miércoles, 19 de junio de 2013

EL NOMBRE DE SAN JOSÉ SE AÑADE A LAS PLEGARIAS EUCARÍSTICAS II, III Y IV

Ciudad del Vaticano, 19 junio 2013 (VIS).-La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos publica hoy un decreto, fechado el 1 de mayo y firmado por el prefecto de ese dicasterio, el cardenal Antonio Cañizares Llovera, por el cual dispone que también en las Plegarias eucarísticas II, III y IV del Misal Romano, después de la Bienaventurada Virgen María, se mencione el nombre de su esposo San José.

“En la Iglesia Católica -dice el decreto- los fieles han manifestado siempre una devoción ininterrumpida a San José y han honrado solemne y constantemente la memoria del esposo castísimo de la Madre de Dios y Patrón celeste de toda la Iglesia, hasta el punto de que ya el beato Juan XXIII durante el Sacrosanto Concilio Ecuménico Vaticano II decretó que se añadiera su nombre en el antiquísimo Canon Romano. El Sumo Pontífice Benedicto XVI acogió con benevolencia y aprobó los devotos deseos que llegaron por escrito procedentes de múltiples lugares, y que ahora ha confirmado el Sumo Pontífice Francisco, confirmando la plenitud de la comunión de los Santos que, en un tiempo peregrinos junto a nosotros en el mundo, nos conducen a Cristo y nos unen a Él”.

“Por lo que respecta a los textos en lengua latina -especifica el texto- se utilizarán las fórmulas que desde ahora se declaran típicas. La misma Congregación se ocupará de las traducciones en las lenguas occidentales de mayor difusión; las que se redacten en otras lenguas tendrá que elaborarse, según las normas del derecho, por las respectivas Conferencias episcopales y confirmadas por la Sede Apostólica a través de este dicasterio”.

En castellano las fórmulas son:

-En la Plegaria Eucarística II: “Con María, la Virgen Madre de Dios, su esposo San José, los apóstoles y...”-

-En la Plegaria Eucarística III: “Con María, la Virgen Madre de Dios, su esposo San José, los apóstoles y los mártires...”.

-En la Plegaria Eucarística IV: “Con María, la Virgen Madre de Dios, con su esposo San José, con los apóstoles y los santos...”

Mal testimonio es la causa de la deserción de fieles en la Iglesia Católica. Con información de Buena Noticia. Diócesis de Orizaba

Mons. Marcelino Hernández Rodríguez
Obispo de Orizaba
Orizaba.- El mal testimonio, es la razón primordial por la que la Iglesia Católica ha perdido fieles en todo el mundo, sin embargo, en los últimos años, tiende a repuntar la cantidad de aquellos que vuelven y van madurando en su fe, luego de haberse ido temporalmente a otras religiones, aceptó Monseñor Marcelino Hernández Rodríguez, Obispo de Orizaba.

Sin precisar la cantidad de aquellos que han salido de vivir una experiencia tras haber sido decepcionados, se han percatado que su vida de fe, demanda recibir los Sacramentos y están de vuelta.

Es importante que algunos estén regresando, preocupante resulta que haya casos en que las personas se van y no se adhieren a ningún credo, debe ser triste que no crean, explicó.

No obstante que se desconoce la cantidad de católicos que a nivel diocesano se habrían ido de su religión, así como los que regresan, el Señor Obispo indica que a 13 años de haberse creado la Diócesis de Orizaba, es grato saber que muchos están de vuelta, bienvenidos, les dijo.

La Iglesia Católica se renueva con la presencia del Papa Francisco y se espera una renovación mucho más intensa, de mayor sencillez, preocupación de los que menos tienen, dar más testimonio de que lo que creemos se vive no sólo como una idea, sino hay que traducirlo en obras.

Estamos en una Misión Permanente y Año de la Fe, aunado a la actitud del Papa con una toma de conciencia de ser mejores creyentes, es lo que coadyuva a que haya aumento en que la gente vuelva a la religión en la que fue bautizada. “Se han ido porque no les damos el buen testimonio, esa responsabilidad no la dejamos a nadie, a veces no nos portamos bien y hacemos que la gente se vaya”, lamentó.

Si bien es cierto que algunos fieles se van por ser maltratados de parte de sus sacerdotes, también es verdad que al no cumplírseles algún capricho, optan por retirarse. Quizá el lenguaje que los sacerdotes utilizan no es el apropiado “el tener la verdad, no nos autoriza como sacerdotes para ser groseros con las personas o ser demasiado exigentes”.

Esta conducta de los sacerdotes está en revisión, precisamente para responder al mundo con sus demandas, exigencias y necesidades.

