jueves, 6 de agosto de 2009

Apertura del Año Sacerdotal en la Arquidiócesis de Tijuana


Adoptar espiritualmente a un sacerdote es la propuesta que ha lanzado el Excelentísimo Señor Arzobispo Metropolitano, Don Rafael Romo Muñoz, durante la Eucaristía de apertura del Año Sacerdotal celebrada a las 11:00 de la mañana hoy martes 4 de agosto, día de San Juan María Vianney, en el Santuario Nuestra Señora del Sagrado Corazón.



“Es una oportunidad importante para nosotros mismos como sacerdotes, que nos revitalice. De hecho en la celebración que tenemos año tras año en la Semana Santa, en la Misa de óleos, las promesas sacerdotales ya es un signo muy importante para nosotros mismos. Esta oportunidad hace también a nuestros fieles que se sensibilicen en torno a la figura del sacerdote. De esa manera estamos puestos en la mente y en el corazón de nuestros fieles. De hecho hay en algunos lugares la iniciativa de poder como adoptar a un sacerdote para tenerlo siempre en el corazón y en la mente para orar por él en este año particularmente, orando por todos, pero por uno en especial. Hacer este llamado de atención a la Iglesia de orar por nosotros”, comentó el Arzobispo.

Recordó que el Santo Padre Benedicto XVI nombró al Año Sacerdotal por los 150 años de fallecido del Santo Cura de Ars, San Juan María Vianney, patrono de los sacerdotes, en especial por los párrocos. Con este motivo hace un llamado de atención a la Iglesia para orar por todos los sacerdotes.

También hizo referencia a las palabras del Santo Cura de Ars de que si los sacerdotes supieran en su plenitud lo que es su ministerio y el sacerdote morirían.

Mencionó el Arzobispo que el sacerdote tiene una presencia muy importante en la comunidad, ya que si el ministro es realmente activo el pueblo se vuelve activo. Ejemplificó el caso del Santo Cura de Ars, quien fue enviado a este pueblo donde había menos de mil personas y pidió el apoyo a Dios para la conversión de sus fieles. Así como San Francisco de Sales, quien decía que por un solo católico él se sentía responsable de su evangelización.

“La responsabilidad de quien ve lo que realmente significa el servir a su comunidad entiende bien su llamado”, enfatizó Monseñor Romo Muñoz.

Sobre el número de jóvenes interesados a ingresar al Seminario Diocesano de Tijuana dijo que es preocupante, ya que son pocos lo que desean ingresar. Los de nivel preparatoria es un poco mayor, pero los de nivel universitario son muy escasos los muchachos.

Por eso exhortó a los sacerdotes a ser los principales promotores de las vocaciones sacerdotales y vida consagrada con su propio testimonio de alegría, entusiasmo, y con la promoción porque es necesario presentarles esta opción de vida ya que no es una profesión ni modo de vivir.

Los invitó además a entrelazar este Año Sacerdotal con la Misión Continental porque el objetivo es fortalecer la fe de quienes están cerca de los consagrados, de los laicos comprometidos, y la búsqueda de los alejados.

“Fortaleciendo nuestra pastoral sacerdotal seremos también instrumentos dóciles. Por eso hay que ponernos en las manos del Señor tanto para el discipulado como para la misión. Se nos invita a que estemos en sincronía y en sintonía con toda América Latina”, resaltó el Arzobispo.

Uno de los proyectos que comentó es establecer una institución para la formación de misioneros laicos, donde participen los jóvenes de los diferentes grupos juveniles y movimientos apostólicos.

Finalmente encomendó a todos los sacerdotes a la Virgen María para continuar su ministerio sacerdotal. Y bendijo a Dios por esta vocación que les dio.

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