viernes, 1 de enero de 2010

El Año Nuevo 2010. Mensaje de Mons. Carlos Quintero Arce Arzobispo Emérito de Hermosillo

“Todo tiene su momento y todo cuanto se hace debajo del sol tiene su tiempo. Hay tiempo de nacer y tiempo de morir, tiempo de plantar y tiempo de arrancar lo plantado” Eclesiástico 3,1-8

Quiero repetir la frase tan usada que tiene gran sentido: FELIZ Y PROSPERO AÑO 2010. A todos les deseo la felicidad, la alegría y la prosperidad durante todos los días de éste año 2010 que vamos a comenzar. Y espero que Dios nos colme de bendiciones durante todos los días de este año nuevo.


Sabemos que las ideologías políticas que caracterizaron la época precedente, parece que ha perdido su virulación, reemplazadas sin embargo, por la nueva ideología de la técnica como una separación entre las capacidades operativas y las preocupaciones más vivas de la comunidad de hoy.

Un segunda elemento que distingue la época actual, es el fenómeno de la globalización que nos hace pensar hoy más en la economía y las finanzas, en el deterioro del ambiente y en la familia, en el aumento de migrantes y en la protección de los derechos de los trabajadores, todas estas cosas que están influenciadas por el fenómeno de la globalización.

Un tercer elemento de cambio que tenemos en este Año Nuevo es lo que respecta a la Religión. De hecho las Religiones han vuelto al escenario de la Política Mundial. A este fenómeno sin embargo se contrapone el Laicismo militante y a veces exasperado que pretende eliminar la Religión de la esfera pública.

Un cuarto elemento que se presenta, es el resurgimiento en algunos países de una situación de franco retraso, que está cambiando notablemente los equilibrios geopolíticos Mundiales. Tenemos el problema de la terminación de los recursos energéticos como el petróleo, las nuevas formas de colonialismo y de explotación; así como la creciente violencia generada por la lucha de poder entre delincuentes. Todo lo cual necesita ser orientado bien.

Por eso para terminar el Año 2009 y empezar el Año 2010, tengamos más que nunca nuestra vista puesta en Jesús, quien ya desde el establo de Belén nos muestra el rostro lleno de ternura de nuestro Padre Dios, y nos ayudará a resolver todos los problemas que se nos presentan en este año que comienza.

Jesús, el Hijo de Dios hecho Hombre, nace y crece en el seno de una Familia como las nuestras. Recordemos por tanto, y encomendémonos en todo este año a ésta familia de Nazaret, formada por Jesús, María y José, para que esté presente y nos ayude en los problemas que hoy recordamos y así nos enseñe el verdadero camino de Dios que se abrirá paso en medio de nuestra condición humana y ante nuestra situación actual.

Dios ha querido que fuéramos familia suya, por eso deseamos que en este nuevo año lleguemos a ser todos una sola familia, y que Dios conserve en este año 2010 la paz y la verdadera concordia.

Que los jóvenes novios que se preparan para el Matrimonio experimenten el Amor de Dios en su amor que crece y, que podamos todos resolver todos los problemas que se nos presenten en este año, y que las familias que pasan dificultades o viven la desunión y la ruptura, rehagan con la fuerza de Dios el camino de la unidad.

Deseo ardientemente que este año, para que sea verdaderamente feliz, encontremos la comprensión y la verdadera caridad en nuestras relaciones con los demás.

FELIZ AÑO NUEVO, lleno de las Bendiciones Divinas.


+ Mons. Carlos Quintero Arce
Arzobispo Emérito de Hermosillo

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