lunes, 29 de diciembre de 2008

Mensaje de Navidad de Monseñor Marcelino Hernández Rodríguez. Obispo de Orizaba

Muy queridos hermanos católicos de la Diócesis de Orizaba y hermanos de Buena Voluntad

Ya llegó la Navidad y con ella el tiempo oportuno de saludarnos, desearnos lo mejor sobre todo en cuanto a la salud, el trabajo y al bienestar de nuestras familias. Busquemos estar reconciliados con todos, alegres por la venida de Nuestro Señor, compartiendo lo que somos y tenemos con nuestros hermanos que menos tienen, atendiendo a los niños y cultivando en nosotros la sencillez que nos sugieren los villancicos, los foquitos y los dulces, las piñatas y los juguetes. Es tiempo hermoso que no podemos dejar de disfrutar.

La Navidad es tiempo en que acostumbrarnos regalarnos algo, cuando podemos y es prudente, hasta cosas que compramos con sacrificios. Este año no puede ser así; porque se avecina, y podemos decir que ya se está manifestando un tiempo, que esperamos sea corto, de carencias en el aspecto económico. No debemos endrogarnos, ni gastar más de lo prudente; lo cual no quiere decir que no nos vamos a manifestar el cariño y expresar nuestros mejores deseos. Tal vez regalaremos algo muy significativo sin necesidad de comprometer la economía del hogar. ¡Que la Sagrada Familia nos dé la sabiduría y sensatez necesarias! Les deseo una muy Feliz Navidad llena de paz y alegría.

También les deseo un año 2009 lleno de bendiciones de parte de Dios y de la Santísima Virgen María. Recuerden en este primer día del año ponerse en manos de la Divina Providencia para que nunca nos falte casa, vestido y sustento. Y pedirle a Santa María, Madre de Dios y Madre Nuestra que nos consiga la Paz en nuestras familias, en nuestra diócesis, en nuestro Estado, y en el mundo Entero.

Con ocasión del principio del año roguémosle a Dios por el "Encuentro Mundial de las Familias", como lo hemos venido haciendo desde hace unos meses. Pídanle a Dios que sepamos respetar la vida, desde su concepción hasta la muerte natural.

Finalmente, reciban un abrazo de su servidor, de los Sacerdotes, de nuestro Diácono Germán, de los Religiosos y Religiosas; y de los Laicos que trabajan atendiéndonos en muchas instancias, todos nos esforzamos en servirles con mucho gusto atendiendo sus necesidades espirituales y materiales lo mejor que podemos.

Gracias por lo que han estado aportando, para el Diezmo y para la construcción del Seminario Mayor Nuevo, sé que algunos con mucho sacrificio. Dios les recompense como Él sabe ¡Que Dios los cuide y los bendiga!

¡Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo 2009!

+Marcelino Hernández Rodríguez

Obispo de Orizaba




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