viernes, 19 de junio de 2009

Año Sacerdotal. Mons. Rodrigo Aguilar Martínez Obispo de Tehuacán


El día de mañana viernes 19 de junio, celebramos la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, que da sentido a las celebraciones religiosas del mes de junio y, por indicaciones del Papa Benedicto XVI, marca el inicio del Año Sacerdotal.


El Papa ha convocado a este Año Sacerdotal porque el próximo 4 de agosto celebraremos 150 años de la muerte de san Juan María Vianney, cura de Ars y patrono de los sacerdotes.

El Año Sacerdotal es una ocasión propicia para varios aspectos, algunos de los cuales menciono en seguida:


· Agradecer a Dios Padre el Regalo que nos ha hecho de Su Hijo, Sumo y Eterno Sacerdote. Seguir encontrando en Jesucristo la fuente y la plenitud, porque Él es “Camino, Verdad y Vida”. Esto lo vivimos en cada advocación con que nos dirigimos a Él, por ejemplo ahora en la fiesta del Sagrado Corazón, lleno de bondad y misericordia hacia todos.
· Agradecer a Cristo Jesús la vocación del sacerdocio ministerial, por la que llama a personas concretas a prolongar su misión de actuar “en su persona” como Cabeza, Pastor, Siervo y Esposo de la Iglesia.
· Conocer más la vida de san Juan María Vianney, el Santo Cura de Ars, encontrando en él, así como en muchos otros santos sacerdotes, el testimonio admirable de respuesta a Cristo Jesús.
· Agradecer a Dios por el testimonio y servicio de muchos sacerdotes –vivos o difuntos- que nos han ayudado a lo largo de nuestra vida.
· Los que hemos sido llamados al sacerdocio ministerial, agradecer a Dios este don inmerecido y renovarnos en nuestra respuesta a Él y en nuestro servicio a la comunidad. En este sentido, atender e incrementar el espíritu de formación permanente en todos sentidos.
· Reconocer con humildad y pidiendo a Dios perdón por los malos ejemplos que han y hemos dado los sacerdotes.
· Reconocer con alegría y gratitud los buenos ejemplos que muchos más sacerdotes han dado para edificación de todos.
· Orar por el aumento de las vocaciones al sacerdocio ministerial. Cristo Jesús sigue llamando, que las personas llamadas respondan con alegría y perseverancia.
· Que las familias proclamen y vivan valores humanos y cristianos, centradas en Jesucristo, promoviendo en todos sus miembros la forma concreta de seguir a Cristo Jesús, sea en el sacramento del matrimonio, en el orden sacerdotal o en la vida consagrada. Ir fomentando desde la infancia el discernimiento de la vocación a la que los pueda llamar Cristo Jesús.


De este modo, invito a usted a unirnos en la celebración gozosa de este Año Sacerdotal, para nuestro bien, de toda la Iglesia, de todo el mundo.


+ Rodrigo Aguilar Martínez
Obispo de Tehuacán


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