E. MONTAÑÉS/G. D. OLMO | MADRID Actualizado Sábado, 17-10-09 a las 17:25
Menudo día le ha salido a la marcha por la vida. Un sol espléndido baña Madrid en la jornada en el que una multitud ataviada de rojo empieza a atravesar su espina dorsal, de Sol a la Puerta de Alcalá para gritarle al Gobierno de Zapatero que no les gusta el aborto, que lo que le gusta son los niños y la vida.
Y de eso, de niños y de vida rebosa una marcha multitudinaria que ha comenzado pasadas las 17:00 horas tras una gran pancarta con el lema de la movilización: "Cada Vida Importa".
Ahora, en los prolegómenos, asistentes a la protesta y turistas extranjeros comparten el corazón de la ciudad. Un par de caballeros venidos de Galicia se han visto sorpendidos por la muchedumbre. Uno le ha informado de otro de que lo que se está cociendo es una gran manifestación contra la reforma de la ley del aborto. Con galaica retranca, este señor ha comentado: "Si después pasan los años y nadie se acuerda de nada".
Una mujer jubilada, llegada a Madrid desde Málaga para respaldar la convocatoria de Derecho a Vivir, ha explicado, con contundencia el porqué de su presencia. «Estoy aquí, en Madrid, donde me lo estoy pasando muy bien, para decir no a una ley que es un asesinato».
Ahora, a pocos minutos de que arranque la cabecera de la marcha, desde las calles aledañas grupos de gente afluyen a la Puerta del Sol.
De Sol a Alcalá
Saldrá la manifestacíón de la madrileña Puerta del Sol y se dirigirá a lo largo de la calle de Alcalá hasta la Puerta de Alcalá, donde está previsto que se llegue —al menos la enorme pancarta de 15 metros por 1,20 que abrirá la marcha— aproximadamente una hora más tarde del inicio, hacia las seis de la tarde.
Una vez en la Puerta de Alcalá, sobre un escenario de más de 80 metros cuadrados escoltado por tres pantallas gigantes para que todo el mundo pueda disponer de una perfecta visión de lo que allí arriba ocurra, se irán sucediendo todo tipo de testimonios, intervenciones y diversos actos de homenaje. La organización ha pretendido mantener viva la sorpresa y pocos son los nombres que se conocen de entre las personas que subirán al estrado, aunque está confirmada la presencia de Eduardo Verástegui, el actor mexicano, productor de la película «Bella», todo un hermoso canto a la vida.
Los organizadores han querido recalcar el carácter estrictamente civil de la convocatoria por lo que no se han admitido adhesiones de partidos políticos, aunque serán abundantes los representantes públicos que, a título personal, se acerquen al acto. De forma especial será muy numerosas la asistencia de miembros del PP, encabezados por la número dos, Dolores de Cospedal y por Ana Mato. Irán, además, diputados, senadores y dirigentes regionales como la presidenta de la Comunidad. Otros nombres ilustres que han confirmado su presencia son el presidente del Gobierno José María Aznar o el ex ministro del Interior y eurodiputado Jaime Mayor Oreja.
Tampoco se han aceptado adhesiones de confesiones religiosas, aunque como es lógico, son bienvenidos todos los defensores de la vida sean del credo que sean. Por eso, aunque las más altas jerarquías de la Iglesia española, como el arzobispo de Madrid, el cardenal Antonio María Rouco, han anunciado que no asistirán, la movilización de la feligresía, desde las parroquias, ha sido absoluta. Asimismo buena parte de los principales representantes de los obispados han realizado declaraciones en contra del aborto e invitando a sus fieles a que asistan a la cita.
El clamor popular está garantizado. Será la mayor concentración de la historia en contra del aborto y la movilización ciudadana no ha sido casual. Si el pasado 29 de marzo Derecho a Vivir y HazteOir.org ya reunieron a una marea roja de medio millón personas, desde entonces la indignación popular ha crecido exponencialmente.
La farsa gubernamental
Buena parte del éxito de la convocatoria hay que apuntárselo al Gobierno y a la forma en que ha manejado todo este polémico asunto. Primero creando un debate ficticio sobre la ampliación del aborto cuando ni siquiera lo había incluido en su último programa electoral. Luego poniendo en marcha una comisión parlamentaria que debatió a puerta cerrada, de espaldas a la ciudadanía, y escuchando básicamente, a propuesta del PSOE, a los representantes de las clínicas abortistas.
Más tarde, la ministra Bibiana Aído montó un pseudo, que no sesudo, Comité de Expertos en el que no sólo no se incluyó ni a un solo defensor de la vida, sino que la inmensa mayoría de los que lo formaban eran reconocidos abortistas. Y el aldabonazo final se produjo cuando se conoció el contenido final de la ley, ignorando los informes contrarios del Consejo Fiscal y los consejos de los autores del Manifiesto de Madrid, informe estrictamente científico en el que se dejaba claro, en contra de las tesis de los expertos de Aído, que desde el mismo momento de la concepción ya existía vida humana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario sobre este artículo u oración, nos será de gran utilidad