
Yo no te había visto, me creía solo, solo en mi sufrimiento, solo en mi soledad. Y he aquí que la carga parece menos pesada a mis espaldas y sobre todo a mi alma. Y he aquí que mi mano se sentía arrastrada como por otra mano. Y he aquí que ya no estaba solo. Tú estabas allí. Señor, pálido, cansado, jadeante, abandonado como yo...por mí.

principio no te había visto. Y cuando me siento terriblemente cansado, tampoco te veo y me lamento. Y sin embargo Tú estás allí. Señor, transforma todos mis sufrimientos. Dios mío,deposito a tus pies mi carga, mis dolores, mis tristezas y mis sacrificios. Transforma todas mis pruebas en gozo y santidad, a favor de los que amo; en gracias para las almas, en preciosos dones para tu Iglesia. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario sobre este artículo u oración, nos será de gran utilidad