero del cual tampoco puede abdicar. En efecto, también la posición contraria de absolutizar la técnica y el poder humano termina por atentar gravemente, no sólo contra la naturaleza, sino también contra la misma dignidad humana[30].

14. Si quieres promover la paz, protege la creación. La búsqueda de la paz por parte de todos los hombres de buena voluntad se verá facilitada sin duda por el reconocimiento común de la relación inseparable que existe entre Dios, los seres humanos y toda la creación. Los cristianos ofrecen su propia aportación, iluminados por la divina Revelación y siguiendo la Tradición de la Iglesia. Consideran el cosmos y sus maravillas a la luz de la obra creadora del Padre y de la redención de Cristo, que, con su muerte y resurrección, ha reconciliado con Dios «todos los seres: los del cielo y los de la tierra» (Col 1,20). Cristo, crucificado y resucitado, ha entregado a la humanidad su Espíritu santificador, que guía el camino de la historia, en espera del día en que, con la vuelta gloriosa del Señor, serán inaugurados «un cielo nuevo y una tierra nueva» (2 P 3,13), en los que habitarán por siempre la justicia y la paz. Por tanto, proteger el entorno natural para construir un mundo de paz es un deber de cada persona. He aquí un desafío urgente que se ha de afrontar de modo unánime con un renovado empeño; he aquí una oportunidad providencial para legar a las nuevas generaciones la perspectiva de un futuro mejor para todos. Que los responsables de las naciones sean conscientes de ello, así como los que, en todos los ámbitos, se interesan por el destino de la humanidad: la salvaguardia de la creación y la consecución de la paz son realidades íntimamente relacionadas entre sí. Por eso, invito a todos los creyentes a elevar una ferviente oración a Dios, Creador todopoderoso y Padre de misericordia, para que en el corazón de cada hombre y de cada mujer resuene, se acoja y se viva el apremiante llamamiento: Si quieres promover la paz, protege la creación.

Vaticano, 8 de diciembre de 2009


BENEDICTUS PP. XVI




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[1] Catecismo de la Iglesia Católica, 198.
[2] Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2008, 7.

[3] Cf. n. 48.

[4] Dante Alighieri, Divina Comedia, Paraíso, XXXIII,145.

[5] Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1990, 1.

[6] Carta ap. Octogesima adveniens, 21.

[7] Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1990 1990, 10.

[8] Cf. Carta enc. Caritas in veritate, 32.

[9] Catecismo de la Iglesia Católica, 295.

[10] Heráclito de Éfeso (535 a.C. ca. – 475 a.C. ca.), Fragmento 22B124, en H. Diels-W. Kranz, Die Fragmente der Vorsokratiker, Weidmann, Berlín19526.

[11] Cf. Carta enc. Caritas in veritate, 48.

[12] Juan Pablo II, Carta enc. Centesimus annus, 37.

[13] Cf. Carta enc. Caritas in veritate, 50.

[14] Const. past. Gaudium et spes, 69.

[15] Cf. Juan Pablo II, Carta enc. Sollicitudo rei socialis, 34.

[16] Carta enc. Caritas in veritate, 37.

[17] Pontificio Consejo «Justicia y Paz», Compendio de la Doctrina social de la Iglesia, 467;cf. Pablo VI, Carta enc. Populorum progressio, 17.

[18] Cf. Juan Pablo II, Carta enc. Centesimus annus, 30-31. 43.

[19] Carta enc. Caritas in veritate, 49.

[20] Ibíd.

[21] Cf. Santo Tomás de Aquino, S. Th., II-II, q. 49, 5.

[22] Cf. n. 9.

[23] Cf .n. 8.

[24] Pablo VI, Carta enc. Populorum progressio, 43.

[25] Carta enc. Caritas in veritate, 69.

[26] Juan Pablo II, Carta enc. Centesimus annus, 36.

[27] Carta enc. Caritas in veritate, 51.

[28] Cf. ibíd., 15. 51.

[29] Cf. ibíd., 28. 51. 61; Juan Pablo II, Carta enc. Centesimus annus, 38.39.

[30] Cf. Carta enc. Caritas in veritate, 70.


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