viernes, 28 de agosto de 2009

BENDICIONES DEL ANCIANO

* Bienaventurados aquellos que me hacen sentir que soy amado, que soy útil todavía y que no estoy solo.

* Bienaventurados aquellos que llenan la última etapa de mi vida de cariño y comprensión.

* Bienaventurados aquellos que entienden mi paso vacilante y mi mano temblorosa.


* Bienaventurados aquellos que tienen en cuenta que ya mis oídos tienen que esforzarse para captar las cosas que ellos hablan.

* Bienaventurados aquellos que se dan cuenta que mis ojos están nublados y que mis reacciones son lentas.

* Bienaventurados aquellos que desvían la mirada con disi­mulo al ver que he derramado la taza de café sobre la mesa.

* Bienaventurados aquellos que con una sonrisa en los labios me conceden un ratito de su tiempo para charlar de cosas "sin importancia".

* Bienaventurados aquellos que nunca dicen: "Ya me has contado eso dos veces".