La Policía paquistaní tortura hasta la muerte a un joven cristiano y declara: «¿Qué más da?». Con Información de Religión en Libertad

Irfan Masih es la última víctima de la violencia sectaria y anticristiana que sacude Pakistán y que coloca a este país en los primeros puestos de persecución a los cristianos. Estos sucesos se agravan aún más si los implicados pertenecen a los cuerpos de seguridad que teóricamente debería protegerlos. «»

El joven Masih tenía tan sólo 20 años de edad y como cristiano ha vivido su particular pasión. Ha muerto de manera brutal a manos de sus captores. La diferencia de 21 siglos no impide que los actos tengan similitudes en cuanto a la brutalidad.

Este joven cristiano fue detenido por la Policía de Pakistán el pasado 8 de junio acusado directamente de un asesinato que jamás cometió. No había orden judicial ni hubo juicio. 

Estuvo ocho días retenido y fue brutalmente torturado con la única intención de sacarleuna confesión que no consiguieron. El 16 de junio moría. 

En la autopsia los médicos encontraron al joven muerto con 22 huesos rotos. Había sido literalmente molido a palos.

Según informa la agencia Asianews, Irfan Masih era un joven trabajador en la provincia de Punjab. La familia denuncia que fue retenido sin pruebas y que cuando volvieron a verle estaba ya muerto y con "múltiples fracturas".

Sin embargo, los agentes implicados en la brutal muerte de este joven cristiano no temen a las consecuencias de sus hechos. Se sienten y se saben impunes. Con una frialdad que asusta el jefe del acuartelamiento policial dijo que sencillamente Masih "no ha sido capaz de soportar" los golpes. Simple y llanamente.

"¿Qué más da su muerte?"
Si el investigador es igualmente el agresor poco se puede hacer. Así el subinspector Variam Ali no da valor a este brutal asesinato. "¿Qué más da, qué importa esta muerte? Una gran cantidad de personas muere cada día", afirmó tranquilamente.

Organizaciones de derechos humanos y la minoría cristiana han denunciado estos hechos y han organizado una protesta en Lahore, capital de la provincia de Punjab, para, que se depuren responsabilidades. Sin embargo, las esperanzas son escasas pues en el caso está involucrada la Policía. 

De hecho, el temor no está en los policías implicados y sí en la familia del asesinado, que ha tenido que abandonar su casa y está oculta bajo protección ante posibles represalias islamistas.

Este tipo de casos no es tan raro como pudiera pensarse. Las muertes extrañas de cristianos en la cárcel o en comisarías y las ejecuciones extrajudiciales son algo que sí ocurre en Pakistán.

Además, el día a día de la minoría cristiana en el país no es mucho mejor. No sólo por la violencia física sino porque en muchos casos son víctimas de la discriminación por parte de las autoridades. En otros casos son víctimas de la usura y de la violencia religiosa.

Es lo que ha ocurrido estos últimos días, según recoge la agencia Fides. Un joven cristiano, barrendero de profesión, fue secuestrado a plena luz del día por musulmanes armados y por dos policías. Durante más de un día fue golpeado y maltratado y puesto en libertad.

La situación de Pakistán
En Pakistán los musulmanes representan al 96,2 por ciento de la población, lo que contrasta con una minoría cristiana que representa sólo al 2,2 por ciento de los paquistaníes. A pesar de ello, y de la multitud de ejemplos que demuestran lo contrario, la República Islámica de Pakistán presume de ser un país oficialmente laico. Su Constitución aprobada tras su separación de la India y algunas leyes nacionales más recientes reiteran la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley "sin distinción de raza o credo".

Sin embargo, la realidad siempre supera a la ficción y la ley de blasfemia y la ordenanza hudud demuestran lo contrario. El informe de Libertad Religiosa en el Mundo de Ayuda a la Iglesia Necesitada afirma que estos dos terribles instrumentos judiciales que funcionan en el país desde hace décadas socavan la libertad de culto en el país.

Asia Bibi, aún detenida
El caso de Asia Bibi, condenada a la horca y que años después espera aún cumplir la condena tras blasfemar supuestamente contra Mahoma, puso en relieve la situación que la minoría cristiana vive en Pakistán. Esta ley la introdujo en 1986 para "defender el islam y su profeta Mahoma de las ofensas y los insultos". Pero esta normativa ya de por sí polémica se ha convertido en un elemento de venganza donde abundan las denuncias falsas con intereses ocultos de venganzas y que provocan la ira de musulmanes radicales que se toman la venganza por su cuenta.

La norma, establecida en la sección 295, párrafos B y C, del Código Penal de Pakistán castiga con la cadena perpetua a todo el que ofenda al Corán y la pena capital a quien insulte a Mahoma. A la arbitraria Ley Antiblasfemia se suma también la ordenanza hudud.

Éstas son normas estrictas del Derecho Penal que están basadas en el Corán y que prevén incluso la lapidación y flagelación para los comportamientos que se consideran incompatibles con la ley islámica, como los juegos de azar o el consumo de alcohol.