martes, 16 de septiembre de 2008

Condolencias por el atentado en Morelia


La Arquidiócesis de México y Un servidor condenamos el brutal y cobarde atentado perpetrado ayer durante las celebraciones patrias en la ciudad de Morelia, Michoacán, en el que hubo varios fallecimientos e innumerables heridos..

La muerte de estos inocentes es un crimen que clama justicia al cielo y que preocupa en lo más profundo a la Iglesia, porque en México va creciendo la cultura de la muerte y el desprecio más absoluto por la vida humana y el respeto a la dignidad de las personas.



Quienes hayan perpetrado estos abominables asesinatos deben saber que podrán escapar impunemente a la justicia humana pero no librarán juicio de Dios que, si bien, es misericordioso, también es juez justo que el fin de los tiempos dará a cada uno según sus obras, y las obras de estos criminales son de destrucción, dolor y muerte.



¡En el nombre de Dios conviértanse! ¡Dejen de hacer el mal y empiecen a hacer el bien! ¡Tengan temor de Dios y preocupación por su propia salvación eterna que está en peligro ante la atrocidad de sus crímenes que no sólo son movidos por el afán desmedido y perverso del dinero y el poder sino por el mismo maligno, el mentiroso y homicida desde siempre, al que sirven como instrumento de odio, venganza y destrucción. Quienes actúan así están muy alejados de Dios y no tienen posibilidad de volver a él más que a través de la conversión y de la reparación del daño que han cometido.



Un servidor envía sus más sentidas condolencias al Excmo. Sr. Arzobispo de Morelia Don Alberto Suárez Inda, al Sr. Gobernador Leonel Godoy, pero sobre todo a las familias que sufren la pérdida de sus seres queridos; y los animo con la esperanza en la futura resurrección y la vida eterna a la que Dios nos llama. Que el Sagrado Corazón de Jesús y María Santísima de Guadalupe a quienes está consagrada nuestra patria protejan a nuestro país de la violencia y el crimen organizado y que estos actos abominables de violencia comprometan a toda la sociedad para colaborar activamente en la erradicación de tanta corrupción, maldad y violencia.









Su hermano y Servidor:

+ Norberto Card. Rivera Carrera

Arzobispo Primado de México.






Ciudad de México a 16 de septiembre de 2008.

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