* Bienaventurados aquellos que me hacen sentir que soy amado, que soy útil todavía y que no estoy solo.
* Bienaventurados aquellos que llenan la última etapa de mi vida de cariño y comprensión.
* Bienaventurados aquellos que entienden mi paso vacilante y mi mano temblorosa.
* Bienaventurados aquellos que tienen en cuenta que ya mis oídos tienen que esforzarse para captar las cosas que ellos hablan.
* Bienaventurados aquellos que se dan cuenta que mis ojos están nublados y que mis reacciones son lentas.
* Bienaventurados aquellos que desvían la mirada con disimulo al ver que he derramado la taza de café sobre la mesa.
* Bienaventurados aquellos que con una sonrisa en los labios me conceden un ratito de su tiempo para charlar de cosas "sin importancia".
* Bienaventurados aquellos que nunca dicen: "Ya me has contado eso dos veces".