En los últimos cinco años, más de 800 parados han encontrado un empleo por mediación de esta parroquia. El religioso Ángel María Sanz constituyó en 2007 una bolsa de trabajo propia para 'colocar' a inmigrantes con dificultades de inserción laboral. Hoy su iniciativa da esperanza a medio centenar de parados. Tanto extranjeros como españoles.
Padre Angel María |
Dativo emigró de Guinea hace casi tres años en busca de oportunidades de futuro y se dio de bruces con la crisis hasta que este religioso claretiano se cruzó en su camino. Desde hace tres meses cuida a una mujer de avanzada edad en Valencia: "Hago las labores de la casa, limpio el polvo..." explica. Es su primer trabajo en España.
La inscripción en esta suerte de oficina del INEM no requiere de ningún tipo de contraprestación económica, aunque sí conlleva algunas otras obligaciones. Dativo, como el resto de parados, tuvo que participar en al menos cuatro reuniones del grupo de empleo para acceder a un puesto de trabajo.
Previamente, cada aspirante mantiene una entrevista inicial con el sacerdote. Es él mismo quien valora la situación personal de cada uno de ellos y quien establece la urgencia de cada caso.
Para el padre Ángel María la formación es fundamental; por ello, los segundos lunes de cada mes se imparten charlas sobre cómo atender a dependientes y personas mayores, el campo profesional en el que se está especializando esta bolsa. "Es el tipo de enfermos más difícil de atender y creemos que puede tener más demanda", argumenta.
Detrás de esta guía exprés se encuentra la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (Cocemfe), que aportaherramientas para entender a los mayores y sus necesidades, información básica para interpretar los rasgos propios de cada enfermedad y detalles para evitar llevarse los problemas a casa.
Atención psicológica
Imagen del Salon Parroquial Parroquia de San Vicente Mártir de Valencia |
La formación no es, sin embargo, el único pilar sobre el que se sustenta esta iniciativa. Cada primer lunes de mes, voluntarios de Psicólogos sin Fronteras ofrecen atención psicológica a los parados. En estos encuentros se proporcionan claves para sobrevivir al desempleo con cabeza: se les enseña cómo gestionar esta etapa, a organizarse y ocupar el tiempo libre y, sobre todo, a desterrar el fantasma de la depresión.
A punto estuvo de caer en sus garras el propio Dativo, que no oculta el desaliento que le acompañó durante los meses de inactividad: "Mi situación era muy triste. Al no tener trabajo todo el mundo me veía como que éste no vale, éste no sirve, éste no hace nada".
En la actualidad, medio centenar de parados, la mayoría mujeres e inmigrantes, continúan buscando empleo en San Vicente Mártir. El padre Ángel María está dispuesto a seguir ayudándoles: "Para mí es apasionante porque justamente ahora es cuando más nos necesitan, cuando escasean los trabajos".
La parroquia mantiene contactos con todo tipo de instituciones. Desde la Conselleria de Bienestar Social a Médicos del Mundo, pasando por Cocemfe, la ONG Movimiento por la Paz y el Centro Integra, que trata con enfermos de Parkinson y Alzheimer. De todos ellos nacen muchas de las oportunidades laborales. Más de 800 en cinco años.
Un trabajo maravilloso del padre Ángel, a quien recordamos con muchísimo afecto en Zurich, dónde nos enseó a trabajar por el inmigrante :)
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