domingo, 21 de junio de 2009

Carta de Monseñor Marcelino Hernández Rodriguez. Responsable de la Dimensión Episcopal para el Clero al Episcopado Mexicano


Para hermanos sacerdotes y consagrados

Orizaba, Ver., a 19 de Junio del 2009


Estimados hermanos en el Episcopado, sacerdotes y consagrados.
Con la alegría de experimentar la vocación de haber sido elegidos por Cristo para ser sus ministros, les saludo.

Este año llamado por el Papa Benedicto XVI, "Sacerdotal", es un verdadero regalo para la Iglesia, y es que sabemos que nuestra vocación es un don, un regalo, una gracia; y reflexionar y recobrar la frescura de esta gracia inmerecida es una hermosa oportunidad de redescubrir la importancia y la belleza del sacerdocio de Cisto y de cada sacerdote.

Es la oportunidad de volver al amor primero. Ya que nosotros Amamos "Porque él nos amó primero" (1 Jn. 4, 19) esa es la intención de este año sacerdotal, volver a identificarnos con Cristo Buen Pastor, con Cristo el amor del Padre, intensificar la oración para que el sacerdote viva en fidelidad y como dice la Escritura: "para que viendo sus buenas obras..." se promuevan las vocaciones al ministerio consagrado.

La Dimensión Episcopal del Clero desea tomar en serio este año y utilizar todos los medios posibles para intensificar y fortalecer dentro de los programas de formación permanente de nuestros sacerdotes estos aspectos tan valiosos para nuestro ser y quehacer sacerdotal.

De todo corazón ofreceremos subsidios, cursos, talleres y estamos preparando un congreso nacional, con la única finalidad de renovar nuestro ser de consagrados.

Pedimos a María madre del Sumo y eterno sacerdote interceda por nosotros para que este año se vea colmado de bendiciones y de frutos abundantes para la Iglesia.

Su servidor


+Marcelino Hernández Rodríguez
Obispo de Orizaba
Responsable de la Dimensión Episcopal para el Clero

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